Hace 90 años Jose Eustasio Rivera publicó La vorágine, un desgarrador relato sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. Para conmemorar el aniversario, Arcadia preparó un podcast con la lectura del primer capítulo de la novela
José Eustasio Rivera, autor colombiano de La Voragine. |
Ediciones últimas de La voragine./revistaarcadia.com |
Durante
ese viaje a la hacienda Mata de Palma, en la que vivió hasta febrero de
1920, Rivera conoció a Luis Franco Zapata, un hombre que 8 años antes
se había escapado con una empleada desde Bogotá hacia las caucherías de
la Amazonia brasileña. “La mayor parte de los personajes de La vorágine surgieron de los relatos de Luis Franco Zapata, incluidos los nombres, que poco variaron”, afirma Isaías Peña Gutiérrez.
En 1922, ya de vuelta en Bogotá, a Rivera lo nombran secretario abogado de la Comisión Limítrofe Colombo-Venezolana. Bajo
su nuevo cargo, se adentra en una nueva expedición selvática y conoce
la precaria situación y el abandono de los habitantes de esa zona.
Poco después, indignado, se dedica a escribir artículos y denuncias
exponiendo la situación que se vivía en la selva. Sus reclamos surten
poco efecto y es solo a través de La vorágine, publicada en 1924, que logra conseguir la atención del público.
Cuatro
años más tarde, en 1928, el escritor llega a Nueva York. Tenía varios
proyectos en mente, como el de traducir su novela al inglés y conseguir
financiación para hacer una película sobre su libro. Pero justo después
de llegar cae enfermo con convulsiones y síntomas de hemiplejia y es
trasladado a un hospital de esa ciudad. Allí fallece el primero de diciembre, con apenas 40 años. Aun así, ya había dejado un legado imborrable.
Como aseguró Antonio Caballero en la edición 100 de esta publicación: “La gran novela de España es sin duda El Quijote: caben en ella más cosas que en la propia España. Se discute sobre si existe una “gran novela norteamericana”, y si es Moby Dick de Melville o Huckleberry Finn de Mark Twain, o una que quiso escribir Norman Mailer y no pudo. Para Francia la duda está entre la interminable Comedia Humana de Balzac y la casi igual de larga En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. En México, el escueto Pedro Páramo de Rulfo se lleva por delante las docenas de novelas de Mariano Azuela o de Carlos Fuentes. En Alemania… etcétera. La gran novela de Colombia es La vorágine, de José Eustasio Rivera”.