Dos investigadores descubren documentos en los que podría haberse inspirado Cervantes para su personaje literario. Los expertos dicen que El caballero de la Triste figura es una summa de saberes, informaciones, aventuras y episodios conocidos por Cervantes
Ilustración de Gustave Doré para El Quijote./elpais.com |
Las semillas y la leyenda del Quijote en la Tierra aumentan. Y se confirma que la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, según
los expertos, es la suma de saberes, informaciones, fantasías y
experiencias vividas y oídas por este genio de la literatura. De realidad e ingenio convertidos en una obra maestra.
El penúltimo hallazgo estaría en el pueblo de Miguel Esteban, cerca
de El Toboso, donde el procurador Francisco de Acuña se vestía con
armaduras, a lo Quijote, para atacar y espantar a los lugareños, entre
ellos al hidalgo Pedro de Villaseñor. Ocurrió un día del verano de julio
de 1581, cuando el sol estaba en lo más alto, y trató de matarlo a
lanzazos de tal manera que Villaseñor tuvo que huir corriendo por el
campo hacia El Toboso. Acuña atacaría a los Villaseñor con el fin de
quitarles el poder que ejercían en la zona. Así quedó registrado en un
proceso judicial de ese año, por intento de asesinato, y corroborado en
otro por vestirse con armas de guerra y amedrentar a la gente. Cervantes
(Alcalá de Henares, 1547- Madrid, 1616) habría conocido estos episodios
de boca de sus amigos, la familia De Villaseñor a quienes se refiere en
su libro póstumo Los trabajos de Persiles y Segismunda.
El descubrimiento lo han hecho los investigadores Francisco Javier
Escudero (archivero e historiador) e Isabel Sánchez Duque (arqueóloga y
experta en patrimonio cultural). Es una hipótesis, dicen ambos, aunque
pocas veces han coincidido tantos documentos reales con la novela
escrita por Cervantes: “Nosotros somos los primeros escépticos frente a
las teorías y los mitos que hay alrededor de las fuentes en las que se
habría inspirado Cervantes, pero estos documentos son hechos de la
descripción y comportamiento de los personajes de la vida real y su
coincidencia con varios pasajes y personajes de la novela. Justo de los
lugares donde transcurre la historia cervantina”. Además, Escudero y
Sánchez, hacen notar que la primera salida de Don Quijote ocurre un mes
de julio, el mismo mes del suceso protagonizado por Acuña y Villaseñor.
También encontraron a un tal Rodrigo Quijada, de la misma época descrita
y originario del Campo de Montiel, que tenía un escudero, había
comprado su hidalguía y la gente le tenía miedo porque iba imponiendo su
ley por ahí. En junio pasado, estos dos investigadores dijeron haber
encontrado la posible venta donde se armó caballero don Quijote, donde
hoy está la ermita de Manjavacas, en Mota del Cuervo. El estudio acaba
de editarse en la editorial AACHE.
¿Quiénes son los investigadores y cómo se habrían topado con estos
documentos? Francisco Javier Escudero es abogado y es el Archivero
Municipal y Encargado del Registro del Ayuntamiento de Socuéllamos en
Ciudad Real, pero hasta el año 2012 era el Responsable del Archivo
Central de la Consejería de Educación y Ciencia en Toledo. Isabel
Sánchez es doctora en arqueología de la Universidad de Valladolid,
master en Gestión de Patrimonio Cultural y actualmente es la encargada
del Museo Histórico de Juan Mayordomo, en La Mancha. Hace un año
decidieron emprender un trabajo sobre El camino de Toledo a Murcia que
aparece en la obra de Cervantes con el fin de establecer la biografía y
arqueología de la zona. En el Archivo Histórico Nacional, Órdenes
Militares consiguieron unos veinte procesos, que suman, unos dos mil
folios, de Miguel Esteban, El Toboso y Quintanar de la Orden, y es ahí
cuando se toparon con los sucesos descritos anteriormente y que han
aparecido en algunas informaciones recientes de la agencia EFE y, por
ejemplo, ayer en El Mundo.
Está documentado que algunas de las trifulcas entre hidalgos manchegos se producían con una ambientación carnavalesca, pues los contendientes se disfrazaban de caballeros armados a la usanza medieval.
