sábado, 27 de febrero de 2010

Du llu espíc ínglich?



Por: Ricardo Bada

Me envió un amigo colombiano el texto de la carta que una señora española había remitido a un programa de radio, para que la leyeran en directo:

«Desde que las insignias se llaman pins, los maricones gays, las comidas frí­as lunchs, y los repartos de cine castings, este paí­s no es el mismo: ahora es mucho, muchí­simo más moderno. Antaño los niños leí­an tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hací­an negocios en vez de business, y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodí­a en vez del tupper-ware. Yo, en el colegio, hice aeróbic muchas veces, pero, tonta de mí, creí­a que hacía gimnasia. Nadie es realmente moderno si no dice cada dí­a cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor. Evidentemente, no es lo mismo decir bacon que panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestí­bulo que hall, ni inconveniente que handicap… Desde ese punto de vista, los españoles somos moderní­simos. Ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings. Sacamos tickets, compramos cómpacs, comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el raffting, en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los frí­os, nos limpiamos los mocos con kleenex. Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto».

Y así continúa la filípica durante unas trescientas palabras más de un texto que concluye con la siguiente boutade (aaaaay, perdón: presunta ingeniosidad):
«Para ser ricos del todo, y quitarnos el complejo tercermundista que tuvimos en otros tiempos, solo nos queda decir con acento americano la única palabra que el español ha exportado al mundo: la palabra "SIESTA". Espero que os haya gustado… Yo antes de leerlo no sabí­a si tení­a stress o es que estaba hasta los cojones».

Prescindiendo de la imposibilidad anatómica de que una señora esté hasta los cojones de cualquier cosa que sea, a mí, la verdad, me parece un imperdonable despiste eso de concluir diciendo que «sólo nos queda decir con acento americano la única palabra que el español ha exportado al mundo: la palabra "SIESTA"». Porque se da la puñetera casualidad de que la palabra "siesta" sólo la entienden los extranjeros que saben algo de español, lo que no tiene ningún mérito, mientras que sí hay muchísimas palabras –más de las que creemos– que se dicen directamente en español en todos los idiomas del mundo, aunque la fonética a veces sea enrevesada.

Vaya acá una relación para nada exhaustiva : aficionado (en sentido taurino), alpaca, amigo, Armada, auto de fe, bolero, Brigadas Internacionales, burrito, caldera (lenguaje vulcanológico), cañón (en sentido geográfico), coca, compañero, cóndor, Conquista, coyote, cumbia, chacona, Che, chili con carne, chihuahua (=la raza canina), chiquita, dengue, des[es]perados, donjuán, donquijote, El Dorado, El Niño, fiesta, filipino, flamenco, gaucho, gazpacho, gorila (en el sentido de guardaespaldas), Grande (en el sentido de persona de alcurnia noble), guerrilla, guerrillero, hacienda, hispano, indio, Inquisición, jerez (pese a fonetizaciones tan vomitivas como "sherry" o "xérès"), Junta, la ola, latino, llama (=el animal andino), machete, macho, mambo, mañana, mariachi, marihuana, matador, mate, merengue, mescal, ole (u olé), paella, pampa, pasodoble, patio, rioja, rodeo, rumba, salsa, sanfermines, señor (así como señora y señorita, aunque no señorito, qué curioso), taco, tango, telenovela, tequila, torero, tornado, tortilla, vicuña, Zorro

Todas esas palabras se dicen en español en cualquier otro idioma del mundo, además de una considerable cantidad de topónimos de, por ejemplo, un país cuyo idioma nacional es el avasallante inglés: Albuquerque, Alcatraz, Amarillo, ¡¡¡América!!! (que es una palabra originalmente española), Arizona, California, Colorado, Chula Vista, El Álamo, El Cajón, El Cerrito, El Paso, Encinitas, Escondido, Florida, Fresno, Las Vegas, Los Ángeles, Madera, Matamoros, Mercedes, Modesto, Monterey, Murrieta, Nevada, Nogales, Novato, Nuevo México, Sacramento, Salinas, San Antonio, San Bernardino, San Buenaventura, San Diego, San Fernando, San Francisco, San Luis Obispo, Santa Ana, Santa Fe, Santa Mónica, Santa Paula, Toledo, Ventura

Y no hablemos del imaginario cinematográfico, con títulos inerradicables tales como (o donde aparecen nombres tales como) Río Bravo, Río Grande, Río Lobo, High Sierra, Viva Zapata, The Tresure of Sierra Madre, OK Corral… o si pensamos en la televisión, Bonanza.

Así es que ya ven que entre sustantivos y topónimos, y sin gran esfuerzo, puedo enlistar 128 de una sola tacada, diez más del doble de los 59 anglicismos enlistados por "Doña Pura". Con la ventaja a mi favor, de que mientras los anglicismos de marras son en su mayor parte modas que pasarán con el tiempo, como el sarampión, el largo centenar de hispanismos de mi lista, por el contrario, forma ya parte inalienable de muchos idiomas del mundo, e incluso de la toponimia de un país cuyo idioma oficial es el inglés.

Que se dejen, pues, de dar la tabarra con eso de los anglicismos y con la pureza del idioma.

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Nota bene : Una lectora cordobesa (de la Córdoba argentina) me llama la atención sobre la existencia de una versión uruguaya de la carta de la señora española, y hasta se comide a acusarla de plagiaria. No llegaré a tanto, pero de todos modos me parece curioso insertar acá el enlace con el texto oriental –uruguayos sólo son los futbolistas, decía Borges–, al menos para cotejar los diferentes léxicos. Pinchar aquí."

jueves, 25 de febrero de 2010

Umberto Eco reflexiona sobre futuro del libro

Para el experto italiano en semiótica los medios modernos de comunicación, parecen haberse creado para la difusión de información y no para su conservación

REFLEXIONES. El también filósofo y escritor destacó que el libro ha sido por mucho tiempo el instrumento principal de difusión.fOTO.fUENTE: Eluniversal.com.mx

"El experto italiano en semiótica, Umberto Eco, dijo que es posible que dentro de pocos siglos la única manera de recuperar información del pasado, cuando los medios electrónicos sean desmagnetizados, sea con la lectura de un libro incunable.

Los medios modernos de comunicación, expresó el también filósofo y escritor, parecen haberse creado para la difusión de información y no para su conservación.

'Yo no soy un conservador recalcitrante. Tengo copias de las más grandes obras de la literatura universal y de la historia de la filosofía en un disco duro portátil de 250 GB', expresó el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2000, en una nota publicada por la revista 'Elle', de febrero.

Desde hace algún tiempo se han estado llevando a cabo conferencias y se han estudiado numerosos métodos para salvar a los libros en las bibliotecas.

Una de las ideas más populares (pero casi imposible de aplicar para todos los volúmenes que existen) sería 'escanear' todas las páginas y transferirlas a medios electrónicos.

Sin embargo, continuó, esto lleva a otro problema: los medios a los que se podría transferir la información con el objeto de conservarla a carretes de películas, de discos, a USB, son mucho más perecederos que los libros.

La mayoría de las personas, añadió el autor de 'El nombre de la rosa', está familiarizada con las desventajas de algunos de los medios de almacenamiento más antiguos.

'Después de un tiempo a un casete de audio se le enredan las cintas y hay que desenredarlas con poco éxito y los videocasetes pierden muy fácilmente el color y la definición', añadió.

Suficiente tiempo ha pasado, añadió, para que las personas sepan cuánto durará un disco de vinilo antes de que se raye, pero aún no se puede verificar el ciclo de vida de un CD-ROM, y aunque fue aclamado como el invento que salvará al libro, pronto se refutó, pues se hizo posible acceder a la información en línea con un costo menor.

'No sabemos qué tanto durarán las películas en DVD, lo que sabemos es que a veces empiezan a comportarse erráticamente si los vemos demasiadas veces. Nunca tuvimos tiempo para descifrar qué tanto durarían los disquetes ya que fueron reemplazados rápidamente por los CD y después por los discos regrabables y actualmente por los USB', ahondó.

De un tiempo para acá, continuó, se sabe que los medios mecánicos eléctricos o electrónicos se deterioran rápidamente o aún no se tiene claro qué tanto durarán. Con algunos tipos de almacenamiento de datos, probablemente nunca se sabrá, sentenció.

El libro, subrayó, ha sido por mucho tiempo el instrumento principal de difusión, y citó como ejemplo el rol de la Biblia impresa, en la Reforma protestante), pero también de conservación.

