Hoy televisión basura
"¿Es usted puta?".
"No, señor".
"¿Estaría usted dispuesta a pasar por la máquina de la verdad?".
"Si usted me paga, yo paso por lo que sea".
(Uno del público)
"No será puta, pero se pega pedos y se hurga la nariz con el dedo gordo de la mano derecha".
"¿Es cierto lo que nos dice su ex compañero sentimental?".
"Mi compañero sentimental no merece ningún crédito, porque hasta hace dos días se dedicaba a secuestrar gatos domésticos para pedir rescate".
"¿Gatos domésticos yo? ¡Hamsters! ¡Sólo he secuestrado hamsters!"
(interviene otra señora del público, invitada como representante del ecologismo integrado).
"Señor presentador, de lo de los pedos doy fe, porque, si mis narices no me engañan, la invitada acaba de emitir uno de no te menees"...
"Calma, ¿estaría usted dispuesta a, en relación con las ventosidades que se le atribuyen, pasar por la máquina de la verdad?"
(la invitada asiente y aparece la máquina de la verdad, pero los que esperaban al hombre de la verdad yanqui, recién llegado de Alcatraz o de los sótanos del Pentágono, como otras veces, se sorprenden: quien acaba de entrar es Mr. Guillotin, y lleva una guillotina plegable que usted puede adquirir en cómodos plazos o con un descuento de un 25% si la paga a toca teja con dinero gris. La aparición de Mr. Guillotin provoca un instinto de retirada en la entrevistada que es reprimido por la aparición de 500 espléndidas muchachas disfrazadas de atún claro y comandadas por Bettino Craxi, al tiempo que 2.000 matrimonios maduros de la Samarcanda profunda se prestan a explicar sus experiencias sexuales por separado y al mismo tiempo opinar sobre la guerra del Golfo y dar la receta —ella— de las "fabes con almejas", mientras dos millones de líderes de opinión consideran que Felipe González está calvo, lleva un bisoñé y es el secreto más guardado de la democracia, más incluso que el señor Calvo Sotelo, que era proteína pura de secreto de Estado o metafísica pura de secreto de Estado, sin que haya una coincidencia absoluta sobre la relación entre la visita del Papa y el serio deterioro que ha sufrido la propuesta kantiana de la razón como reordenadora de la realidad, con la ayuda de la televisión, a pesar de que el Papa mediático ha tratado de empezar a aplicarla precisamente en la ermita del Rocío).
"Por 200 millones de pesetas y un lote completo de latas de migas de atún. ¿De qué sexo era el caballo blanco de Santiago?".
"Perdone, señor Corcuera. Aprovecho la coincidencia de que participamos en la misma mesa redonda sobre la ley Mohedano para reclamarle el abrelatas que el V de Caballería se llevó de mi domicilio allanado".
"Si le allanamos el domicilio, por algo sería..."
(otra vez irrumpe alguien del público).
"Trafica con manuscritos de Lacan". "¿usted trafica con manuscritos de Lacan?".
(El traficante con manuscritos de Lacan estalla en sollozos y finalmente es retirado por las 300.000 semidesnudas abuelas de las chicas a las que Chicho les toca. Pero todo pasa a segundo término cuando aparece en pantalla un flash informativo de la CNN y Jane Fonda comenta las razones que han asistido al presidente Clinton a bombardear Bagdad, sin que la ex muchacha dorada deje de hacer aerobic secundada por 400.000 marquesas sevillanas de título pontificio y 200.000 maharíes francesas ex dependientas de Galerías Lafayette y ex amantes del actual compañero sentimental de una de las princesas de Mónaco secretas, hija de secretos amores entre el príncipe Rainiero y una delegación de la Sección Femenina, becada en Mónaco para ampliar estudios sobre la oursinade, puré de patata y huevas de herizo mediterráneo, a ser posible de púas marrones, rico, rico, rico, sobre todo si se le pone perejil crecido a los pies del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal y usted lo cocina no exáctamente el sábado, sino el miércoles por la tarde y se lo come tan ricamente antes del partido Tenerife - Cascos Azules o Pujol - Tercios de Flandes).
"Me he perdido". "Para eso estamos aquí".
