En Canada Water, al sur de Londres, una nueva biblioteca lleva el nombre del barrio
Fotos: David Cabrera. /elpais.com |
La idea es un clásico que esperemos que los inagotables y agotadores
recortes no terminen por destruir. Con ordenadores, préstamo de
películas y música, salas de ensayo, cursillos, hemerotecas, butacas
para leer el periódico y hasta escenarios, además de libros, las
bibliotecas son la plaza más civilizada del barrio. Esa cualidad social,
que aúna cultura, educación y vida cívica, la potencian los nuevos
centros que, lejos de ser un rincón para lectores, buscan ser espacios
de estímulo, apoyo y ayuda para todo tipo de usuarios: los estudiosos y
los que no tienen a dónde ir.
En Canada Water, al sur de Londres, una nueva biblioteca lleva
el nombre del barrio. Y se refleja en el estanque, el agua que da
nombre al vecindario. Los 40.000 libros que pueden cogerse en préstamo o
consultarse solo ocupan dos de sus cuatro plantas. El resto es, como en
la FNAC pero gratis: zona para escuchar música, cafetería, salón de
actos y aulas para presentaciones y ensayos. No ha sido fácil meter
tantos usos en los metros cuadrados con los que partía el arquitecto
Piers Gough, de la firma británica CZWG. Por eso Gough le dio la vuelta
al problema y levantó una pirámide invertida –de base estrecha y amplias
espaldas- que parece apuntar hacia todas las direcciones del barrio.
El edificio, que integra la estación de metro de la zona, es
fundamentalmente un espacio público, casi una plaza. Y así, ha visto
cómo los pequeños comercios y las cafeterías florecían a su alrededor.
La idea no es que los estudiantes se encierren en la biblioteca, el
objetivo de este tipo de inmueble es que todo el mundo pase por la
biblioteca. Y eso es posible con variedad de espacios, acústicas y usos.
Para poder acoger 40.000 libros, además de CD musicales y películas,
la iluminación de la biblioteca –ubicada en los dos últimos pisos- es
fundamentalmente cenital. Sin embargo, la fachada de aluminio anodizado
está perforada por ventanas-balcones que corresponden a zonas
individuales de lectura o estudio. En el interior, estanterías
serpenteantes y zigzagueantes dibujan el recorrido y una espectacular
escalera con forma espiral construye un atrio, un espacio interior de
doble altura en el que la luz cenital permite lectura y concentración.
CZWG
es un legendario estudio de arquitectura comercial. Con un centenar de
trabajadores y más de cuarenta años de experiencia, han trabajado
fundamentalmente en el Reino Unido. Son autores de numerosos edificios
de vivienda, del Maggie`s Center de Nottingham y de los futuros planes
urbanísticos para Arsenal y el inminente muelle para Camden Town. Esta
biblioteca, que costó 16 millones de euros, es su respuesta a la
paulatina desaparición de esta tipología en algunos barrios londinenses.