De los libros modernos, los supervivientes serán aquellos impresos en papel de alta calidad o libre de ácido."

martes, 23 de febrero de 2010

Martes de literatura

Se inicia el ciclo anual de Encuentros de Escrituras Creativas


fOTO; fUENTE:vive.in

Para los que quieran saber cómo iniciar su cuento, o esa pospuesta novela que voy a escribir. O simplemente tener las diferencias de género. Las charlas son debidamente marcadas por un fuerte acento de taller literario, que para el interesado, o el neófito son esenciales. Claro, son motivacionales para despertar al adormecido escritor que todos llevamos dentro. Lo demás, es siempre lápiz y papel como dicen que decía el viejo Hemingway cuando se disponía a escribir siempre de pie...

"Este martes 23 de febrero a las a las 6:00 p.m. en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, del Fondo de Cultura Económica (Calle 11 con carrera 6), se inicia el ciclo de Encuentros de Escrituras Creativas, que a lo largo del 2010 se realizarán el último martes de cada mes, organizado por la Fundación La Fundación Gilberto Alzate Avendaño. El encuentro de este martes de febrero estará a cargo de los escritores Nahum Montt, Cristian Valencia y Carlos Castillo. Entrada libre.

El tema a abordar será "Encuentros y desencuentros entre la crónica, el cuento y la novela" el diálogo se centrará en las características básicas y los supuestos de estos géneros literarios. El simple arte de escribir cuentos, crónicas y novelas: ¿existen universales estéticos dignos de confianza? ¿Cuáles serían esos principios generales o intuiciones recurrentes que más afectan su composición narrativa?


Gracias a esta iniciativa los bogotanos volverán a encontrar un espacio para compartir, con importantes escritores, experiencias sobre la producción de textos creativos. A lo largo de 10 sesiones, estos escritores se plantean debates acerca de los temas fundamentales de las escrituras creativas y dialogan con el público asistente sobre el oficio de escribir.

Programación del año

Marzo 23
De la idea al primer borrador

Abril 27
Historia y relato

Mayo 25
Descubrir el género, el registro apropiado

Junio 22
El narrador

Julio 27
Tiempo y espacio en las escrituras creativas

Agosto 31
Verosimilitud

Septiembre 28
Voces y diálogos

Octubre 26
Construcción de personajes

Noviembre 30
Amarres y cierre de relato"

lunes, 22 de febrero de 2010

La lectura y sus territorios sensuales

La crisis del libro tiene su campo de batalla: las librerías. De diferentes ámbitos se preguntan si el librero es una raza en extinción y ensayan tácticas de supervivencia

LA LIBRERIA COMO TEATRO El Ateneo Grand Splendid. fOTO;fUENTE: Revista Ñ

"En La biblioteca de Babel, Jorge Luis Borges imaginó una biblioteca compuesta de un número indefinido y tal vez infinito de galerías hexagonales, cada una con veinte anaqueles colmados de libros. Un orden pensado minuciosamente para inducir el caos. Si transcurriera en la actualidad, la ficción debería cambiar de lugar: antes que en una biblioteca, tal vez sería más verosímil que la historia estuviera ambientada en una librería. El ritmo de la industria editorial, el congestionamiento de títulos en las mesas de exhibición, las estanterías y los depósitos, las búsquedas de los lectores y las demandas de las editoriales hacen de las librerías argentinas un campo de batalla donde los libros recién impresos desembarcan para desplazar a las novedades del mes anterior y resistir su desalojo cuando lleguen las del mes siguiente.
Bajo este impulso de la industria, las librerías hoy se replantean algunos supuestos básicos. El librero clásico, esa conjunción de experiencia, intuición y sensibilidad que describió Héctor Yánover en sus memorias, compite con un tipo de vendedor que no necesariamente tiene devoción por los libros pero es capaz de despertar ese sentimiento en los clientes o al menos, hacer que los compren.
La rotación de las novedades y la necesidad de atraer a los lectores hacen que los libros estén en movimiento constante entre las mesas y los anaqueles. Pero el ingreso masivo de títulos parece ser una estrategia de comercialización más provechosa para las grandes editoriales que para las librerías, donde el grueso de las ventas proviene de los fondos y no de las novedades.
La cadena Yenny El Ateneo, una de las mayores del país, junto con Cúspide, tiene 40 librerías en todo el país y cien mil títulos en stock. Vende cinco millones de libros al año, lo que representa el 25% de las ventas de las editoriales más grandes. "La nuestra es una librería general –dice Jorge González, director comercial–. La composición de la oferta es la más amplia posible, por la ubicación de nuestros locales y por el target de nuestros visitantes".
Las librerías tradicionales destacan alguna temática específica dentro de la categoría de las librerías generales. Desde 1956, "Hernández es una librería general orientada hacia las ciencias sociales", dice el gerente Ecequiel Leder Kremer. Fundada en 1937 en Rosario, Ross es una "librería integral" que abarca todas las edades y etapas escolares, y "va mutando según las necesidades del mercado y de nuestros lectores", según explica Silvina Ross, socia gerente. Las más pequeñas suelen acentuar sus rasgos diferenciales, al punto de convertirse en "librerías de autor", como la Librería Norte, fundada en 1967 por Héctor Yánover y hoy a cargo de Débora Yánover, su hija. "Pienso mi librería como un poco más que una librería, por eso la creé con un bar, no para pasar y tomarse un café sino para sentarse a debatir sobre libros", dice Pablo Braun, dueño de Eterna Cadencia. El Espejo, en Córdoba, está orientada hacia las humanidades; Ibero Martínez la define como "una librería independiente", en el sentido de que "las editoriales no inciden directamente en nuestro ordenamiento interno ni en la decisión sobre la exhibición".
La primera mesa, en una librería, es la que captura el interés del lector. "Ahí ponemos las novedades, que es lo que cambia la mirada de la gente cada vez que entra –cuenta Jorge González–. Ponemos los títulos que siguen teniendo peso, de los que se sigue hablando mucho y siguen vendiendo bien. Después vinculamos los sectores para que se sigan como en una lectura". Es el espacio de los best-séllers: "En las mesas pongo lo que se vende más", dice Débora Yánover. Y Pablo Braun: "La exhibición en mesa es determinante. Lo que pongo en la mesa es el 70% de las ventas".
Héctor Yánover condensó en Memorias de un librero un savoir faire: "La persona que viene dispuesta a comprar un libro aconsejada por su compañero de oficina, su mujer, sus amigos y hasta por el portero de su casa cambia con el parecer del librero. Porque el librero sabe. El librero es la librería. El librero es el libro". Hoy ese tipo de intervención aparece matizado por nuevas concepciones.
Jorge González opina que "los lectores ahora tienen acceso a muchísima información y profundizan solos sobre títulos o autores que les interesan: cuando van a una librería les gusta revisar por su cuenta".
Silvina Ross reivindica la tradición de los viejos libreros. "Al lector que busca un libro le resulta muy difícil encontrarlo dentro de la inmensa variedad de títulos y autores, por esta razón creemos central la labor del librero", dice. Por eso, "el saber y el bagaje cultural de los libreros siguen teniendo un valor vigente: una persona que ingresa a una librería tiene que encontrar asesoramiento". Para Ibero Martínez se trata de "escuchar la consulta, entenderla y rescatar ese libro escondido que esperaba por su lector en la estantería más alta. No sólo se vende lo que se muestra". Débora Yánover mantiene el legado familiar: "No somos un comercio, creemos en la literatura".
La novedad y el fondo
Las ventas más importantes de las librerías provienen de los libros que integran su fondo y no de las novedades. "Los rankings semanales no dicen la verdad de las ventas –dice Ecequiel Kremer–. Hay muchos libros que en una semana venden muy poco, pero en el año, con salida sistemática y sostenida, son los que más venden". Jorge González también relativiza el peso de los best-séllers: "Los cien títulos más vendidos en las librerías representan poco menos del 13% del total de las ventas", dice. No se trata de encontrar la novedad, sino el libro que continúa vendiéndose. En esta perspectiva los libreros destacan la salida de los libros de literatura infantil y juvenil –el 20% de las ventas en los salones de Yenny El Ateneo– y de los libros de bolsillo.
Pero las novedades atraen. "La aparición de críticas en los diarios, los comentarios, los temas de conversación generan una presión que trae gente preguntando por determinadas novedades", dice Kremer. No pocas veces, sin embargo, los libros reciben comentarios cuando los libreros ya los han devuelto a las editoriales.
Los libreros coinciden en un punto: el ritmo de la industria editorial excede la capacidad de los locales. "Mucho material va directamente al depósito", admite Débora Yánover. "Es imposible poner todas las novedades en exhibición, ya que invaden todo el espacio. Se deben hacer devoluciones permanentes, no hay depósito que alcance", agrega María Eugenia Jaldín, de la Librería Horizonte, de Jujuy, librería general especializada en literatura infantil y textos universitarios.
Libreros y editores
El término, para Ecequiel Kremer, es hiperbiobibliodiversidad. Y a las cifras se remite: Hernández recibe mil novedades por mes. "Uno tiende a creer que en este fenómeno hay un elemento banal –señala–, que se publican muchos libros que no valen la pena. Pero, ¿quién determina qué vale la pena editar y qué no?"
Las librerías responden de algún modo a esa pregunta. "El librero tiene que convertirse en una especie de segundo editor. De entre todo lo que llega, tiene que elegir porque no le alcanza el espacio para exhibir todo", dice Jorge González. "Los editores deberían entender que su trabajo no se termina cuando el libro llega a la librería, sino cuando el librero entiende por qué merece ser vendido el libro que le están mandado", agrega.
Hay también un problema logístico, según explica Pablo Braun: "A veces llegan cien títulos y mando 98 a devolución directa. Lo cual es muy engorroso, porque hay que entrar todo el material en el sistema y después darle salida, sin que haya estado a la venta. Mucho tiempo de trabajo y costo de personal para nada". Patricia Rossi, de la Librería Hiperión, de Santiago del Estero, tiene una receta: "El criterio es tratar de que la librería ofrezca un páramo de tranquilidad, buenos libros y mejores sugerencias para leer. Respondemos como se puede ante un ritmo vertiginoso y un espacio determinado: con un poco de ingenio y mucho ritmo en el depósito".
Pero tal vez el efecto más problemático sea el condicionamiento de lectura que señala Stella Maris Ponce, de la Librería Magister, de Concordia: "El lector termina eligiendo lo conocido, lo más promocionado, los formatos económicos de bolsillo, porque teme no hacer una buena elección. Para el librero es un desafío cada vez mayor contar con un stock amplio que cubra la diversidad de consultas y a la vez seleccionar de acuerdo con el espacio del local y el perfil elegido".
La libertad de los libreros parece relativa. "El mercado juega un papel preponderante, ya que dicta lo que debe leerse. Muchos clientes vienen directamente con los títulos que están en las listas de best-séllers o lo que se promociona por televisión", dice Stella Maris Ponce, quien destaca que "es muy difícil lograr acuerdos con los editores más importantes en cuanto a títulos y cantidades, porque cada uno intenta ocupar el mayor espacio posible dentro de la librería". Ibero Martínez coincide: "Hay una clara tendencia de los grandes grupos editoriales a marcar los modos y los tiempos para la comercialización actual de libros. Los libreros debemos intentar hacernos escuchar, y encontrar el modo de no perder singularidad, de mantener una identidad que nos haga reconocibles".
Ecequiel Kremer apunta dos factores en la inflación editorial. Por un lado, "hay mucha más gente escribiendo". Pero el exceso responde a una planificación: "Las editoriales más grandes saben que una estrategia para expandir las ventas consiste en incrementar la cantidad de lanzamientos: cuanto más lanzan, más venden". El gerente de Librería Hernández confía una clave: "Todas las librerías tienen libros que un lector no vio nunca. Todas las librerías tienen los libros necesarios para ser buenas. La diferencia está en qué es lo que se elige para destacar y cómo se media con los lectores. Los buenos vendedores siguen siendo imprescindibles".

