Stephen King
Popsy
Sheridan conducía con lentitud frente a la larga fachada lisa del
centro comercial cuando vió al chiquillo salir por las puertas
principales, situadas bajo el cartel iluminado. Era un niño, de tal vez
algo más de tres años, aunque, sin duda, no pasaba de los cinco. En su
rostro se leía una expresión a la que Sheridan se había tornado muy
perceptivo. Estaba intentando contener las lágrimas, pero no tardaría en
echarse a llorar.
Sheridan se detuvo un instante
mientras le acometía la familiar sensación de disgusto..., aunque cada
vez que se llevaba a un niño, la sensación se hacía menos acuciante.
Sheridan
estacionó la furgoneta en unas de las plazas más cercanas al centro
comercial y reservadas a los inválidos. En la parte trasera de la
furgoneta llevaba una matrícula especial que el estado concede a los
inválidos. La matrícula valía su peso en oro, porque impedía que los
guardias de seguridad sospecharan y, además, porque esas plazas
resultaban muy prácticas y casi siempre estaban vacías.
Se
apeó de la furgoneta y caminó hacia el niño, que miraba en derredor con
una expresión de creciente pánico. Sí, señor, pensó Sheridan, unos
cinco años, tal vez seis, pero muy menudito. Bajo las estridentes luces
fluorescentes que emanaba el interior del edificio, el niño aparecía
blanco como la nieve, no sólo asustado, sino realmente enfermo. Sheridan
supuso que su aspecto se debía al miedo. Por lo general, reconocía
aquella expresión cuando la veía, porque había visto un gran terror
reflejado en su propio espejo durante el último año y medio.
El
niño alzó los ojos esperanzado hacia las personas que pasaban junto a
él, personas que entraban en el centro comercial ansiosas por comprar,
que salían cargadas de paquetes, con el rostro soñador, casi como
drogado, impregnado de algo que probablemente tomaban
por satisfacción.
El
niño, enfundado en vaqueros Tuffskin y una camiseta de los Penguins de
Pittsburgh, buscaba ayuda, buscaba a alguien que le mirara y comprobara
que algo andaba mal, buscaba a alguien que le formulara la pregunta
adecuada.
«Aquí estoy yo -pensó Sheridan mientras se acercaba-. Aquí estoy yo. »
Cuando
estaba a punto de alcanzar al niño, divisó a uno de los guardias del
centro comercial. Avanzaba despacio por el pasillo central en dirección a
las puertas principales. Tenía la mano metida en un bolsillo, sin duda
buscaba un paquete de cigarrillos. Dentro de un momento saldría y al
diablo con el golpe de Sheridan.
Sheridan retrocedió
unos pasos y fingió rebuscar en sus bolsillos para asegurarse de que
todavía llevaba las llaves. Su mirada pasó del niño al guardia de
seguridad y otra vez al niño. El pequeño se echo a llorar. No a aullar,
todavía no, pero gruesas lágrimas, que parecían rosadas, empezaron a
rodar por sus mejillas.
Al fin Sheridan decidió ir hacia donde el chiquillo estaba.
-¿Has perdido a tu padre?- preguntó Sheridan.
-Mi papito- repuso el niño mientras se secaba las lágrimas-. No lo encuentro.
De pronto el niño estallo en sollozos, y una mujer se volvió con una expresión de vaga preocupación.
La
mujer siguió su camino. Sheridan rodeó los hombros del chico en ademán
de consuelo y tiró de él hacia la derecha... en dirección a la
furgoneta. A continuación echó otro vistazo al interior del centro
comercial.
-Quiero a mi papito- Sollozó el pequeño.
-Claro que sí- Lo consoló Sheridan. Y lo encontraremos.
Empezó
a dirigirse a la entrada principal, olvidadas ya las lágrimas, y
Sheridan tuvo que hacer un gran esfuerzo para no agarrar al pálido
chiquillo en aquel preciso instante.
Primero tenía que conseguir que subiera a la furgoneta.
