El cantante sucumbe a los 70 años a un cáncer de pulmón
Joe Cocker se ganó un recuerdo inolvidable al musicalizar la serie Los años maravillosos con una canción prestada de The Beatles, With A Little Help Of My Friends /elpais.com |
Deja para la historia su voz única y sus movimientos espasmódicos
ante el micrófono, plasmados para la eternidad en su dramática
interpretación de With a little help from my friends, el éxito
de los Beatles, sobre un escenario de Woodstock, cuando el cantante solo
tenía 25 años, recogida en la película del festival. Aquella versión,
por la que le felicitaron los propios autores, supuso su primer número
uno en 1968 y reveló su gusto y acierto al reinterpretar, o más bien
reinventar, composiciones ajenas. Tras conocer ayer por la tarde la
noticia, Paul McCartney dijo que estará “para siempre agradecido” a
Cocker por convertir aquella canción del Sgt. Pepper’s en un “himno del soul”.
De origen proletario, Joe Cocker sucumbió a todas las tentaciones de
la bohemia rockera. Pero incluso cuando parecía tocar fondo era capaz de
cosechar éxitos planetarios. Su voz quedará para siempre unida al cine
de los ochenta, gracias a Up where I belong, su dueto con Jennifer Warnes en Oficial y caballero, que le valió un Grammy y un Oscar en 1983. Pero, sobre todo, por su versión de You can leave your hat on, de Randy Newman, que puso ritmo al mítico strip tease de Kim Bassinger ante Mickey Rourke en Nueve semanas y media, y se convirtió en himno erótico para toda una generación.
John Robert Cocker, nacido el 20 de mayo de 1944 en un suburbio de
Sheffield, vivía desde hace años en Estados Unidos, en un rancho de
Colorado, junto a su segunda esposa.
Su agente, Berrie Marshall, ha confirmado el lunes por la tarde la
muerte de un artista “sencillamente único”. “Será imposible llenar el
espacio que deja en nuestros corazones”, dijo. “Fue sin duda alguna la
mayor voz de rock y soul que nunca dio el Reino Unido. Fue el mismo
hombre durante toda su vida. Tenía verdadero talento, era una auténtica
estrella, pero al mismo tiempo un hombre amable y humilde que amaba
estar sobre el escenario. Cualquiera que le haya visto alguna vez en
directo no podrá olvidarle”.
Cuenta la leyenda que se lanzó a cantar ante un micrófono por primera
vez a los 12 años, en la banda de su hermano. Pero ya desde que cumplió
los 15 lo empezó a hacer en bandas propias. Sus comienzos en la música
profesional fueron bajo el nombre artístico de Vance Arnold. Con su
banda, los Avengers, y su poderosa voz, versionaban éxitos de Chuck
Berry y Ray Charles. En 1963 telonearon a los Rolling Stones en
Sheffield. Un año después firmaba un contrato para el primero de su veintena de álbumes en solitario.
Su estilo caótico y desaliñado sobre el escenario, cuenta quienes le
conocieron, tenía su réplica en su vida personal. A pesar de sus
reticencias iniciales a prodigarse en directo, en 1970 se embarcó en una
monumental gira por 48 ciudades de Estados Unidos acompañado por
cuarenta músicos, que se llamó Mad dogs & Englishmen
(perros locos y hombres ingleses). El éxito de la aventura, recogida en
un álbum en directo y en una película, cimentó su leyenda americana,
pero aquella larguísima fiesta casi acaba con su salud física y mental.
En 2007, la reina de Inglaterra le entregó la medalla que le
acreditaba como Oficial del Imperio Británico por sus servicios a la
música. Cocker publicó en 2012 su álbum de estudio Fire It Up,
el último de su larga carrera. El año pasado emprendió en una gira
triunfal por diversas ciudades Europa que terminó en junio en el
Hammersmith Apollo londinense, en el que el destino quiso que fuera su
último concierto.