Estrategias de supervivencia librera

Francisco Goyanes. Dueño de libreria Cálamo (Zaragoza, España)
Si ahora mismo, rodeado de facturas, cajas sin abrir, clientes a veces enfadados porque no llegan sus pedidos y representantes editoriales al acecho, tuviera que decidir una estrategia de supervivencia, lo tengo claro: cierro y me voy al campo a cultivar ajos y melones. Respiro hondo. Una encuesta idiota elaborada en el Reino Unido decía que la profesión de librero es longeva y saludable... pero no conozco ningún librero que no viva en permanente estrés: acabo de volver a fumar después de dos años. Los puntos de venta de libros siempre existirán a pesar de Google y la edición electrónica. Lo que me temo es que muchos de ellos no serán lo que todos conocemos como librerías tradicionales. Hay que reinventar el término, hay que ser modernos y competitivos, hay que ser diferentes. ¿Cómo? Pues recurriendo a la tradición. ¿Qué es un buen librero? Una persona que entiende de libros, que aconseja con criterio, que sabe disponer el género que vende de manera atractiva, que está atento al devenir de la sociedad en la que vive, que no rechaza la tecnología sino que se aprovecha de ella para dar un mejor servicio. Lo que digo es obvio, pero también difícil de encontrar. Creemos librerías hermosas, con verdaderos libreros prescriptores, de esos que pelean por conseguir cualquier libro y que no se quitan a los clientes con la manida frase "está agotado". Libreros dinámicos que conviertan sus espacios en centros de agitación cultural, libreros imaginativos que hagan de la venta un acto divertido y diferente, libreros capaces de atender al niño que empieza a leer, a la señora con dificultades de visión o al sesudo profesor universitario. Controlemos nuestro stock: vendamos los libros que queremos vender, no los que impongan los medios o las grandes estructuras comerciales. Mantengamos un criterio que nos haga diferentes. Analicemos nuestras finanzas de manera profesional y no nos embarquemos en aventuras propias de Salgari. Escribo esto a la vez que estoy cerrando una librería y abriendo otra, y recuperándome de la entrega de los Premios Cálamo. Estoy cansado, agobiado, asustado por unas ventas que no acaban de animarse, pero también estoy feliz de ser librero, una profesión que me da de comer y beber (importante) y que no aburre ni un momento. Y dejaré de fumar otra vez enseguida... longevos y saludables..
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viernes, 19 de febrero de 2010

Bibliófilos: leemos a Justine de Durrell

LECTURAS COMPARTIDAS
Vamos para la tercera sesión de la lectura de esta exquisita novela...


"Un manifiesto estético del autor"

Nota:

"Los personajes de esta novela, la primera de una serie, así como el narrador, son ficticios y nada tienen que ver con una persona viviente. Solo la ciudad es real.

Como la literatura moderna no nos ofrece Unidades me he vuelto hacia la ciencia para realizar una novela como un navío de cuatro puentes cuya forma se basa en el principio de la relatividad. Tres lados de espacio y uno de tiempo constituyen la receta para cocinar un continuo. Las cuatro novelas siguen este esquema. Sin embargo, las tres primeras partes se despliegan en el espacio (de ahí que las considere hermanas no sucesoras una de otra) y no constituyen una serie. Se interponen, se entretejen en una relación puramente espacial. El tiempo está en suspenso. Sólo la última parte representa el tiempo y es una verdadera sucesora.

La relación sujeto-objeto es tan importante para la relatividad que he debido emplear los dos tonos: el subjetivo y el objetivo. La tercera parte, Mountolive, es una novela estrictamente naturalista en la cual el narrador de Justine y Balthasar, se convierte en objeto, es decir en personaje. Este método no debe nada ni a Proust ni a Joyce, pues a mi entender, sus métodos ilustran la noción de "duración" de Bergson, no la relación "espacio-tiempo".

El tema central del libro es una investigación del amor moderno. Estas consideraciones pueden parecer un poco presuntuosas e incluso grandilocuentes. Pero valga la pena tratar de descubrir, una forma, adecuada a nuestro tiempo, que merezca el epíteto de "clásica". Aunque el resultado sea "ciencia-ficción" en la verdadera acepción del término."

L.D.


AUTOR
Lawrence Durell, autor británico. fOTO:Internet. fUENTES:eNLACES

"Lawrence Durrell nació en la India de principios del siglo XX hijo de padres británicos. Fue enviado a Inglaterra a la edad de once años para completar su educación y allí permaneció hasta principios de los años treinta, cuando, como cualquier aspirante a artista que se preciara en ese momento, se instala en París para ser escritor. Allí conoce a Henry Miller, forjando una amistad que duraría años, a quien envió el primer manuscrito de El libro negro, una de sus primeras obras publicada en 1938, en la cual es muy evidente la influencia de Miller. Con el escritor americano mantuvo una correspondencia constante que fue publicada a finales de la década de los ochenta.

En 1935 se marcha a la isla griega de Corfú con su familia, en uno de sus múltiples viajes. Su hermano Gerald, naturalista y escritor, que hace un retrato de la vida de su familia en esa época, en Mi familia y otros animales, en un tono desenfadado y sumamente divertido, describiendo a su hermano mayor Larry como un afectado aspirante a escritor. El mundo mediterráneo, sea Corfú, Alejandría, Rodas o el Chipre que nos presenta en Limones amargos, es una constante en la obra de Lawrence Durrell.

