El escritor alega que el excesivo número de alumnos entorpece la actividad académica y aboca estas instituciones a la crisis
El escritor, semiólogo y profesor italiano UmbertoEco, junto al rector de la Universidad de Burgos (UBU), Alfonso Murillo./lavanguardia.com |
El excesivo número de alumnos y la sustitución del
papel del docente por internet son los principales problemas de las
universidades, ha sostenido este miércoles el escritor Umberto Eco, para
quien estas instituciones académicas deben ser "para una elite" como ha
recordado que fue en sus mejores épocas.
El exceso de alumnos entorpece la actividad académica y aboca a las
universidades a la crisis, mientras que la progresiva influencia de las
nuevas tecnologías ha modificado la relación de los alumnos con los
profesores, especialmente a raíz de la "explosión" de internet, desde
donde se puede acceder a mucha información, lo que en parte sustituye al
papel del docente, ha explicado.
Eco, que mañana será investido
doctor honoris causa por la Universidad de Burgos, ha ironizado en una
rueda de prensa sobre el hecho de que en cada país se piense que la
universidad propia funciona mal y el resto son mejores, cuando los problemas son comunes, al menos en el caso de Europa.
En una época como la actual donde se cuestiona prácticamente todo en
Europa, ha destacado también el armazón y los vínculos culturales del
viejo continente en torno a las culturas judeo-cristiana, grecorromana
y, en algunos aspectos, germánica.
En Europa "hay más cultura de
lo que parece", ha resumido Eco (Alessandria, Italia, 1932) un día
antes de recibir el mencionado título de doctor honoris causa, que
añadirá a los casi cuarenta de esta índole que ya acumula.
Europa acusa una tradición común e incluso parte de unos principios
legales comunes en el origen del Derecho Romano, ha insistido el
pensador italiano en su defensa de la esencia y tradición europeas.
El escritor, que ha pedido de forma expresa que no se le formulara
ninguna cuestión relacionada con la actualidad de España e Italia "para
evitar malos entendidos", ha reconocido que, cuando se está en Europa,
no parece tan claro que exista una cultura común.
No obstante,
cuando se visita, por ejemplo, una universidad de Estados Unidos, se
aprecia claramente cómo los estudiantes y profesores guardan una mayor
relación entre sí.
Eco, que permanecerá tres días en Burgos,
donde visitará la Catedral y la Abadía de Santo Domingo de Silos este
viernes y ofrecerá un coloquio abierto, ha aceptado con especial agrado
el nombramiento de doctor honoris causa en Burgos, porque desde joven se
ha sentido atraído por la cultura y la estética medievales.
También ha recordado "cierto compromiso" por el hecho de que uno de los
personajes principales de su novela "El nombre de la rosa" era Jorge de
Burgos.
Ha recordado que escogió inicialmente el nombre en
homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges y que no sabía que
terminaría siendo el malo del relato, "porque los personajes de las
novelas tienen vida propia y toman su propio camino".
Además, ha
señalado que en la novela hay un pergamino que se ha inspirado en parte
en el Beato de Silos, conocido también como las glosas silenses, que
conoció hace años en el British Museum de Londres, donde se encuentran
depositadas, por lo que tenía un "gran interés" por conocer la abadía
que dio nombre a esta obra.El escritor ha defendido una cultura
"que siempre debe estar en crisis", porque es "una crítica de la
existencia" y ha asegurado que los intelectuales "no deben salvar la
cultura, sino producir".A Umberto Eco sólo le preocupa poder
morir pensando que no tiene tiempo para hacer todo lo que pretende y que
siempre se ha sentido libre, incluso cuando trabajó para una editorial.