Llevó
al chico a la furgoneta, que tenía cuatro años y estaba pintada de un
desvaído color azul. Abrió la portezuela y dedicó una sonrisa al niño,
quien lo miró con expresión de duda. Los ojos verdes parecían nadar en
su pequeño rostro pálido, ojos tan grandes como los de un niño
extraviado de una de esas fotos que anuncian en los semanarios
sensacionalistas baratos.
Sheridan salió del
estacionamiento principal del centro comercial, se detuvo para comprobar
que no venían coches. El niño estaba sentado en el borde del asiento,
con las manos sobre las rodillas de los téjanos y los ojos completamente
atentos.
-¿Por qué vamos por detrás?- quiso saber el niño.
-Hay que dar la vuelta para ir a las otras puertas- explicó Sheridan.
La
expresión atormentada del pequeño se transformó en otra de sublime
alivio, y por un instante, Sheridan sintió compasión por él. Al fin y al
cabo, no era un monstruo ni un maniaco, por Dios. Pero las deudas iban
aumentando un poco más cada vez. Y era la única forma que tenía para
pagarlo.
Sheridan extrajo unas esposas de la guantera sin que el niño lo notara.
El
chico se inclinó por un momento, Sheridan se acercó a él y cerró una de
las esposas sobre la mano extendida del niño con toda la facilidad del
mundo, y entonces empezaron los problemas. El crío peleaba como un
lobezno, retorciéndose con una fuerza a la que
Sheridan nunca habría dado crédito de no estar experimentando sus consecuencias en aquel mismo instante.
Sheridan
agarró al niño por el cuello redondo de la camiseta y tiró de él hacia
dentro. Intentó cerrar la segunda esposa en torno a la riostra especial
que había junto al asiento del copiloto, pero falló. El niño le mordió
la mano dos veces hasta hacerle sangrar. Dios, tenía los dientes como
cuchillas de afeitar. Le acometió un intenso dolor que le ascendió por
el brazo. Asestó al niño un puñetazo en la boca. El niño cayó sobre el
asiento, medio atontado, con la sangre de Sheridan sobre los labios, la
barbilla y el cuello de la camiseta. Sheridan cerró la esposa sobre la
riostra y se hundió en su propio asiento mientras se succionaba la
sangre de la mano.
El dolor era terrible. Se sacó la
mano de la boca y observó las heridas a la mortecina luz del
salpicadero. Distinguió dos hileras de orificios superficiales, de unos
cinco centímetros de longitud, que avanzaban hacia la muñeca desde los
nudillos. la sangre brotaba en pequeños hilillos. Pese a todo no sentía
deseos de volver a golpear al muchacho, y eso no tenía nada que ver con
dañar la mercancía.
-Se arrepentirá- Anunció el niño.
Sheridan miró en derredor con impaciencia.
-Mi papito es muy fuerte, señor. Me encontrará.
-Ajá- dijo Sheridan
-Puede olerme
Sheridan
no lo dudaba. El mismo podía oler al crío. El miedo despedía un olor
con el que se había familiarizado en sus expediciones anteriores, pero
el olor de este niño era irreal, una mezcla de sudor, barro y ácido
sulfúrico hervido. Cada vez estaba mas convencido de que al niño le
pasaba algo grave.
Siete kilómetros más adelante,
Sheridan tomó un camino de tierra apisonada que rodeaba el lado norte de
una laguna. Ocho kilómetros más adelante y hacia el oeste, tomaría la
carretera 41.
Echó un vistazo a la laguna, una extensión plateada a la luz de la luna... y de pronto la luna dejó de brillar. Desapareció.
Sobre la furgoneta se oyó un ruido parecido al que producen las sábanas al ondear al viento.
-¡Abuelito!- gritó el niño.
-Cierra el pico, es un pájaro.
Pero
de pronto sintió que un gran escalofrío le recorría el cuerpo. Un
escalofrío tremendo. Miró al pequeño. Había vuelto a abrir los labios,
mostrando todos los dientes. Tenía dientes blancos, muy blancos y
grandes.
Algo aterrizó sobre el techo de la furgoneta con un gran golpe sordo.
-¡Papito!- Volvió a gritar el pequeño, casi loco de alegría.
De
pronto Sheridan dejo de ver la carretera... una enorme ala membranosa,
sembrada de venas palpitantes, cubrió toda la extensión del parabrisas.