Su trabajo para el Foreign Office en varias embajadas, le sirvió, a parte de para subsistir económicamente, para presentar en sus obras una visión irónica del mundo diplomático, visión que llega a la comedia en Antrobus, una obra menor en su bibliografía pero, sin duda, un libro más que recomendable. Pero su trabajo en las embajadas le sirvió para algo más importante: durante la Segunda Guerra Mundial estuvo destinado a la embajada de Alejandría, marco y protagonista de la mejor de sus obras, El Cuarteto de Alejandría.

El amor, un intento de definirlo, es uno de los temas de El Cuarteto, como también lo fue de El quinteto de Avignon, otra obra magna, no tan conseguida como el Cuarteto pero altamente recomendable, donde Durrell vuelve a la Segunda Guerra Mundial teniendo en esta ocasión como escenario principal Europa y donde, nuevamente, el amor el sexo y la importancia de los personajes femeninos, marcan las novelas. Publicadas entre 1974 y 1975, Monsieur, Livia, Constance, Sebastian y Quinx, nos ofrecen otro juego: no hay un orden concreto de lectura marcado por el autor.

Hay que destacar también obras como La revuelta de Afrodita, compuesta por Tunc y Nunquam, o El laberinto oscuro (Cefalú), aunque sus obras sobre viajes, como Limones Amargos o Las islas griegas, son una magnífica opción para conocer a este autor. Lawrence Durrell murió en 1990 en el sur de Francia donde vivía desde los años sesenta.


Enlace para acceder al texto de Justine
Crítica

jueves, 18 de febrero de 2010

Seis hipótesis sobre la segunda persona

LAS FICCIONES DEL TÚ

Varias novelas publicadas en los últimos meses utilizan el mismo recurso gramatical: apelar al otro. ¿Una reacción contra la literatura del yo?



INTERROGANTE. ¿Se tratará, siempre, de un experimento? ¿O será que esta vez llegó para instalarse? ¿Es un mero recurso técnico, una figura retórica?

iLUSTRACIÓN; fUENTE: Revista Ñ

"Supongamos que es una ten­dencia literaria. Y la bautiza­mos: "ficciones del tú". Nos dirán que eso siempre existió. Di­remos: sí, es verdad. Lo curioso, lo que lo convierte hoy, aquí, en tendencia, es el hecho de que en los últimos meses, en la Argenti­na, se publicaron al menos cuatro novelas escritas en segunda per­sona, además de cuentos y ree­diciones. Digamos, además, que esa coincidencia nos sorprendió y quisimos indagar en esos libros, y en algunas otras cuestiones de los alrededores de la literatura, buscando explicaciones. Dejamos disparada la pregunta: ¿se tratará, siempre, de un experimento? ¿O será que esta vez llegó para insta­larse? ¿Es un mero recurso técni­co, una figura retórica? ¿O no ha sido lo suficientemente bien leído y valorado?

Pero antes, un paréntesis, aunque algo obvio, necesario: la segunda persona en el país pre­senta problemas adicionales. La elección del voseo implica una renuncia: la de competir en el mercado hispanoamericano. Si se elige el "modo respetuoso", el usted, los verbos se conjugan co­mo en tercera persona, con lo cual la segunda, al menos en el aspecto verbal, se desdibuja. El tú es, hoy y aquí, patrimonio de las traduc­ciones o del resto de la literatura latinoamericana que se lee y se publica por estos lados. (Aunque el you del inglés suele traducirse, alternativamente, como tú, usted o ustedes.)

Empecemos por Agosto, de Ro­mina Paula (Buenos Aires, 1979). La novela se articula en torno de la amiga muerta de la narrado­ra, interlocutora y objeto de la narración. Abre: "Algo así como que quieren esparcir tus cenizas; algo como que quieren esparcir­te". La protagonista, Emilia, viaja a su Esquel natal para despedir a su amiga muerta y reencontrarse con su pasado. Agosto resulta un relato de viaje contado a alguien que ya no está: la segunda perso­na es una ausencia. Cuando un tercero (Juli, el ex de la narradora) cobra presencia, la segunda per­sona le deja lugar, se aparta como un velo, sutil, casi tímida, como pinceladas, para luego volver ce­nizas, volverse nada, volver otra, o recuerdo. El problema del tú/vos está casi soslayado por el uso pre­dominante del pretérito indefini­do, válido para las dos formas.


Contra el yo

Primera hipótesis (y su negación): la segunda persona vendría a reac­cionar contra la tan visitada "litera­tura del yo" o "autoficción", incor­porando a otro cercano con el que dialogar, al que contarle la histo­ria, a quien apelar, representación de esa otra ausencia: el lector. O, por el contrario, las ficciones del tú no son sino una derivación de aquellas ficciones del yo. Romina Paula, por lo pronto, recorre esa parábola: su primera novela ¿Vos me querés a mí? (Entropía, 2005), pertenecería a la categoría del yo.

En Tu mano izquierda , de Lau­ra Meradi (Adrogué, 1981), una nena es la narradora en segunda persona, punto de vista y protago­nista. Cecilia tiene que crecer de golpe por la crisis de pareja de sus padres y por el drama que sufre su hermano Manuel. De hecho, el "tu" del título no alude a la enun­ciación del relato sino a la mano de Manuel. Otra vez, la segunda deja al descubierto una ausencia. A diferencia de Romina Paula, en Meradi la segunda es omnipre­sente y única.

Segunda hipótesis: la segunda persona es la mejor elección cuan­do se trata de seguir la perspectiva de un chico, o de un adolescente. En "Conejo" ( Las otras puertas , 1962), cuento de Abelardo Casti­llo, un chico abandonado por su madre "se las agarra con" su pe­luche en un monólogo modelo. Hablando de J. D. Salinger, El cazador oculto (1951) apela a la segunda persona del lector ("Si en realidad quieres escucharlo, lo primero que querrás saber es dónde nací y cómo fue mi jodida niñez..."; también fue traducido en segunda del plural). La apela­ción es intencional: una novela iniciática en grado sumo necesita acercar lo más posible a ese nue­vo público adolescente, buscando un lector cómplice, de códigos comunes. También una segunda adolescente guía la novela recien­temente reeditada de Juan Forn, Corazones (Emecé). Iniciática como en Salinger, con una fuerte apuesta al vos y apelando al pro­tagonista, como en Meradi: punto de fuga que camufla el gesto auto­biográfico, ropaje, velo, escondite necesario para el narrador que no soportaría, acaso, tanta carga yoica. Forn lo explicita en la nota final: "En algún momento de la infancia dejé de pensar en prime­ra persona para hablarme en esa segunda persona tan beligerante como temerosa que aparece a lo largo del libro". Es el yo que se desdobla y se narra a sí mismo. "No voy a contar toda mi maldi­ta autobiografía ni nada de eso", aclara, por si hiciera falta, el narra­dor de El cazador oculto.


Tendencia de la moda

Tercera hipótesis: del lado de afuera de la literatura, pero cer­ca del mundo femenino, Buenos Aires se está llenando de casas de ropa que usan como marca la segunda persona: Cómo quieres que te quiera; Agarrate Catalina; Decime tortuga; Haceme tuya; Cuando te conocí; Te conozco Margarita; Lo que tú digas; Me importas tú; Palito bombón, ves­tite y andate; Ponte guapa, y así (algo de encajes y puntillas tendrá la segunda persona). En este caso, hablamos de una tendencia de la moda. Otra sería la voz del géne­ro epistolar hoy, multiplicada en progresión geométrica gracias al correo electrónico. Entonces, "está de moda" porque es la persona de los mails.

Mujer de muchos años y de clase alta es la protagonista de la novela ganadora del Premio Cla­rín de novela 2009, Más liviano que el aire, de Federico Jeanmaire (Baradero, 1957). Acaso en la sen­da de Misery (1987), de Stephen King, una mujer, Lita, ha ence­rrado en el baño a un adolescente de 14 años, Santiago, que intentó robarle. En un largo monólogo, ella no deja de hablarle, los tres días que dura el encierro, en un respetuoso tratamiento de usted, como corresponde a una mujer de su condición. La voz del chico nunca se oye en el relato pero a través de su silencio la mujer va reconstruyendo su historia. Ya en su nouvelle fantástica, Aura (1962), Carlos Fuentes usó el re­curso de la segunda persona para contar la extraña relación entre un joven y una mujer mayor.

Cuarta hipótesis: la segun­da persona no es uniforme pero siempre es inclusiva, implica y contiene necesariamente a la pri­mera y la tercera. O dicho de otra manera: no hay dos sin tres.

El mismo procedimiento de Meradi y de Forn (un tú que "ca­mufla" a un yo) utiliza Matías Ca­pelli (Buenos Aires, 1982) en su relato (o capítulo) "Sólo estás san­grando", de su libro Frío en Alaska (Eterna Cadencia). Y al contrario, en el cuento "Ser otro", que cie­rra su libro Mármara (Alfaguara), Inés Fernández Moreno (Buenos Aires, 1947) utiliza el recurso de un "usted" lector o interlocutor que se "traga" la historia que le cuenta un narrador-guía.

