viernes, 2 de noviembre de 2012

La música viaja a París

Casi treinta y cinco años después de su edición original, la única novela que Andrés Caicedo publicó en vida llega a las librerías francesas

Patricialinda junto a Héctor Lavoe y Andrés Caicedo en un concierto de salsa en su natal Cali./revistaarcadia.com
El título en francés es Que viva la música. El hecho de conservar en la portada el idioma original muestra al mismo tiempo los riesgos que tomó ediciones Belfond al publicar la obra de Andrés Caicedo y las dificultades a las que tuvo que enfrentarse el traductor, Bernard Cohen, frente a una obra escrita entre “caleño, inglés de los Rolling Stones y español salsero”.
A la hora de hacer sentir a sus lectores franceses el cambio de lenguaje que existe entre las dos mitades del libro, Cohen pensó en oponer el argot urbano de los años setenta al francés de las antiguas colonias en el Caribe. Ese principio por supuesto no bastó para enfrentarse a un texto lleno de referencias culturales que pueden perderse incluso para un lector colombiano. “El español colombiano casi que se canta –dice Cohen–. Uno siente esa influencia de África, a lo mejor del Brasil vecino. Por eso tuve esa necesidad de conocer Colombia”.
Los ires y venires de Cohen a Colombia comenzaron cuando Françoise Triffaux, directora del departamento internacional de la editorial Belfond (que publica entre otros a Haruki Murakami y a Antonio Caballero) lo llamó para pedirle su opinión. “Me ha llegado un libro extraño –dijo–. Yo entiendo español, pero de esta novela no comprendo nada. Sin embargo se habla mucho de ella en Latinoamérica. Así que puede que estemos frente a un libro maravilloso pero intraducible”.
“Le pregunté a un amigo colombiano si lo conocía –cuenta Cohen–. Él me recomendó escribirle a su hija que estaba en Alemania. ‘Es el libro más importante de mi vida’, me dijo ella por correo electrónico. Me sorprendió, porque la chica tiene apenas 25 años y Qué viva la música fue publicado hace más de tres décadas. Así empecé a descubrir el mito Caicedo”.
Siguiendo el mito Caicedo, Cohen estuvo de trabajo y de rumba por Bogotá, Cali y Cartagena. Completamente enganchado al autor, terminó por abrir un blog dedicado a sus aventuras en busca de Caicedo. En él habla de salsa y de Calí, y ha traducido parte de la correspondencia del escritor. Cohen llegó a conocer no sólo a su familia y a algunos “pocos amigos” cercanos que han dado a conocer su obra, sino a personas que desde hace tiempo se han mostrado discretas, como los hermanos Clarisol y Guillermo Lemos y María Mercedes Vasquez, una de las mujeres que inspiraron la rubía rubísima de la novela.
“Clarisol y María Mercedes no habían hablado en décadas, fue increíble que aceptaran hablar conmigo” dice Cohen. De sus viajes a Colombia, recuerda también que cuando dio charlas sobre la traducción que estaba haciendo, muchas veces firmó autógrafos en ediciones en español de la novela. “Y casi siempre en copias piratas”.

Traducir un mito


Conscientes de que en el caso de Andrés Caicedo la vida es tan atractiva como la obra, los editores crearon un sitio web en francés dedicado a él y además lanzaron una edición digital sin protección anticopia, lo que es raro en la industria editorial francesa. La versión digital incluye fotografías, una aplicación para acceder a la discografía en iTunes y Deezer y un mapa interactivo para seguir los vagabundeos de María del Carmen Huerta, la “Mignonne”, la “Toujours-Vivante”.
Así se explica que los primeros comentarios y reseñas vengan más de internatuas y blogueros que de la prensa tradicional, desbordada por los centenares de títulos franceses de una rentrée littéraire que parece prolongarse hasta bien entrado octubre.
“Y ojalá que no se pierda, porque este cuento que va de la exuberancia a la tragedia es una de las sorpresas de esa rentrée envejecida”, dice Guillaume Contré en su blog L'Escalier des Aveugles, especializado en reseñas de narrativa. Para Marcel Quillévéré, crítico de Radio France, se trata “sin duda de un libro maldito y genial”.
Las primeras traducciones al francés de la obra de Caicedo datan de 1998, año en el que aparecieron, en una edición de tiraje limitado, sus obras de teatro El mar y Los solitarios intespestivos.  En el 2001, la catedrática Anouck Linck había publicado Andrés Caicedo, une metéore dans les lettres colombiennes que incluía una biografía, un extenso ensayo sobre Caicedo y una selección de textos cortos y fragmentos de la novela traducidos por ella misma. Según Linck, “cuando la editorial Harmattan decidió publicar Une Méteore en su colección Clásicos del Mañana, lo que buscaban era dar a conocer el autor al público francés. Me imagino que ya existían, como yo, lectores franceses de su obra, pero hasta entonces, todos eran hispanoparlantes”.
Aunque aún no es tiempo de decir si habrá un “fenómeno Caicedo” en Francia, como lo hubo en Colombia, Chile y Argentina, la llegada de la traducción de la novela encuentra el terreno abonado por un creciente interés académico. Linck, quien considera que “más allá de las referencias geográficas y culturales, la novela nos invita a sumergirnos en el universo atormentado de la adolescencia. Si la muerte espectacular (anunciada y esperada) de Caicedo y el mito que luego se construyó alrededor de su persona son una manera de entrar en la obra, sería un error quedarse en eso. Caicedo logró construir una oralidad única que es el rasgo que define su escritura y le segurirá su paso a la posteridad”.

Amparo Arrebato


Linck y Cohen, junto al colombiano Ernesto Machler de la Universidad de Picardía, fueron los  encargados de presentar la edición francesa del libro en la Casa de América Latina de París, el pasado 12 de septiembre. Durante el evento se habló en francés de Cali y de Ojo al Cine y de Seconal, de Enrique Buenaventura y de Poe, de si Caicedo tartamudeaba o no. Y se anunció la publicación de El Atravesado para el 2013.
En la habitual ronda de preguntas del público una mulata se puso de pie. “Estoy muy contenta de que la  novela se publiqué aquí porque es una manera de que viaje la salsa –dijo–. Y estoy de acuerdo con lo que dijeron, la salsa es política. Lo que no creo es que ustedes, señores, tengan la clave y para entender a Andrés. La salsa es la clave”. Y luego se puso a cantar hasta que todo el público terminó aplaudiéndola. “¿Y es que usted es Amparo Arrebato?”, le preguntó alguien en el cóctel que sigue a la presentación del libro. Ella, morena, morenísima, no contestó.