-El abuelito sabe volar.
Sheridan lanzó un grito y pisó el freno con la esperanza de que aquella cosa saliera despedida del techo.
-¡Me ha raptado abuelito!
De
pronto, una mano, que parecía más una garra que una auténtica mano,
atravesó el vidrio de la ventanilla y le arrebató dos dedos. Al cabo de
un instante, el abuelito arrancó toda la portezuela de cuajo,
convirtiendo las bisagras en brillantes birutas de metal inútil.
El
abuelito sacó a Sheridan del coche de un solo tirón, y sus garras se le
clavaron en la chaqueta, después en la camisa y a continuación, en lo
más profundo de la carne de sus hombros. De repente los ojos verdes del
abuelito adquirieron un color rojo oscuro como la sangre.
-Hemos ido al centro comercial para comprar juguetes articulados- susurro el abuelito.
El aliento le olía a carne plagada de cresas.
-Todos los niños los quieren. Debería haberlo dejado en paz.
Zarandeó
a Sheridan como si de un muñeco se tratara. Cuando el hombre gritó, lo
zarandeo un poco más. Sheridan oyó que el papito le preguntaba al niño
con toda amabilidad si todavía tenía sed; oyó al niño responder que sí,
que tenía mucha sed, que el hombre malo lo había asustado y que tenía la
garganta muy seca. Vio la uña del pulgar de su abuelito una fracción de
segundo antes de que desapareciera bajo su barbilla; una uña mordida y
gruesa que le rebanó el cuello antes de que se diera cuenta de lo que
estaba ocurriendo, y lo último que vio antes de sumergirse en las
tinieblas fue al niño, con las manos formando un cuenco para recoger en
ellas el río de sangre.
Stephen Edwin King (nacido en Portland, Maine, Estados Unidos, 21 de septiembre de 1947). Escritor estadounidense conocido por sus novelas de terror. Los libros de King han estado muy a menudo en las listas de superventas. En 2003 recibió el National Book Award por su trayectoria y contribución a las letras estadounidenses, el cual fue otorgado por la National Book Foundation.
King, además, ha escrito obras que no corresponden al género de terror, incluyendo las novelas Different Seasons, El pasillo de la muerte, Los ojos del dragón, Corazones en Atlántida, 11/22/63 y su autodenominada "magnum opus", La Torre Oscura. Durante un periodo utilizó los seudónimos Richard Bachman y John Swithen.
Padre del escritor Joe Hill y esposo de la escritora y activista Tabitha Spruce.
Stephen King nació en Portland (Maine),
fue el segundo hijo de Donald King y Nellie Ruth Pillsbury. Cuando King
tenía dos años de edad, su padre abandonó a la familia.1 Su madre lo crio junto a su hermano mayor David por su cuenta, algunas veces bajo grandes problemas financieros. Tras vivir en Fort Wayne (Indiana) y Stratford (Connecticut), la familia se mudó a Durham, pueblo natal de Ruth.2 King estudió en Durham Elementary School y luego en Lisbon Falls High School.3
Cuando era niño, King presenció un espantoso accidente: Uno de sus
amigos quedó atrapado en unos rieles y fue arrollado por un tren.4 Aunque este hecho podría haber inspirado las oscuras creaciones de King, el mismo escritor desecha la idea.
Empezó a escribir desde una temprana edad, basándose en películas vistas recientemente e historietas.
Mientras estaba en el colegio, comenzó a vender cuentos a sus
compañeros, los cuales eran copiados con la misma máquina que su hermano
utilizaba para publicar su periódico llamado Dave's Rag. Sin embargo, la actividad no fue bien vista por sus profesores, quienes le obligaron a devolver el dinero ganado.5 Aproximadamente a los trece años de edad, descubrió en la casa de su tía una vieja caja con libros de su padre, la mayoría de terror y ciencia ficción.1
Desde entonces comenzó a enviar sus trabajos a diferentes revistas, sin
recibir una respuesta positiva. Su primer relato publicado fue incluido
en la revista Comics Review de Mike Garrett en 1965.1 El título original era I was a Teenage Grave Robber, pero fue cambiado por el editor a In a Half-World of Terror.6
Entre 1966 y 1971, estudió inglés en la Universidad de Maine, en Orono y escribió una columna titulada "King's Garbage Truck" en la revista de la misma. King conoció a Tabitha Spruce en la biblioteca de la universidad y se casaron en 1971.3 El escritor tomó trabajos de medio tiempo para poder pagar sus estudios, incluso en una lavandería. Utilizó la experiencia vivida para escribir las historias La trituradora (The Mangler) y Carretera maldita (Roadwork).