Dice el académico Darío Villanueva
Para expertos como Darío Villanueva, secretario de la Real Academia,
“que Cervantes supo de muchas historias locales manchegas, del Toboso,
de Quintanar o de Argamasilla, no cabe ninguna duda. Está documentado
que algunas de las trifulcas entre hidalgos manchegos se producían con
una ambientación carnavalesca, pues los contendientes se disfrazaban de
caballeros armados a la usanza medieval. Está acreditado también el caso
de Rodrigo Quijada. Su apellido, mejor que el de Quessada, podría ser
una de las fuentes de inspiración para el nombre, don Quijote, que el
héroe cervantino se da a sí mismo. El Quijote Cervantes es una
summa de saberes, informaciones, aventuras y episodios. Pero sería
reduccionista conceder demasiada importancia a estos datos de la
realidad manchega contemporánea del escritor para entender la génesis de
su novela. Documentar las excentricidades de Acuñas y Villaseñores, o
recordar apellidos como el del corrupto regidor Rodrigo Quijada, tiene
un valor apreciable aunque anecdótico si lo comparamos con lo realmente
trascendente: la creación genial de un personaje en el que, mediante una
práctica relativamente nueva como era todavía en el XVII la lectura
febril y prolija de libros de caballerías, se contrapone realidad y
ficción para fundirlas en el único lugar en que tal cosa puede hacerse,
la mente de una persona”.
Para Andrés Trapiello, “El deseo de poner un nombre y apellidos
reales a las grandes figuras literarias es antiguo, y responde acaso a
la reticencia de quienes se resisten a creer que personajes tan vivos y
descomunales hayan salido "sólo" de la imaginación del autor. Y nadie
más vivo y descomunal que don Quijote. Por otro lado, ¿en qué pueblo o
ciudad no hay un loco? Cervantes, que anduvo por cientos de pueblos,
tuvo que conocer a cientos de locos. Ha frecuentado uno el mundo de los
libreros de viejo y lectores de viejo y bibliófilos desde hace cuarenta
años, y he conocido a unos cuantos locos de remate que se han vuelto
locos leyendo, si acaso no leían ya desaforadamente porque estaban
locos, unos graciosos y otros menos. Esto, tampoco es nuevo. De modo que
no es extraño que se rastreen cada cierto tiempo en los archivos
"casos" reales, "figuras históricas" que guardan una o varias semejanzas
con don Quijote. Al margen de lo que digan los eruditos en este o aquel
caso, don Quijote es la suma de todos ellos. El genio de don Quijote no
habría estado en inspirarse en tal o cual caso real, sino en hacer de
uno o varios locos comunes, uno solo excepcional y cuerdísimo para todo
lo que no tocaba con la caballería andante”.
La víspera del cuarto centenario de la segunda
parte de la obra maestra cervantina, en 2015, tiene este año varias
noticias clave: inéditos sobre la vida de Cervantes, la exploración de
sus restos en una iglesia de Madrid, varios libros y para Primavera se
espera una edición especial de la obra maestra cervantina, a cargo del
académico y especialista Francisco Rico
La víspera del cuarto centenario de la segunda parte de la obra
maestra cervantina, en 2015, tiene este año varias noticias clave: en
abril, un equipo de científicos empezó la búsqueda de los restos del escritor bajo la madrileña iglesia de las Trinitarias
que afronta hoy la exploración de una treintena de sepulturas en la
cripta, situada a unos 4,75 metros bajo el altar. En agosto, José
Cabello, archivero de La Puebla de Cazalla, en Sevilla, reveló cuatro documentos inéditos sobre Cervantes que arrojan luz sobre su vida
como el hecho de que permitió cobrar su salario a una mujer desconocida
en su biografía: Magdalena Enríquez. Este otoño se han presentado las
novelas La sombra de otro (Ediciones B), de Luis García Jambrina, inspirada en la vida de Cervantes; y El final de Sancho Panza y otras suertes
(Destino), donde Andrés Trapiello continúa la historia de algunos
personajes del Quijote en las Indias. La semana pasada se presentó en la
Feria del Libro de Guadalajara (México) una versión del Quijote para jóvenes, a cargo de Arturo Pérez-Reverte.
La próxima primavera, Francisco Rico presentará una edición especial de
la historia del Caballero de la Triste Figura, para conmemorar el
cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de la obra
maestra cervantina.
Entre las inspiraciones más conocidas de Don Quijote figuran a la que hiciera referencia Menéndez Pidal del Entremés de los romances,
de autor desconocido, donde aparece alguien que enloquece leyendo
romances. O el cuadro de la Virgen de Illescas, de la iglesia de San
Juan Bautista de Argamasilla de Alba. Una pintura ofrecida como exvoto
por Rodrigo de Pacheco, quien aparece en la parte inferior con un anexo
en grafía de la época a la que se encomienda porque está enfermo “de un
gran dolor que tenía en el celebro de una gran frialdad que se le cuajó
dentro”.