Pero las nuevas ficciones del tú no sólo se producen en la Argen­tina, no son generacionales ni de género. En Alemania, donde los escritores vienen anunciando una salida estratégica de la literatura del yo, de la escritora Katja Lange-Müller (1951, Berlín Oriental), aca­ba de publicarse Ovejas feroces , la historia de un amor "autodestruc­tivo" de los 80, entre Soja y Harry, una mujer de 39 años y un adicto en proceso de supuesta recupera­ción, en la que "tú" es él, el otro, el ex, el amor que fue. Otra vez, una ausencia. Un desgarro: la segun­da persona es, aquí, metáfora de la distancia entre los cuerpos. Y la historia personal se talla en el con­texto de la división Este-Oeste, pre caída del Muro. Interesante: la no­vela intercala fragmentos escritos por Harry que desconocen a Soja (el tú desconoce al yo, o al revés).


No sé tú

Quinta hipótesis : la narrativa toma la segunda persona en préstamo de la lírica (la gran mayoría de la poesía amorosa: amor se dice en segunda persona), las canciones, algunos rezos. Podríamos llenar miles de páginas con ejemplos. Pero hay uno en particular que "ilustra" estos conceptos. Es el comienzo del Canto a mí mismo , de Walt Whitman: "Me celebro y me canto a mí mismo / Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti". Y uno de los fragmentos más bellos de la literatura de todos los tiempos: hacia el final de Romeo y Julieta (William Shakespeare), el monólogo de Romeo frente al cuerpo de Julieta narcotizada.

Aquí deberíamos hacer un mí­nimo recorrido por aquellos clási­cos del tú. Los 60 alentaron el uso de la segunda persona, tendencia que se instaló en esa década en Latinoamérica. Diez años des­pués del paradigmático y conta­gioso La modificación (1957), de Michel Butor (21.35 horas de viaje en tren, París-Roma, en segunda persona del plural), otro francés experimentador y único, George Perec, publicaba Un hombre que duerme , con un lector-protagonis­ta. También Italo Calvino constru­ye un lector-héroe en Si una no­che de invierno un viajero (1979). Una buena idea para la literatura infantil, que la explotó en la serie best-seller Elige tu propia aventu­ra , donde el pequeño héroe-lector vive la ficción de ser protagonista y escritor, al elegir por dónde con­tinuar (página tal o cual).

Escritores de todos los tiempos se dejaron atrapar alguna vez por las redes del tú (tentadoras pero, acaso, restrictivas). Entre otros, Marguerite Duras, Marguerite Yourcenar, Samuel Beckett, Gün­ter Grass, Juan Goytisolo, Lorrie Moore, por hacer una lista acota­da y desprolija. En el prólogo de Underworld (1997), Don de Lillo apuesta a los distintos registros del tú, usándolo como un zoom que involucra al lector en distin­tos niveles del relato. El cuento "Corazón delator" (1843), de Ed­gar Allan Poe, es uno de los tantos ejemplos que utilizan la conven­ción de apelar al lector al princi­pio, como lo hará, mucho más acá en el tiempo, el premio Goncourt 2006, el franco-norteamericano Jonathan Littel, en Las benévolas , para acercarse al punto de vista de un perverso oficial de las SS que escribe sus memorias. Como figu­ra retórica, las construcciones en segunda persona se han utilizado para encabezar la literatura funda­cional de todos los tiempos, ya sea apelando a los dioses, como en La Ilíada ("Canta, oh diosa, la cólera del Pélida Aquiles"), al propio pro­tagonista, como en el Facundo de Sarmiento ("Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte"), o al lector, como Moby Dick, de Melville ("Call me Ishmael", traducido "Llámame..." o "Pue­den llamarme Ismael").

En el ámbito nacional, podríamos sumar, al vuelo, dos ejemplos: Cortázar, gran experimentador de las letras argentinas, supo utilizar alter­nadamente el tú y el vos (alter­nancia marca de época). Del laboratorio Cortázar podemos extraer dos muestras de Ulti­mo round (1969, reeditado por Siglo XXI). De la serie de sus prosas poéticas y al borde del género epistolar, "Tu más pro­funda piel" comienza: "Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía –sábe­lo, allí donde estés– es el per­fume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel". En el diálogo de "Silvia", opta por el vos: "Ya está, vos también caíste –dijo Nora...".

Y la literatura de Manuel Puig está atravesada por un tú particular: el de los diálogos del cine y las telenovelas, del bolero, de los géneros popu­lares, del diálogo de vecinas, la ficción guionada. Particu­larmente, en Sangre de amor correspondido (1982), amor y adolescencia confluyen y obli­gan a la segunda a darse.


Ultima hipótesis

Sexta hipótesis: las instruccio­nes, recetas y manuales son textos que usan la segunda per­sona pero en modo imperativo, así como los libros de autoayu­da. Géneros no literarios pero, una vez más, que ponen a esa persona, la segunda, en pri­mer plano. Tataranietos de ese famosísimo texto imperativo que son Los diez mandamien­tos . Tú o usted también es el modo en que curas y psicoana­listas se dirigen a sus fieles en el confesionario o sus pacien­tes en el diván.

Entonces: mails, mensajes de texto, recetas, autoayuda, manuales de instrucciones, gi­ros de la oralidad, insultos, ne­gocios de moda, confesionarios y consultorios... las acciones de la segunda persona cotizan, y el contexto empapa, o se cuela en la literatura, y están aque­llos autores que pescan algo en el aire, algo que estuvo y ya no está: un amor, una ausen­cia, una evocación, la niñez, la adolescencia, en fin, algo que se fue para no volver. Casi co­mo un perfume, que se huele, se percibe fugaz, se intuye. El tú compensa el silencio del otro. O dicho de otro modo: la segunda persona resuena en el hueco que deja tu silencio. Pero además, intenta atraparte, ser un imán, una carnada. Us­ted, tú o vos, lector, también, para la escritura que los invoca, ustedes son parte fundante de las ficciones del tú.

Una escritura excepcional
Por Juan Martini - Escritor.
En El grado cero de la escritu­ra (1972), Roland Barthes fijó la idea de que la tercera persona y el pretérito indefinido eran los anclajes de verosimilitud del mi­to y de la novela. De hecho, es la novela francesa del siglo XIX, de Balzac a Flaubert, la que es­tablece un pacto de lectura que llega hasta hoy: es esa persona narrativa y es ese tiempo verbal los que hacen creíble para el lector una historia que en rigor es una ficción. Fue en el seno de la literatura francesa del siglo XX donde se consumaron dos célebres operaciones renovado­ras de este acuerdo o canon. En 1942 Albert Camus publicó El extranjero y en 1957 Michel Bu­tor, La modificación . La novela de Camus está escrita en prime­ra persona y pretérito perfecto. La de Butor está escrita en se­gunda persona y en presente. La demolición de los cánones del XIX había comenzado con Mar­cel Proust y P or el camino de Swann (1913), pero fue con la obra de Butor, y con las novelas de Alain Robbe-Grillet, en los '50, cuando la última vanguar­dia narrativa, el Nouveau Roman, celebró el encumbramiento de sus postulados.

Hoy, los lectores tienen al alcan­ce de sus manos un puñado de novelas que, por azar o por nece­sidad, están escritas en segunda persona o apelan a un personaje no presente mediante este recur­so. La alemana Katja Lange-Müller en Ovejas feroces y la argentina Romina Paula en Agosto se valen de este procedimiento para hacer de sus historias, textos y discur­sos que imponen así, con firme­za, su vocación de necesidad, un principio que la novela argentina perdida en la parodia había creído necesario desterrar. Ni Lange-Mü­ller ni Paula llevan el recurso hasta los límites alcanzados por Butor, que trabajó con una segunda per­sona rigurosa y construtó allí, en ese acertijo hasta entonces inex­plorado, una nueva dimensión pa­ra los relatos y ficciones. Ovejas feroces y Agosto son historias contadas en primera persona y apelan a la segunda, o se dirigen hacia el objeto del relato, o hacia otro sujeto, mediante la apelación. La modificación, por el contrario, había eliminado a la primera per­sona. Por su extremo rigor, pero también por un extrañamiento abismal que parece desnatura­lizar la narración, la escritura en segunda persona es excepcional. Y es posible imaginar que a partir de obras excepcionales, como las citadas, su insistencia en ella sólo podría conducir a la parodia. O a más parodia. Algo que las mejores novelas argentinas contemporá­neas ya perciben que no conduce a nada.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Done su acento al mundo

Se buscan hablantes voluntarios para llenar el mapamundi con todos los dejes del español


Ilustración:Revista Ñ fUENTE:La Vanguardia.es

"Las wikis están imparables. Con todas sus grandezas y todos sus defectos, lo cierto es que son herramientas de gran utilidad siempre que uno sepa cómo utilizarlas. Es el caso de la Wikilengua, una web colaborativa especializada en cuestiones lingüísticas del español, que echó a andar hace dos años, en enero del 2008.