Después de terminar sus estudios universitarios con una licenciatura
en arte en inglés y obtener un certificado para poder enseñar en
secundaria, King enseñó inglés en Hampden Academy (Hampden). Durante
este periodo, él y su familia vivieron en un remolque. Escribió
historias cortas (la mayoría publicadas en revistas para hombres) para
poder satisfacer las necesidades de su familia. Durante este período
King comenzó a tener problemas de alcoholismo, que mantuvo durante una década.7
Durante este periodo, comenzó a escribir un gran número de novelas.
Una de sus primeras ideas fue la de una joven con poderes psíquicos. Sin
embargo, se sintió desalentado, y la tiró a la basura. Tabitha rescató
el trabajo y lo animó a terminarlo.8 Después de finalizada la novela, la tituló Carrie
y la mandó a la compañía editora Doubleday, al pasar el tiempo se
olvidó de ella. Más tarde, recibió una oferta de compra por 2.500
dólares de adelanto (no un gran adelanto para una novela, incluso en ese
tiempo). Poco tiempo después, el valor de Carrie con los
derechos del manuscrito fueron vendidos por 400.000 dólares (200.000 de
los cuales recibió el editor). Después del lanzamiento, su madre murió
de cáncer uterino, pero logró leer la novela antes de morir.
Después de la publicación de Los Tommyknockers,
su familia y amigos decidieron ayudarlo con sus vicios, le mostraron su
propia basura para que se diera cuenta del nivel de adicción que había
alcanzado: latas de cerveza, cigarrillos, cocaína, xanax, valium, nyquil, eran algunas de las cosas que había. Solicitó ayuda y abandonó toda forma de alcohol y drogas a finales de los años 1980.
Los personajes de sus libros han ido evolucionando al pasar de los años:
Sus primeros trabajos (Carrie, El resplandor, La danza de la muerte), mostraban a familias de la clase trabajadora que debían luchar contra problemas financieros. A finales de los años 1980, sus trabajos presentaban personas de clase media como profesores o autores. A finales de los años 1990, los personajes eran pilotos de aviones, escritores o de algún otro trabajo parecido. A principios de los años 2000, sus escritos presentaban imágenes muy relacionadas con el accidente de automóvil que sufrió en 1999.
En el verano de 1999, King se encontraba trabajando en el ensayo titulado On Writing: A Memoir of the Craft ("Mientras escribo").
En ese período había terminado la sección de memorias y había
abandonado el libro durante dieciocho meses, debido a la inseguridad
acerca de cómo proceder o de si iba a molestar a terceros. Relata que
fue el primer libro que tuvo que abandonar desde que escribiese The Stand
décadas atrás. Habiendo tomado la decisión de continuar con el libro,
el 17 de junio, escribió una lista de preguntas que le habían hecho con
frecuencia sobre su forma de escribir, al mismo tiempo que otras que le
hubiera gustado que le hubieran formulado; el 18 de junio, escribió
cuatro páginas de la susodicha sección.
El 19 de junio, a las 4:30 de la tarde aproximadamente, King caminaba
por el arcén derecho de la ruta 5 en North Novell. El conductor Bryan
Smith, distraído por un rottweiler
incontrolado que se movía en la parte trasera de su coche marca Dodge
Caravan de 1985, atropelló a King, quien aterrizó en una zanja de unos 4
metros de profundidad desde el pavimento de la carretera de la Ruta 5.
El ayudante del comisario del condado de Oxford,
Matt Baker, grabó que los testigos dijeron que el conductor no conducía
con exceso de velocidad ni con imprudencia. Baker también informó que
King fue atropellado por detrás. En la página web oficial de Stephen
King se menciona que esto no es correcto ya que King iba caminando de
cara al tráfico.