(El presentador se echa gotas de melancolía Westinghouse en los ojos, se enfrenta a la cámara y habla)
"En la mañana del 28 de junio de 1993, un analista de mass media se perdió dentro de su procesador de textos cuando trataba de buscarle el cuarto sexo a la televisión. ¿No será que la televisión es más la sombra de Kant que la de Hegel? Los últimos que le vieron aseguran que se levantó decidido al descabello, porque, disfrazado de científico social, durante una semana trató de urdir un artículo más o menos científico sobre la televisión como sucedáneo de la metáfora de la caverna platónica, como sucedáneo y como, una vez más, traición de la aspiración platónica —también, en cierto sentido gramsciana, aunque me esté mal el decirlo— de que la educación debe orientarse a que los hombre contemplen la verdadera realidad. Al no poder todos los hombres acceder al conocimiento de la realidad, sólo los que pueden hacerlo, los verdaderos sabios, podrán ser los verdaderos gobernantes. Como ha escrito Ferrater Mora, a modo de conclusión: "El filósofo-rey —el filósofo que se convierte en rey o el rey que filosofa— es la culminación del proceso educativo, que, si bien nace entre las sombras, se eleva progresivamente hasta la suprema luz".
(El locutor se vuelve hacia los testigos de la desaparición del articulista)
"Usted asegura haber sido el último que lo vio. ¿En qué circunstancias? Usted está en condiciones de dar una opinión precisa, porque es sociólogo".
"Sociólogo imperfecto, sí, señor, para servirle a Dios y a usted".
"¿A qué llamamos sociología imperfecta?".
"A la que no tiene como vana pretensión sectaria ni dogmática el presentarse como perfecta, puesto que sólo puede haber pasados perfectos, en el sentido de que son inalterables. En cambio, los futuros son alterables, aunque puedan ser probabilizados, pueden escapar a los excesivos cálculos de su propia probabilidad".
(El presentador se vuelve otra vez hacia el espectador. Le mira de hito en hito)
"Ojo al dato y atención al parche"
(De nuevo vuelca su atención y su melancolía sobre una de las invitadas).
"Usted debe sufrir más que nadie esta misteriosa desaparición... ¿Quiere lanzar, desde estas cámaras, un mensaje a su marido?".
(La mujer se seca una furtiva lágrima)
"Manolo. Vuelve. Ya te advertí que el Word Perfect es muy traidor, porque te confías, y como te equivoques de tecla te convierte cualquier cosa en alegoría tan imperfecta que se esfuma y va a parar a las peores cavernas platónicas, esas que no se notan, que aparecen llenas de luz precisamente para que no podamos ver nada... La luz no deja ver las sombras...".
"Señora, ¡qué bonito!".
"Es que en mi juventud quise ser poeta".
(El presentador de nuevo, triunfante, se cierne sobre una audiencia de 10 millones de socios del Mercado Común)
"Hemos perdido un líder de opinión, pero hemos recuperado una poeta".
Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, España, 27 de julio de 1939 - Bangkok, Tailandia, 18 de octubre de 2003). Escritor español conocido sobre todo por sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.
Personalidad casi inabarcable, se definió así mismo como "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general", campos todos en los que destacó.
Hijo único de una modista y de un militante del PSUC, no conoció a su padre hasta los 5 años, después de que éste saliera de la cárcel. Él mismo militaría más tarde en ese partido -tras su paso por el Frente de Liberación Popular, ingresaría en 1961 en el PSUC y llegaría a ser miembro de su Comité Central-, así como también en Iniciativa per Catalunya.
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona y Periodismo en la Escuela de Periodismo de Barcelona.
En 1962 un consejo de guerra lo condenó a tres años de prisión por sus actividades en la resistencia antifranquista, y fue en la cárcel de Lérida donde escribió su primer libro, el ensayo Informe sobre la información.
Después de su estancia en prisión, comienza su carrera periodística en la revista Triunfo bajo el seudónimo Sixto Cámara. Colabora en diversas publicaciones como Siglo XX, Tele/Xprés, Por Favor y más tarde en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte.
En 1966 nació su único hijo, Daniel Vázquez Sallés, que se convertiría también en escritor y periodista. A su esposa, la historiadora Anna Sallés Bonastre, la había conocido en la universidad.
En 1967 publicó su primer poemario, Una educación sentimental, seguido en 1969 por Movimientos sin éxito. Ese mismo año aparece la novela Recordando a Dardé, acompañada por una serie de relatos; se trata de su primera incursión en la narrativa. En 1972 publicó la primera novela en la que el protagonista es el detective privado Pepe Carvalho, Yo maté a Kennedy.
En 1995 recibió Premio Nacional de las Letras Españolas en reconocimiento a toda su obra.
Manuel Vázquez Montalbán murió el 18 de octubre de 2003 debido a un paro cardíaco en el aeropuerto de Bangkok, Tailandia.
El día 3 de febrero de 2009 se inaugura en Barcelona la plaza Manuel Vázquez Montalbán, situada entre la calle de Sant Rafael y la Rambla del Raval, cerca de donde nació el escritor.