Ahora, esta wiki ha puesto en marcha un ambicioso proyecto: el atlas lingüístico oral. El objetivo final es que quien lo consulte pueda oír algunas frases en español pronunciadas con los acentos de cualquier rincón del mundo hispanohablante. Para añadir una grabación, hay que decir un texto corto, de contenido y estilo libres, a gusto del donante de acento.

Con ello se confeccionará el atlas de acentos plurales, desde (y ahora, unos cuantos tópicos) los cálidos tonos caribeños, hasta los arrabaleros acentos porteños, las académicas voces colombianas, las cantarinas mexicanas, los ceceantes dejes andaluces... En cualquier caso, la empresa es digna de llegar a buen puerto.

Siguiendo el sistema de Google Earth - donde el usuario cuelga fotos de los lugares que quiere inmortalizar, marcados con una chincheta virtual y con la debida explicación-,el atlas lingüístico de la Wikilengua, con la tecnología de Google Maps, muestra los mapas con sus chinchetas de situación. Al acercar el puntero, aparece el texto y, activando la reproducción, se oyen esas palabras. En la zona de Buenos Aires, por ejemplo, un colaborador ha grabado una frase fenomenal, sintética y descriptiva a la vez, en acento rioplatense:

"Si querés irte, andate. Yo no te voy a parar".

Javier Bezos, cuerpo y alma de la web, sugiere colgar grabaciones que reflejen el habla espontánea, incluso algún fragmento de conversación entre dos o más personas, para dejar constancia de los múltiples acentos. El atlas es sólo un apartado más de la Wikilengua, iniciativa de la Fundéu BBVA que, según Bezos, abre camino para otras lenguas: "En foros extranjeros, como por ejemplo franceses, se ha planteado hacer algo similar porque no siempre es fácil llegar a todos los rincones de la lengua".

Ahora mismo, lo mejor del atlas lingüístico es que todo está por hacer, los mapas están prácticamente vírgenes. Anímense y aporten su acento a su lugar de procedencia. En España, por ejemplo, sólo hay dos chinchetas: en Madrid y en Sevilla. En Hispanoamérica, hay poquísimas grabaciones, y en las Filipinas, en Guinea Ecuatorial, en Belice o en Sefarad (en el mapa aparece el Mediterráneo oriental, incluido Oriente Próximo), todo está por grabar"

viernes, 12 de febrero de 2010

"Del Castillo Literario" es destacado en La Vanguardia.es

Tengo un blog, es la sección de La Vanguardia.es para destacar blogs que se alimentan de sus páginas de información.
Portada del blog 'Del Castillo Literario'
Portada del blog 'Del Castillo Literario' / Marcelo Del Castillo.fOTO; fUENTE: La Vanguardia.es

"Mi blog 'Del Castillo Literario' es un espacio de difusión literaria para actualizarse con el ejercicio de la imaginación. Nació por la necesidad de expresión literaria, para difundir más, haciendo eco noticioso, el quehacer de los escritores de nuestra lengua y, por supuesto, de la creación literaria mundial que se nutre de las noticias literarias que produce, tanto La Vanguardia.es, como otros medios nacionales e internacionales. Agregándoles un debido comentario a las notas, ampliando la cobertura de la información; también al incorporar enlaces a las obras de los autores. Con ello, se desarrolla una cierta pedagogía literaria.

Imagen de un post del blog 'Del Castillo Literario'
Imagen de un post del blog 'Del Castillo Literario' / Marcelo del Castillo

En general, 'Del Castillo Literario' mantiene un crecimiento notable de visitas de jóvenes cibernautas aficionados a la literatura con el deseo de saber por qué tal autor es importante. Así, por supuesto, se logra despertar un mayor interés por el placer de la lectura.

Mi blog se mantiene actualizado a diario y se emite en Bogotá, Colombia, desde octubre de 2007, para el ciberespacio planetario donde no hay fronteras. Lo dirige Marcelo Del Castillo. Antes que escritor marginal, como toda la literatura que se ha escrito en el mundo, es un lector infatigable, caótico y diverso. Lee hasta los papeles caídos en las calles, de los cuales considera un potencial detritus universal, con el cual escribirá un libro invencionario de ficciones recicladas de esa misma realidad, haciendo una especie de "ecología literaria".


Realizador de video, guionista y bloguero. De la dramaturgia audiovisual desarrolló sus técnicas de elaboración creativa para utilizarlas en la escritura de su ópera prima de novela titulada El Sueño del perro. La recomendación es entrar siempre en el blog temático 'La Casa del Autor' donde se pueden encontrar un legado de citas, experiencias y ejercicios de autores que tuvieron y tienen que ver con el oficio de escritor."

jueves, 11 de febrero de 2010

Bodas sin oro; por supuesto, nada, nadaista


Natalia Montejo Vélez

Promotora de lectura

Biblioteca Pública Virgilio Barco

Tel: 3158890 ext 335

Correo electrónico: nmontejo@biblored.org.co

Adolescentes pierden capacidad de leer y escribir textos largos por culpa de Internet

La Red está minando la capacidad de concentración de los jóvenes

Imagen virtual. fOTO: Archivo. fUENTE:El espectador.com

Interesante estudio, de los estudios de los jóvenes. Pero hoy por hoy es una realidad la simultaneidad de acciones como de narrativas frente a la pantalla.

"Internet está minando la capacidad de concentración de los jóvenes, según un estudio dirigido por el profesor David Nicholas, de University College de Londres.

Según ese estudio, los adolescentes están perdiendo la capacidad de leer y escribir textos largos porque la Red moldea a las mentes de forma que funcionan de modo distinto de las de generaciones anteriores.

Los investigadores estudiaron la forma en que un centenar de individuos de edades comprendidas entre los doce y los dieciocho años respondían a preguntas que exigían cierta investigación.

La mayoría de los adolescentes contestaron tras consultar la mitad de las páginas de Internet que los adultos y sus respuestas resultaron más incompletas.

Según el profesor Nicholas, un 40 por ciento de los que participaron en el estudio no consultaron más de tres páginas de los miles disponibles en la Red sobre un tema determinado.

Por el contrario, las personas que se educaron antes de la llegada de Internet volvían a las fuentes y profundizaban en ellas en lugar de saltar de una página a otra.

"Hay pruebas empíricas de que la sobrecarga de información y el pensamiento asociativo está remoldeando el funcionamiento del cerebro de los jóvenes", afirma el psicólogo Aleks Krotoski."

Bibliófilos informa y explica

INCISO INFORMATIVO

DE INTERÉS PÚBLICO


Para informarles a los lectores y seguidores planetarios y crecientes Bibliófilos, que últimamente se están presentando en el cuerpo del Blog, como noticia, larguísimos listados de accesorios electrónicos y de computación, o de accesorios de lujo para damas y caballeros como también, otros listado de perfumería de alto costo, cuyos anuncios el administrador del Blog considera abusivos y de origen desconocido ni es responsable de su aparición intrusa totalmente mercantil y comercial.
Se debe, tal vez, a un hacker resentido; por supuesto, vendedor de las mercancias de este tipo de anuncios que nada tienen que ver con el carácter informativo y literario del Blog.

Así, pues, que de antemano van nuestras disculpas a los lectores planetarios, si al momento de entrar a cliquear la información literaria y cultural, se hallan frente a su pantalla con este tipo de anuncios. Mil perdones, pues en los monitoreos incesantes serán immediatamente suprimidos como se ha venido haciendo y lo exige el carácter del Blog.
Gracias por seguirnos continuamente; y por su excepcional comprensión, por ello trabajamos para seguir informando con más continuidad de la vital actualidad literaria como del quehacer cultural de nuestra biblioteca, de la ciudad, de nuestro país, y por supuesto del mundo de nuestra lengua.
Bibliófilos
El Blog oficial del
Café Literario de la Biblioteca Pública Virgilio Barco de Bogotá. Colombia.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Los manuscritos de ‘La vorágine’

La Biblioteca Nacional revelará esta semana al público cuadernos originales de la gran novela de la literatura colombiana.

Fueron entregados por un descendiente de José Eustasio Rivera. fOTO: David Campuzano.fUENTE: El Espectador.com

"Los cuadernos tienen una composición visual tan dramática y elocuente que pudieran pasar como genuinas obras de arte plástica", dijo el investigador y curador Carlos Páramo.