King estaba lo bastante consciente para dar los números de teléfono
de su familia al ayudante del comisario para poder ponerse en contacto
con ellos, aunque se encontraba sufriendo un dolor considerable. El
escritor fue llevado en primer lugar al Hospital Northern Cumberland,
para luego ser trasladado desde allí en helicóptero al Hospital Central de Maine. Sus heridas —el pulmón
derecho colapsado, múltiples fracturas en la pierna derecha, laceración
del cuero cabelludo y la cadera fracturada— le mantuvieron en el centro
médico hasta el 9 de julio, casi tres semanas internado.
Ese mismo año terminó la mayor parte Buick 8: Un coche perverso (en inglés From a Buick 8),
novela en la cual uno de los protagonistas muere en un accidente
automovilístico. De las espeluznantes similitudes con su propio
accidente, King dice que intentó "darle demasiada importancia al
suceso". La novela Misery,
escrita en 1987, trata también sobre un escritor que experimenta
heridas muy graves debido a un accidente de coche, pero la novela se
centra fundamentalmente en la enfermedad mental de una devota seguidora
que atiende al escritor. También en la serie para TV Kingdom Hospital, un pintor sufre un accidente exactamente igual al real.
Después de cinco operaciones en diez días y terapia física, retomó en julio el trabajo donde lo había dejado en la novela On Writing,
aunque se resentía todavía de su cadera y solamente podía sentarse unos
cuarenta minutos antes de que el dolor se tornara intolerable. Su
estado físico ha mejorado desde entonces.
En 1996, King ganó el premio O. Henry Award por su historia, The Man in the Black Suit. En 2003,
fue honrado con el premio a la trayectoria de National Book Awards, lo
que causó un alboroto entre la comunidad literaria por la elección del
escritor, especialmente de parte del crítico literario Harold Bloom.
Stephen King escribió seis libros bajo el seudónimo Richard Bachman. Hizo un funeral falso para Bachman después de que el secreto fue hecho público, lo cual inspiró el libro The Dark Half. Escribió una historia corta bajo el nombre John Swithen, The Fifth Quarter, la cual fue publicada de nuevo en 1993 bajo el nombre de Stephen King.
En 2002,
King anunció que dejaría de escribir, motivado aparentemente por la
frustración de sus lesiones, que lo incomodaban y reducían su energía.
Desde entonces ha escrito algunos libros, pero a un ritmo menor que el
de antes.9
Desde 2003, el autor ha dado su punto de vista sobre la cultura popular en una columna de la página trasera de la revista Entertainment Weekly,
normalmente cada tres semanas. La columna es titulada "The Pop Of
King", una referencia a "The King of Pop" ("el rey del pop" en inglés), Michael Jackson.
En octubre de 2005, King firmó un contrato con Marvel Comics; sería su primer proyecto oficial en éste mundo, ya que en los años 1980 participó en un cómic benéfico contra la hambruna en África. La idea sería expandir su serie The Dark Tower. La serie será ilustrada por el artista Jae Lee, ganador del premio Eisner. Marvel anunció que el proyecto será retrasado hasta 2007 para que King tuviera el tiempo y dedicación necesarios.
Vive en Bangor, Maine con su esposa Tabitha Spruce, que también es novelista. Tienen otra casa en el distrito Western Lakes de Maine. King pasa el invierno en su mansión con vista al mar ubicada en Sarasota (Florida). Recientemente construyó otra casa en Connecticut. Sus tres hijos Naomi Rachel, Joe Hill y Owen Phillip, alcanzaron la mayoría de edad y viven por su cuenta. Owen publicó en 2005 su primera colección de historias titulada We're All in This Together: A Novella and Stories, y Joe Hill es autor de 20th Century Ghosts, una serie de cuentos (muy premiados) y una novela llamada El traje del muerto (de la cual se han vendido los derechos para la película de Warner Bros).
En el libro, On Writing: A Memoir of the Craft ("Mientras escribo"),
King describe su estilo de escritura de gran longitud y profundidad.
