martes, 4 de febrero de 2014

Peter James escribe novelas de misterio para "analizar la naturaleza humana"

El escritor habla de la novela negra como mecanismo para aproximarse al ser humano

Peter James, participara en la Semana BC Negra de Barcelona./elespectador.com
El escritor británico Peter James, que analiza el acoso a las celebridades en la octava entrega de la serie protagonizada por el superintendente Roy Grace, confesó hoy en Barcelona que escribe novelas de misterio para "analizar la naturaleza humana".
James, que participa en la Semana de Novela Negra de Barcelona BCNegra con un nuevo libro bajo el brazo, "Esquivar la muerte", señaló que "ningún otro género permite aproximarte a la naturaleza humana como la novela negra" y además, "no hay ninguna otra persona como un inspector de policía que a lo largo de su carrera se encuentre en todo tipo de situaciones hasta el punto de actuar casi como psicólogo".
Para ser un buen agente de policía, sentenció Peter James, has de tener inteligencia emocional.
En "Esquivar la muerte" (Roca Editorial), Roy Grace investiga el acoso que sufre una superestrella de la canción que quiere dedicarse al cine tras el asesinato de una de sus asistentes.
La historia de la novela tiene su origen en su experiencia con estrellas como Richard Burton, Elizabeth Taylor, Robert de Niro o Al Pacino, "personas con un ego tan elevado que en el fondo se molestan si no se sienten acechados", y también de una mujer inglesa casada que conoció, que estaba obsesionada con Madonna, hasta el punto de que se había gastado 350.000 libras comprando material relacionado con la artista y tenía en su casa un santuario dedicado a ella.
Un tercer elemento, aún más personal, está en el origen de la novela: "Una mujer me ha estado acosando durante once años. Primero aparecía en firmas de libros y simplemente sonreía y luego desaparecía, pero con el tiempo llegó a mandarme correos electrónicos, compraba 20-30 ejemplares de cada novela, me llegó a mandar una foto con un santuario 'Peter James' que parecía salido de los asesinos en serie".
Años después, le envió fotos hechas con teleobjetivos mientras salía de un restaurante o incluso en su casa y la policía le dijo que no podía hacer nada si no lo mataba, hasta que después de un largo silencio, un día apareció en una firma de libros y al no ser reconocida, porque había cambiado su aspecto, se molestó tanto que le escribió un mensaje de 10.000 palabras criticándole.
Pasaron otros dos años hasta que volvió a aparecer para decirle que le había perdonado y desde que se publicó "Esquivar la muerte" "no ha dado señales de vida hasta que vuelva a acosarme o intente matarme", ironizó el autor.
En su última novela, James juega con el lector con una trama concebida como cajas chinas y con un argumento que se mueve en un doble plano: la historia personal del superintendente, que tiene a su mujer desaparecida hace doce años y que ahora ha rehecho su vida con una forense; y la propia investigación policial que se enfrenta a dos posibles asesinos.
"Parte del encanto de escribir novelas de misterio es jugar con el lector, dejar pistas falsas, aunque nunca se le debe engañar", advierte James, a quien le gusta "dejar creer al lector que va a resolver el misterio antes que el propio policía".
Cual investigador, James clasifica a las celebridades en tres grupos: "el que se inventa el acoso para volver a estar en el candelero; el que, como Britney Spears, se queja a la policía para que cierren un centro comercial para ella, mientras lo publica en las redes sociales y aparecen allí 10.000 personas, y un tercero, que de verdad sufre riesgos, como le pasó a Justin Bieber, en cuyo jardín hallaron a un hombre armado hasta los dientes y que quería matar al cantante".
Sobre la evolución de su personaje, Roy Grace, que acaba de cumplir 40 años, ha evolucionado en estos ocho libros como cualquier policía, "en exposición constante con el lado oscuro y convertido en una persona más cínica".
Sin embargo, Grace, que después de haber perdido a su mujer se ha reencontrado con el amor junto a una forense, "se ha vuelto más compasivo con aquellas personas que han tenido una pérdida" de un ser querido