"Querido don José Eustasio Rivera:

Fue difícil no sentir cierto beriberi cuando el enguantado experto en conservación de la Biblioteca Nacional apareció con los documentos que estuvieron a la deriva por más de 80 años. Ahora permanecen envueltos en suave papel desacidificado, de pH neutro, y pegado con cintas blancas. El sobre marcado como número 1 contiene un cuaderno alargado de tapa rojiza, de los que Usted también utilizaba para llevar la contabilidad de la hacienda de Sogamoso a comienzos del siglo pasado. Por lo que veo, resistió el frío del altiplano, el sopor de su Huila natal y la humedad de la jungla. Al abrirlo se encuentra uno con el título La vorágine, debajo un gran tachón como si hubiera querido cambiarlo y el inicio de la primera parte de la novela del realismo lírico que partió en dos la historia de la literatura colombiana, antes del realismo mágico de Cien años de soledad.

La caligrafía en tinta azul es hermosa, alterada por enérgicas enmendaduras y anotaciones al margen, siempre en busca del término más cadencioso. Palabras sobre palabras, pasadas luego a la máquina de escribir antes de lograr la versión definitiva (1924), que despiertan la curiosidad sobre su proceso creativo. Novedad en Colombia y en las decenas de países en los que generó impacto el relato definido como el encuentro de Occidente con la selva. -Previo a su temprana muerte en Nueva York, a los 40 años, Usted vio la traducción al inglés, pero le cuento que la trágica aventura de Arturo Cova se lee en portugués, sueco, ruso y hasta en chino. Si viera la bella y más reciente edición hecha en Colombia en 2006 por la fotógrafa Sylvia Patiño Spitzer-.

En cambio, inmaculada aparece la primera frase del cuaderno 1, cuya fuerza poética atrapa a los lectores, se convierte en una de las citas más reconocidas de nuestra cultura y marca el tono épico, entre moderno y posmoderno, que no decae hasta el epílogo: "Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia".

El primer borrador se cierra con una anotación Suya, avalada por su firma, entonces de abogado funcionario de la Comisión de Límites en la frontera con Venezuela: "este cuaderno viajó conmigo por todos los ríos de Colombia durante el año 1923, sus p{aginas fueron escritas en las popas de las canoas y las piedras que me sirvieron de cabecera, sobre los cajones y rollos de cables, entre las plagas y los calores. Terminé la novela en Neiva el 21 de abril de 1924".

Las manos autorizadas sacan del sobre 2 un cuaderno del mismo estilo pero cuadrado, en el que Usted bosquejó la segunda parte de su obra máxima, no la totalidad, con el mismo ritmo riguroso de escritura y reescritura. Más difícil de leer porque predominan los trazos de lápiz negro que tienden a borrarse, al parecer de forma irremediable. El tercer sobre no es menos sorprendente: protege los mapas y rutas de Sus viajes por la Amazonia, con apuntes grises de número de horas o días de viaje, nombres de trochas y crédito a los mapas del cartógrafo Hamilton Rice. Una guía para navegar "la selva de anchas cúpulas" y "los iracundos ríos", como Usted los define en Tierra de promisión, su libro de poemas.

En una hojita cuadriculada están sus travesías por el río Guaracú y sus barracas, epicentro del libro. Y en otras un documento de Franco Zapata sobre el "modo de trabajar la goma (caucho) en Brasil". Zapata y su esposa Alicia Hernández fueron los modelos reales de Arturo Cova y su amada Alicia. No sé si fue producto de la imaginación, pero al acercar la nariz a los manuscritos me pareció captar un viejo aroma a selva que se resiste a evaporarse entre los ácidos de la civilización.

A partir de esta semana sus escritos serán motivo de estudio cuando queden a disposición de los investigadores y del público, en formato digital. Los originales pasarán a una urna de vidrio como atractivo principal de la exposición La vorágine, abierta por la Biblioteca Nacional en noviembre y que seguirá gratuita hasta el mes de marzo en el centro de Bogotá.

Hallazgo trascendental

Más emocionado con el hallazgo está uno de los curadores de la muestra. Se llama Carlos Páramo -nombre para personaje novelesco-, es antropólogo de la Universidad Nacional y, como estuvo el investigador chileno y biógrafo de don José Eustasio, Eduardo Neale-Silva, vive obsesionado con descifrar el origen de cada una de las 340 páginas de La vorágine, considerada por Horacio Quiroga "el libro más trascendental que se ha publicado en el Continente". De Usted dijo el escritor uruguayo, otro maestro de los relatos de la selva: "su aliento épico no lo poseyó novelista alguno en América. Pasarán muchos años antes que nuestro Continente dé a luz un poeta de tal valer".

Páramo no duda de que los papeles Suyos serán trascendentales para despejar muchas de las preguntas sobre "el gran mito de Occidente". "No sólo valen como documento literario sino como documento histórico y antropológico, pues en varias ocasiones en un mismo cuaderno se consignan por igual pasajes de la novela en borrador y la información de primera mano que José Eustasio Rivera obtuvo durante su viaje por la Amazo-Orinoquia".

Quien se nota muy tranquilo es Sergio Calderón, el descendiente de Rivera que descubrió los legajos en el baúl de los recuerdos de la familia. Admite que se vino a dar cuenta de su importancia en 1988, año de la celebración de los cien años del nacimiento de don José Eustasio y los 60 de su muerte, luego de que la Biblioteca Luis Ángel Arango publicó un folleto dando cuenta de la existencia de las notas. Lo increíble es que desde entonces las ofreció a la citada entidad, al Ministerio de Cultura, a la Casa de Poesía Silva, a la Universidad Central y al Instituto de la Cultura del Huila, sin que nadie definiera el procedimiento para su recepción y conservación.

Apenas a finales del año pasado concretó la entrega con Ana Roda, directora de la Biblioteca Nacional. Los puso en contacto Isaías Peña, experto en literatura colombiana y fundador del taller de escritores más reconocido del país. El día que Sergio llegó con los añorados originales hubo conmoción en la Biblioteca Nacional. El historiador inglés y colombianista Malcom Deas estaba de visita y celebró el acontecimiento como ninguno. Resultó fácil para el comité de evaluación verificar la autenticidad porque el descendiente de Rivera probó su conexión y porque los manuscritos lo demuestran por sí mismos. Además, en esa biblioteca reposa un original de la primera edición de la obra, enviada por Usted desde Nueva York en el primer vuelo que hubo hacia Bogotá, y una diapositiva de los cuadernos que, nadie sabe cómo, apareció entre el archivo de imágenes que donó el escritor Germán Arciniegas."

martes, 9 de febrero de 2010

Con el perdón del tiempo

La exposición Vidas minadas

Está en la Biblioteca Virgilio Barco, la exposición Vidas minadas del gran fotógrafo español Gervasio Sánchez. El fotógrafo colombiano León Darío Peláez lo entrevistó para Arcadia.

"Muchos recordarán el famoso discurso pronunciado por el fotoperiodista español Gervasio Sánchez durante la entrega de los premios Ortega y Gasset el 7 de mayo de 2008 en Madrid. Se encontraba la plana mayor del Gobierno, el presidente del Senado y centenares de personas, y donde Gervasio, trabajador incansable por años en favor de las víctimas de las minas antipersonales les recordó algunas verdades sin pelos en la lengua: "...es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la Transición encabezados por los presidentes Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten la venta de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas". Gervasio Sánchez tiene 51 años y lleva 12 desarollando el proyecto fotográfico Vidas minadas, en países como Afganistán, Camboya, Angola, Mozambique, El Salvador, Nicaragua, Bosnia-Herzegovina, Colombia, Sudán e Irak.

