Aunque puede verse en inglés aquí, estos ocho consejos de la escritora británica Phyllis Dorothy James maestra de la novela novela negra británica
1 Centra bien tu misterio. Por encima de todo tiene que haber un misterio en el corazón de la novela. Normalmente hay un asesinato, un círculo cerrado de sospechosos con móvil, motivos y oportunidades para el crimen y un detective, ya sea aficionado o profesional, que llega cual deidad vengadora a resolverlo. James pone el énfasis en la estructura de la novela. Ella siempre sabe el final de la intriga antes de ponerse a escribir. La tensión debe mantenerse siempre con pulso firme y no perderse en aburridos interrogatorios.
2 Estudia la realidad. Una vez que hayas planeado tu novela, hay que darle vida. Y en esto reconoce James que está lo más difícil, combinar un rompecabezas creíble con una puesta en escena que cobre vida, un tema subyacente y un estilo literario distinguido. ¿La solución? Ir por la vida con todos los sentidos abiertos a las experiencias, tanto buenas como malas. Sentir empatía por los demás y creer que para un buen escritor nada de lo que ocurre se desperdicia.
3 Crea personajes que enganchen. Los personajes son de capital importancia. Querrás que sean algo más que estereotipos. Los personajes deben ser auténticos seres humanos, cada uno de los cuales toma vida para el lector, no muñecos de pasta hechos para ser derribados en el último capítulo.
4 Investiga, investiga, investiga. Además de prestarle atención a la vida real, gran parte del trabajo del escritor consiste en investigar. Suele ser la mejor manera de que tus personajes parezcan reales: descubriendo aquello que se supone que deberían saber. James hace sus investigaciones personalmente, lo cual le toma normalmente meses. Revisita las escenas, se hace aconsejar por expertos, y consulta habitualmente tanto a la policía como al laboratorio forense.
5 Sigue la regla del juego limpio. Asegúrate de que la información que tenga el lector sea la misma de la que dispone el detective. Para cuando acabe el libro, el lector tiene que haber podido llegar a la solución real mediante las pistas ofrecidas por la novela. Por supuesto, puedes darle un astuto giro engañoso a esas pruebas, pero siempre dentro de las reglas del juego.
6 ¡Lee! Parecerá un tópico, pero hay que leer para escribir. Primero, elige a tus autores, a los que vas a admirar y de los que vas a aprender. Los dioses particulares de James son Jane Austen, Wilkie Collins, Dorothy L Sayers, Graham Greene y Evelyn Waugh. Lee siempre la buena prosa y aprende de ella. Las herramientas de tu arte son las palabras. Intenta siempre ampliar tu vocabulario leyendo. No es para usar frases más complejas o pretenciosas, sino para poder tener a mano la palabra precisa para cada frase.
7 …y escribe. James nunca ha experimentado el bloqueo del escritor, aunque admite haber tenido que esperar largo tiempo hasta encontrar la inspiración para escribir su siguiente libro. No te consideres bloqueado. Usa inteligentemente tu tiempo entre inspiraciones, y practica tu habilidad con obras cortas. Créate ejercicios que completar, o toma clases. Escribiendo prosa y aprendiendo de la experiencia llegarás a desarrollar tu propio estilo.
8 Sigue una rutina. P.D. James se levanta pronto, se hace el té y pasa unas dos horas escribiendo. No necesita una habitación especial, pero sí una mesa o despacho y una silla confortables, a la altura adecuada, y con espacio suficiente para su diccionario y su material de investigación. Necesita estar completamente sola. Cuando su secretaria llega, le dicta lo que ha escrito. Ella lo pasa a ordenador y lo imprime para editarlo y corregirlo. Aunque prefieras empezar tarde y escribir durante horas en el ordenador de un cibercafé, la clave del éxito –según James– es tratar la escritura como un trabajo estructurado. Asegúrate de tener un método en el que puedas apoyarte.