Cultura y arte son pensados y vistos en relación a las nuevas tecnologías
Quinto encuentro que se realiza en el Centro cultural San Martín de Buenos Aires
En el principio fue la palabra. La oral, no la escrita: la voz tronante del Hacedor del Génesis y, también, la del narrador de la tribu colmando los ojos de los oyentes con los relatos de la extrañeza del mundo, las peripecias de la comunidad, los cantos del dolor y del placer. Luego, llegó la escritura y su dominio se extendió por toda la tierra, y los variados matices de la lengua quedaron enclaustrados en tablillas, papiros y palimpsestos y, mucho más tarde, en rígidos libros escritos y pensados para doctos y letrados. Del probable retorno a ese mundo de riqueza oral de la mano de las tecnologías digitales disertarán los investigadores académicos convocados para participar del seminario "El paréntesis de Gutenberg" que, en el marco de la quinta edición del encuentro Cultura y Media-Entre tiempos, que organiza el Ministerio de Cultura porteño se hace hasta el domingo en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551).
El tecno-futuro llegó hace rato , incluso para el periodismo gráfico: la entrevista con Alejandro Piscitelli –filósofo, experto en Nuevos Medios y encargado de la curaduría del encuentro junto a su colega franco-canadiense Hervé Fischer– se realizó en videoconferencia vía "Skype". Con Fischer, en tránsito de Montreal a Buenos Aires, por mail.
La tesis que estructura el encuentro es que los últimos 500 años de dominio del texto impreso han sido un interludio en la historia del mundo oral. Internet, Google y todos los actuales dispositivos high-tech estarían orientando el futuro hacia una sociedad nuevamente regida por la comunicación oral .
Dicho por Piscitelli, autor de Nativos Digitales (2009), resulta más nítido: "La tesis del paréntesis gutenbergiano tiene ya unos cuantos años, está asociada a algunas ideas de Marshall McLuhan y, básicamente, sostiene que la mente letrada, a la que consideramos propia de cultura occidental, está ligada por un lado a Gutenberg como inventor de la imprenta, pero más que a éste al surgimiento del alfabeto".
Según Piscitelli, la idea de este paréntesis roza varias cuestiones: qué ocurrió en el pasaje de una cultura oral a una escrita; por qué fueron los griegos los primeros en tener ciencia y filosofía; cómo esa cultura letrada se volvió masiva recién con la irrupción de la imprenta y qué pasó con ese universo oral eclipsado por los textos impresos.
En la actualidad, estaríamos a las puertas de una neooralidad , en la que el conocimiento ya no se encuentra monopolizado por el libro, sino que es accesible a través de Internet, las computadoras y la inteligencia en red. Una instancia que podría pensarse como "un tiro de gracia" para la cultura letrada.
Por su parte, Fischer no teme disentir con su cocurador: "Piscitelli dice que Google es la imprenta del siglo XXI y tiene razón. Pero es una continuación de Gutenberg, muy poderosa, pero no una ruptura.
Necesitamos lo escrito y la oralidad.
Me parece superficial y hasta ingenuo considerar hoy a Gutenberg como un paréntesis. Estamos viviendo más su cumplimiento, su plena realización. Nos convendría apostar a una amalgama entre lo digital y una cultura de contenidos, de racionalismo crítico", postula.
El seminario permitirá especular hacia dónde se encamina el arte en su cruce con la tecnología digital. Fischer, experto en este tema, deplora la futurología: "El progreso es una problemática tecnocientífica y humana muy significativa, pero no tiene sentido en el campo del arte. Además, la principal virtud de lo digital es su acceso masivo, pero su debilidad es su fugacidad. Hoy estamos creando una cultura digital líquida, sin memoria", cerró marcando la contradicción.