El proyecto ha sido publicado en forma de libro, y la exposición fotográfica le ha dado la vuelta al mundo durante los últimos dos años. Las fotografías de Sánchez narran las historias de cuatro protagonistas, tomadas en un lapso de 12 años (entre 1995 y 2007): la niña mozambiqueña Sofía Elface Fumo, diez años después de perder sus dos piernas, hoy tiene dos hijos: Leonaldo y Alia, de siete y dos años. El joven camboyano Sokheurm Man, que fue herido por una mina y perdió la pierna derecha el 10 de enero de 1996 cuando se dirigía al colegio con Chan Chun, su mejor amigo, muerto en la explosión. Diez años después nació su primer hijo, fruto de la relación con Nin Lin, una joven de 22 años a la que conocía desde la infancia. Adis Smajic fue herido en 1996 en Sarajevo con una mina que le explotó en la cara. Perdió el ojo izquierdo y sufrió la amputación del brazo derecho. "La guerra destruyó mis recuerdos de la infancia. En ella murieron mi padre, mi abuela, mi tío, mi otra abuela resultó herida, mi casa bombardeada". Hoy tiene 25 años, toca en un grupo de hip hop y juega fútbol. La niña colombiana Mónica Paola Ojeda tenía solo ocho años cuando una mina se activó a su paso en febrero de 2003 en la vereda Taracué, municipio de San Pablo al sur de Bolívar. Perdió la vista y sufrió la amputación de la mano derecha y de dos falanges de la izquierda. Siete años después se recupera en el hogar Jesús de Nazareth en Bucaramanga, donde además estudia su bachillerato. Yolanda González, directora del hogar, dice: "Al principio Mónica no levantaba la cara de la cama porque no quería que la vieran sin ojos. Después comenzó a asistir a clases de braille con un profesor particular. Es el caso más desgarrador que hemos tenido". A su paso por Colombia para la inauguración de la exposición en la Biblioteca Virgilio Barco de Bogotá, Gervasio Sánchez nos respondió estas preguntas: ¿Cómo ha sido el reencuentro con estos niños y jóvenes tantos años después de haber sido víctimas de las minas? En algunos casos yo he ido siguiendo sus historias poco a poco. Hay fotografías de Sofía Elface, la niña mozambiqueña hechas en 1997, en 2000, 2001, 2002, 2005, 2007. El bosnio Adis Smajic ha tenido siete operaciones de cirugía estética en Barcelona y yo he estado en todas en el quirófano. Los he visto crecer, han estudiado, unos se han casado, han tenido hijos, algunos han llegado a la universidad; el caso del camboyano Sokheurm, cuando su padre se enteró de que su hijo se había quedado con una pierna, lo vi llorar y le dije: 'Tu hijo con dos piernas no hubiera pasado de primaria pero con una va a llegar a la universidad', lo dije como para consolarlo y finalmente llegó a la universidad.

Es un hecho que las minas son producidas por las grandes potencias, por los países civilizados…
La guerra es un gran negocio y los que se benefician son los países más poderosos del mundo. La Comunidad Europea, por ejemplo, es la zona del mundo que más armas ligeras vende y están en todas las guerras: es la máxima exportadora de pistolas y fusiles en el mundo. Mi país, España, es la sexta potencia en venta de armas del mundo. Yo estoy totalmente escandalizado y siento vergüenza por mis políticos, que son unos cínicos, unos hipócritas que se llenan la boca de moral y de ética y luego a la hora de la verdad les venden armas a países con conflictos internos como Colombia y Venezuela; les venden armas a países que violan los derechos humanos como Marruecos y Pakistán; a países como Israel, que las lanzan contra los palestinos; a países que sistemáticamente las usan contra su propia población. Ha habido armas españolas en las favelas de Río de Janeiro… Es una vergüenza y esto se hace incluso violando la ley del control de armas del Parlamento español.

¿Cómo lo ha cambiado el contacto directo con la tragedia humana durante más de 25 años?

Cuando uno se embarca en un proyecto tan a largo plazo la percepción de las cosas va cambiando y la visión del mundo también. Uno ve la dignidad de las víctimas, cómo la gente se enfrenta al dolor. Ver la gente joven crecer después de verlos llorar, sufrir, estar a punto de morir, es algo bello muy bello. Ver a esta gente luchar por la vida, por la supervivencia, también lo madura a uno cada vez más.

¿Cómo hace un fotoperiodista para lograr tanta intimidad y tanta belleza en este tipo de fotografías en las que se puede caer tan fácil en el sensacionalismo?

En mi trabajo soy muy pausado porque no estoy obligado a la presión de los cierres que pueden tener las agencias. Por ejemplo, cuando voy a la casa de Sofía Elface, en Mozambique, no voy unas horas, ni un día… Me tiro varios días y estoy desde la mañana y la noche, por momentos me pongo a leer un libro a la sombra y cuando veo que pasa algo tomo fotografías y como ella me conoce, es como si no existiera. Ella sabe que yo nunca le voy a tomar una fotografía en una situación incómoda, si se está quitando la prótesis y se queda en bragas, no la fotografío porque es como una hija para mí. Siempre la voy a tratar con la dignidad que se merece. El día que la mujer de Adis Smajic, el chico de Sarajevo, quede embarazada, sé que primero se lo contará a su madre, luego a su suegra y al tercero que se lo contará será a mí. Sabe que yo tengo que volver a Sarajevo para fotografiar el embarazo de su mujer y estar incluso cuando tenga su hijo. Yo trato de contar historias a través de imágenes, la gente quiere saber qué pasó con ese niño tirado en una esquina o en un hospital donde le han mutilado su pierna. A todas las personas que fotografío intento presentarlas con un nombre y un apellido, para que su historia se conozca.

Como fotógrafo de guerra, ¿se ha sentido en algún momento incapaz de tomar alguna fotografía?
Un fotógrafo tiene que documentar lo que está pasando, a veces hay momentos muy duros. Yo recuerdo en Ruanda en 1994, había miles y miles de cadáveres en las calles, muertos por cólera, bebés, mujeres y niños, era terrible esa situación, pero había que documentar porque si no fotografío lo que está pasando nadie se enterará. Si muchas veces con imágenes no pasa nada, sin imágenes ya ni siquiera existe la historia.

¿Usted cree que una foto puede cambiar el mundo?
Hace mucho tiempo que perdí la virginidad. Una foto se puede sacar fácilmente; lo importante para mí es el proyecto. Una foto puede ser buena, mala o regular, puede ser parte de la suerte y ganar muchos premios, pero hacer un buen proyecto fotográfico es muy difícil y mi trabajo está dirigido en ese sentido. También es cierto que gracias a las fotos que he podido realizar con estas personas, sus vidas han cambiado, muchas personas y organizaciones se han sensibilizado. Por ejemplo, el bosnio Adis Smajic hoy tiene 25 años, ya ha recibido una treintena de intervenciones quirúrgicas, muchas de ellas por especialistas en España. Para mí es motivo de alegría oírlo decir: "Tengo una chica y puedo hacer planes de futuro con ella. Por primera vez me siento una persona, como las demás". No hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad."

sábado, 6 de febrero de 2010

Bibliófilos se consolida como un espacio comunitario y autónomo

"uno de los objetivos del área de promoción de lectura es lograr que la comunidad se apropie, asuma y coordine sus propios procesos lectores"


Entre las políticas públicas de BibloRed, está el programa piloto de entregar espacios a la comunidad que por su trayectoria, constancia y consolidación de los grupos, como constituye el Café Literario Bibliófilos: "han logrado un desarrollo ejemplar, que ha permitido llevar los procesos a nuevos niveles. Recordando que uno de los objetivos del área de promoción de lectura es lograr que la comunidad se apropie, asuma y coordine sus propios procesos lectores, y dada la condición de la población que asiste a los programas Literatura y cine de la Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella, Bibliófilos de la Biblioteca Pública Virgilio Barco y Café literario de la Biblioteca Pública de Suba Francisco José de Caldas, la Red de Bibliotecas Públicas BibloRed decidió generar una primera entrega.
Se eligieron dichos espacios por su larga trayectoria, por la consolidación de los grupos, porque han logrado generar experiencias que sobresalen los espacios designados por las bibliotecas y porque tienen un proceso lector avanzado. Así, se diseñó un programa piloto en el que serán los asistentes responsables de la ejecución y el manejo de los espacios. Tendrán acompañamiento por el promotor de jóvenes y adultos que revisará, ajustará y orientará el proceso", dice, en sus apartes, el Documento oficial de entrega de los mencionados espacios a la comunidad literaria.
Desde el viernes 5 de febrero, en el marco de una sobría pero merecida celebración: Tantos sábados entre palabras y cafés, se hizo entrega de Bibliófilos, donde tenemos el compromiso adquirido de darle continuidad ahora con autonomía, al programa que estos años ha constuido el Café Literario.
Abriendo, con ello, perspectivas nuevas a los procesos locales y, por supuesto sociales de empoderamiento, para que desde la comunidad, con la comunidad, y para la comunidad; en este caso desde la lúdica de la lectura, se genera una autonomía comunitaria, donde los derroteros son los de consolidar más el grupo, aunarlo para desarrollar sus propios procesos lectores, y por supuesto de producir y desarrollar contenidos.
Así, pues, la invitación es a mantenernos constantes, persistentes y juiciosos en la asistencia al espacio de Bibliófilos para que, superando las diferencias, y mirando todos en una sola dirección, consolidar una tradición del café literario en la comunidad literaria de los lectores asistentes a la Biblioteca Pública Virgilio Barco.
¡Enhorabuena!