Cóndores no entierran todos los días
Película colombiana, ya clásica, basada en la novela homónima del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal
Es dirigida por Francisco Norden, basada en la novela homónima de Gustavo Álvarez Gardeazábal, relata episodios de La Violencia en Colombia durante los años cincuenta vistas desde la historia de León María Lozano, alias "El Cóndor", interpretado por el actor Frank Ramírez. La película se estrenó en 1983.
Esta historia transcurre en Tuluá, Valle del Cauca, en la época de 1948. León María Lozano, es un militante conservador en un pueblo de mayoría liberal, por esta razón es discriminado por la mayoría de los habitantes; con la excepción de sus simpatizantes en el partido y por Doña Gertrudis Potes, importante militante liberal en el pueblo.
La historia comienza en la Catedral, mientras León María Lozano y Gertrudis Potes asisten al sermón del párroco, quien constantemente sataniza a los liberales y martiriza a los conservadores de distintos episodios de la historia colombiana; el primero fue la masacre de la Resolana donde se extermina a una familia conservadora. Gertrudis evidencia esta verdad mientras habla con León María Lozano.
Durante varios días, León María Lozano cambia de trabajo constantemente, siendo discriminado debido a su condición de conservador. En uno de estos trabajos como vendedor de libros, León María Lozano, padece uno de sus ataques de asma (que se repiten a lo largo de la película); es tras este ataque, que León María Lozano confiesa su mayor miedo: Morir en la calle, solo, rodeado de desconocidos y sin su familia.
León María Lozano, seguiría en esta difícil situación hasta el 9 de abril de 1948 y teniendo una pequeña alegría después del aplastante triunfo del conservador Mariano Ospina Perez en la Presidencia de Colombia.
Durante los acontecimientos del bogotazo, cuando se conoce de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, se generan revueltas a nivel nacional en contra del partido conservador. En estos hechos, León María Lozano y sus partidarios huyen hacia el directorio municipal del partido conservador, mientras son perseguidos por una multitud iracunda por la muerte de Gaitán; temiendo por su propia vida y lo que la multitud pueda hacer en el pueblo, León María Lozano dispersa a la multitud arrojándoles explosivos , convirtiéndolo en un Héroe local. Al día siguiente, Gertrudis Potes y sus partidarios conversan respecto al tema; impresionados por el hecho de que un conservador pudiese ser un héroe. Tras este reconocimiento, León María Lozano descubre sus oportunidades dentro del pueblo, descubre que lo puede controlar y no ser simplemente un paria, descubre que puede poner al pueblo a manos de los conservadores.
Lentamente, León María Lozano, aprovecha su ventajosa situación para convertirse en un asesino. Sus simpatizantes conservadores se transforman en sus sicarios, apodados los "pájaros"; quienes comienzan a asesinar a los principales militantes liberales del departamento.
León María Lozano, ahora "El Cóndor", se va transformando en un hombre siniestro y maquiavélico; no solo persigue a los liberales, sino a todo aquel que se oponga a su régimen. Tras ser criticado por Rosendo Zapata, un importante miembro del Partido Liberal, León María le da muerte. Posteriormente en el entierro de Rosendo Zapata, otro seguidor del partido liberal trata de incitar a sus copartidarios a defenderse también a bala contra los conservadores, algo que escucha León María. Uno de "los pájaros" se dirige a su oficina; antes de encontrarse con el hombre, el pájaro ve una fotografía de Gaitán colgada en la oficina; iracundo contra esa imagen, el pájaro no duda en disparar al liberal, luego, ofende la fotografía y se va. Posteriormente, León María Lozano sufriría un envenenamiento con unos buñuelos fabricados con un queso en mal estado y parecía estar al borde de la muerte, razón por la cual el pueblo entero salió a celebrar por la noche; reían y tocaban música al pie de su casa. Cuando se recupero, León María Lozano ordeno asesinar a los músicos que tocaron aquella noche. A los funerales paulatinamente ya nadie asistía, temerosos ante ser las próximas víctimas del cóndor. Gertrudis Potes y varios compañeros atacan a León María en el periódico a pesar de la estricta censura del gobierno, pero tales compañeros también son asesinados por "los pajaros".
León María Lozano tenía ahora el poder absoluto, los liberales tenían dos opciones, abandonar el pueblo (debido al boleteo de los conservadores) o quedarse a morir; y este poder lo comenzaría a enloquecer. Lentamente, comenzó a tener desordenes mentales y delirios de persecución; imaginaba que era perseguido por Los cuatro jinetes del Apocalipsis, quienes querían su alma. El poder absoluto de León María Lozano terminaría el día que se conoció la masacre del Recreo y luego con la caída del presidente Gustavo Rojas Pinilla1 cuyo gobierno fue defendido por El Cóndor.
El partido conservador, harto de las atrocidades de León María Lozano; lo envía a Pereira para protegerlo a él y a la imagen del partido, además le asigna una pensión por los servicios prestados. En Pereira, León María Lozano es ejecutado en la noche por sicarios enviados por los liberales; la película finaliza cuando León María Lozano, moribundo, escucha los cascos de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, quienes se llevan su alma; muriendo de la forma en que siempre temió: En la calle, solo, rodeado de desconocidos y sin su familia.
Fuentes: Wikipedia