Biblioteca Buhr, de la Universidad de Michigan. Estados Unidos. foto: AP. fuente:papelesperdidosNos gustaría saber cuál es su institución preferida y por qué
¿Cuál es su biblioteca favorita? Casi todos los países tienen una nacional, ese gran contenedor de libros, y no solo de libros. Desde el país más poblado, China, hasta el Principado de Andorra, poseen su biblioteca nacional. Sin embargo, puede que usted tenga una biblioteca favorita de otro tipo. Por ejemplo, una especializada, que consulte por cuestiones de trabajo; o una de su barrio, por la cercanía.
Nos gustaría saber cuál es su institución preferida y por qué. En este blog tiene la oportunidad de homenajear a ese espacio donde ha pasado ratos leyendo o simplemente consultando alguna revista, un viejo periódico o un antiguo grabado. Mientras llegan sus respuestas, aquí van algunas sugerencias entre las más célebres. Como la Biblioteca Británica, en Londres, que alberga manuscritos de los Beatles; la Biblioteca Nacional de la República Argentina, antes llamada de Buenos Aires, que tuvo como director a Borges. También en América, es incuestionable el valor de la del Congreso de Estados Unidos, en Washington, un lugar gigantesco que alberga documentos históricos como el borrador de la Declaración de independencia del país.
Un ejercicio de nostalgia es la de Alejandría, un intento de recuperar, 1.600 años después, la gran biblioteca de la antigüedad. Por supuesto, incluimos la española, que creó Felipe V en 1711, una institución más de las que los Borbones crearon a imagen y semejanza de Francia y que celebra este 2012 su tricentenario. La biblioteca francesa posee, además, un extraordinario catálogo digital, llamado Gallica.
En Colombia -el agregado es mio- existen dos bibliotecas grandes e históricas. La Biblioteca Nacional, donde se hallan incunables de autores nacionales, que ha tomado el cariz especializado de investigadores, y mantiene permanentemente actividades y exposiciones alrededor del libro, en cuanto toca a escritores colombianos. Está amparada por el gobierno y depende su funcionamiento. La segunda es la Biblioteca Luis Ángel Arango, o BLAA, en sus siglas, con cincuenta años largos de funcionamiento y depende del área cultural y de bibliotecas porque conforman una red nacional del Banco de La República, el banco central colombiano. En su catálogo se halla todo el espectro colombiano de publicaciones y mantiene una actualización envidiable y amplia con títulos contemporáneos, alcanzando la cifra de dos millones. Bogotá, la capital colombiana, en los últimos diez años, ha construido una red de bibliotecas, llamada BibloRed suman veintiuna; repartidas en sus localidades del ámbito distrital, en una política pública del fomento a la lectura y escritura.