Cree que para las buenas historias es mejor crear una pequeña "semilla" y
dejar que la historia crezca y se desenvuelva desde ahí. Generalmente
empieza sus historias sin saber cómo terminarán.
Es conocido por su calidad de detalles, continuidad, y referencias
internas; muchas de sus historias se ven ligadas por personajes
secundarios, pueblos ficticios, o eventos de libros pasados, muy al
estilo de Lovecraft.
Sus libros contienen referencias a la historia y cultura de los Estados Unidos,
particularmente a la más oscura y escalofriante parte de ésta. Las
referencias están plasmadas en historias de los personajes, en las
cuales se explican sus temores. Algunas referencias incluyen el crimen, guerras (especialmente la guerra de Vietnam), y el racismo.
King utiliza un estilo de narración bastante informal, refiriéndose a
sus fans como "lectores constantes" o "amigos y vecinos". Este estilo
contrasta con los oscuros temas de sus historias.
Stephen King tiene una sencilla fórmula para poder escribir bien:
"Lee cuatro horas al día y escribe cuatro horas al día. Si no encuentras
el tiempo para hacerlo no podrás convertirte en un buen escritor."
Las novelas de terror y suspenso de King están construidas basándose
en una visión constante del mundo, descrita más claramente en Insomnia, Corazones en la Atlántida y La Torre Oscura.
En esta visión, describe la existencia metafóricamente como una torre
oscura, ubicada en un paisaje de rosas rojas en el Mundo Final. En esta
torre hay varios niveles, con entidades en cada uno (siendo los seres humanos los que habitan el nivel más bajo). Algunos son hostiles (Rey Carmesí, Randall Flagg, John Farson o Pennywise), otros benévolentes (Roland Deschain o Cloto y Láquesis, también conocidos como "los médicos calvos y bajitos"). Muchas de sus novelas toman lugar en este multiverso ficticio, y algunos personajes se relacionan con hechos de otras historias.
Tras la existencia del mundo en que preside dicha torre, coexiste una
fuerza vital y elemental llamada Ka. Su manifestación más común está
presente en el destino que cumple cada ser del multiverso (igualmente
puede referirse a un lugar particular al que uno se ve obligado a ir).
Este concepto está basado en el pensamiento de H. P. Lovecraft y sus mitos.
King es un gran admirador del escritor H. P. Lovecraft
y ha incorporado varias de sus técnicas (como la conexión entre las
historias de sus libros, la utilización de recortes de periódicos,
transcripciones de prueba, otros materiales de documentación, y el uso
de pueblos ficticios como "Castle Rock" y "Derry") en sus novelas pero
se diferencia de éste por su caracterización extensa, un diálogo
efectivo, e historias con finales positivos, todos estos inexistentes en
los relatos de Lovecraft.
Asimismo, se ha declarado admirador de la serie de libros de Harry Potter de la autora J. K. Rowling, a quien, según ha mencionado en reiteradas ocasiones, considera una gran escritora.
Edgar Allan Poe,
uno de los padres del género de terror contemporáneo, ha tenido una
gran influencia en las historias de King. Un buen ejemplo es El resplandor. El texto extraído de la misma, "Y la muerte roja dominó sobre todas las demás," (en inglés "And the red death held sway over all,")
recuerda al original, "Y la Oscuridad y la Decadencia y la Muerte Roja
mantienen un dominio ilimitado sobre los demás" (en inglés "And Darkness and Decay and the Red Death held illimitable dominion over all,") contenido en la obra La máscara de la muerte roja
de Poe. La novela de King es análoga al pequeño relato de Poe de forma
bastante precisa. Los dos escritores comparten el uso de los Doppelgänger,
aunque el tema está presente en la mayoría de las obras de terror y no
se puede especificar a un solo autor. Además, el argumento del relato
corto titulado "El cadillac de Dolan" (en inglés Dolan's Cadillac) es en comparación casi idéntica a la novela de Poe llamada "El barril de Amontillado" (en inglés The Cask of Amontillado), parafraseando incluso el famoso alegato de Fortunato, "¡por el amor de Dios, Montresor!" (en inglés "for the love of God, Montresor!").