Se inicia como poeta en 1963 (no en vano es uno de los nueve novísimos de Josep Maria Castellet) y su producción se caracteriza por el sentido lúdico y la ironía, siempre con una carga testimonial y crítica.
En Memoria y deseo. Poesía 1967-1983 reúne toda su obra poética anterior, desde Una educación sentimental a Praga, a la que más tarde añade Pero el viajero que huye en Memoria y deseo. Obra poética 1967-1990.
Después, sólo publica el volumen Ciudad en 1997, así como la antología de poesía erótica Ars amandi en 2001.
Los rasgos de su poesía aparecen también en la novelística de Vázquez Montalbán. En ella, además de la serie que tiene a Carvalho como protagonista, destacan El pianista (1985), Premio Recalmere, sobre el papel del artista en la sociedad contemporánea, Los alegres muchachos de Atzavara (1987), radiografía moral de la élite social española emergente en las postrimerías del franquismo, Galíndez (1991), Premio Nacional de Narrativa y Premio Literario Europeo, que narra el secuestro en 1956 en Nueva York de Jesús de Galíndez, representante del gobierno vasco en el exilio, El estrangulador (1994), Premio de la Crítica, y Erec y Enide (2002).
Serie Carvalho
Montalbán creó una de las series de novela negra más exitosas y prolíficas de la literatura española. Esta serie, protagonizada por el detective Pepe Carvalho, fue un vehículo expresivo del autor para legar una crónica sociopolítica, histórica y cultural de los últimos 40 años.
Así, cada novela está claramente ambientada en el contexto histórico en el que fue escrita. Por ejemplo, en Asesinato en el Comité Central 1981 se consuma el asesinato de un dirigente comunista en plena crisis del eurocomunismo del PCE, mientras que en 1993 serán los fastos de la Barcelona olímpica lo que centre las aventuras del detective en Sabotaje olímpico.
Las novelas sirven al mismo tiempo para dar rienda suelta a la pasión desatada del escritor por la gastronomía. Diferentes personajes, algunos creados ex-profeso como Fuster, sirven al autor de excusa para disertar sobre las virtudes del asado argentino o la contundencia del ajoarriero.
El gastrónomo
En todas las novelas de la serie Carvalho hay alguna referencia gastronómica, con algunas recetas inolvidables como la fideuá a base de fideos de arroz que prepara en Los pájaros de Bangkok (1983). Pero donde despliega todo su conocimiento gastronómico, con erudición y humildad es en Contra los gourmets, obra para la iniciación en el mundo de la gastronomía, donde recorre todos los alimentos y todas las cocinas del mundo. Habla de la española, pero también de la cocina internacional, de la cocina tradicional y de la nouvelle cuisine, incluso se digna a considerar las modas alimenticias (que no gastronómicas) de la "comida sana" y "lo light".
Otras obras gastronómicas suyas son Cocina catalana y Recetas inmorales.
En su testamento, ordenó que a su muerte se le incinerara, y que sus cenizas fueran esparcidas en la pequeña Cala Montjoi, lugar en la Costa Brava de Gerona, España, sede del reputado como el mejor Restaurante del Mundo, El Bulli.
El periodista
La editorial Debate publicará toda la obra periodística de Manuel Vázquez Montalbán en tres volúmenes, el primero de los cuales reúne sus artículos de juventud, escritos entre 1960 y 1973.
El segundo volumen se publicará en febrero de 2011 y el último, en febrero de 2012. En el que abre la serie, 'Volumen I. La construcción de columnista (1960-1973)', se rememora su debut en la prensa falangista y las posteriores dificultades para encontrar trabajo, tras una condena por un delito político.
Después de 'Siglo 20', una revista de información general en la que hace de redactor jefe y que se cerró por orden ministerial, se gana la vida en 'Hogares modernos', una revista de decoración de la que es el único redactor.
En el primer periódico que le contrata, 'Tele/eXprés', prosigue con sus pruebas con la ficción y luego en la revista 'Triunfo' ya se convirtió en una referencia con sus reportajes de nuevo cuño y las columnas en las que mezclaba comentarios políticos con personajes de ficción.
La antología proseguirá con 'Del humor al desencanto (1974-1986)', que empieza con 'Por Favor', el intento más ambicioso de Vázquez Montalbán de reírse e informar a la vez, con la ayuda de Forges, Perich, Maruja Torres, Joan de Sagarra, Joan Fuster y Juan Marsé.
El tercer volumen, 'Las batallas perdidas (1987-2003)', cuando ya era todo un referente del periodismo de orientación de izquierdas y combina las columnas semanales en 'El País', 'Interviú' y el diario 'Avui'.