King declaró su admiración por otro autor menos prolífico: Shirley Jackson. La novela Salem's Lot empieza con una cita del libro The Haunting of Hill House de Jackson. Tony, un amigo imaginario de El resplandor tiene cierta relación con otro amigo imaginario, llamado también Tony, del libro Hangsaman de Jackson. Hay algunas otras similitudes entre los personajes Carrie de Carrie y Eleanor de The Haunting of Hill House. King declaró que Carrie está basada en dos víctimas de abuso en la escuela que conoció. Una escena crucial de Storm of the Century está basada en el libro de Jackson titulado The Lottery.
Y finalmente, otra de sus influencias fue John D. MacDonald.
Ha sido un gran fan de MacDonald a lo largo de su vida, y la deuda que
le debe al viejo escritor parece clara. Del mismo modo que King es un
maestro en el género del terror, MacDonald es bastante popular en el
género criminalístico. King aprendió mucho del arte de penetrar en la
mente de los personajes, utilizado por MacDonald. La manera en que ambos
escritores describe a los personajes, aunque en distinto estilo, son
bastante similares. King y MacDonald demuestran una gran dedicación en
su trabajo, practicando bastantes horas diariamente. King dedicó la
novela Sun Dog a MacDonald, diciendo "Te extraño, viejo amigo."
Debido a su gran popularidad, King es comparado habitualmente con Dean Koontz,
y algunos admiradores desean leer un libro escrito entre los dos. Ambos
escritores declararon lo imposible del proyecto, la razón principal es
el hábito de King de tener personajes con una vida miserable, y Koontz
tiene el de escribir finales felices para la mayoría de sus libros.
Escribió dos novelas colaborando con Peter Straub, The Talisman y Black House. King comentó que tenían planes de escribir el tercer y último de la saga, pero no se ha propuesto ninguna fecha.
Escribió además la novela no-ficticia Faithful con el novelista Stewart O'Nan. Novelas.1974 - Carrie. 1975 - El misterio de Salem's Lot (Salem's Lot). 1977 - El resplandor (The Shining). 1978 - La danza de la muerte (The Stand). 1979 - La zona muerta (The Dead Zone). 1980 - Ojos de fuego (Firestarter). 1981 - Cujo. 1983 - Christine. 1983 - Cementerio de animales (Pet Sematary). 1983 - El ciclo del hombre lobo (Cycle of the Werewolf). 1984 - El talismán (The Talisman, escrito junto a Peter Straub). 1986 - It. 1987 - Los ojos del dragón (The Eyes of the Dragon). 1987 - Misery. 1987 - Los Tommyknockers (The Tommyknockers). 1989 - The Dark Half (La mitad siniestra). 1990 - Apocalipsis (The Stand: The Complete & Uncut Edition). 1991 - La tienda de los deseos malignos (Needful Things). 1992 - El juego de Gerald (Gerald's Game). 1993 - Dolores Claiborne. 1994 - Insomnia. 1995 - El retrato de Rose Madder (Rose Madder). 1996 - El pasillo de la muerte (The Green Mile). 1996 - Desesperación (Desperation). 1998 - Un saco de huesos (Bag of bones). 1999 - La tormenta del siglo (Storm of the century, guion). 1999 - Corazones en la Atlántida (Hearts in Atlantis). 2000 - La chica que amaba a Tom Gordon (The girl who loved Tom Gordon). 2000 - Montando la bala (Riding the Bullet). 2001 - El cazador de sueños (Dreamcatcher). 2001 - Casa Negra (Black House, escrito junto a Peter Straub). 2002 - Buick 8: un coche perverso (From a Buick 8). 2005 - Colorado Kid. 2006 - Cell.2006 - La historia de Lisey (Lisey Story).2008 - Duma Key. 2009 - La cúpula (Under The Dome). 2010 - Blockade Billy.2011 - 22/11/63 (11/22/63).2011 - Mile 81 (publicado únicamente en formato de libro electrónico).2013 - Joyland. 2013 - Doctor Sleep (Secuela de 'El Resplandor'). Anexo:Bibliografía de Stephen King.
Semblanza biográfica: Wikipedia. Texto: El cuento del día. Foto: Internet.