martes, 20 de enero de 2015

Isidro Ferrer y la ilustración en el Hay Festival

El ilustrador español habla de los libros como objeto y del momento que vive este arte

Isidro Ferrer no hace esculturas, sino "objetos útiles con formas poéticas". También ha ilustrado decenas de libros./eltiempo.com

El ilustrador Isidro Ferrer, referente del diseño en España, continúa estremecido. El asesinato hace dos semanas de los caricaturistas de Charlie Hebdo, quienes interpretaban el mundo a través de la imagen, como él, lo pone a reflexionar sobre el concepto de realidad.
“La ignorancia y el fanatismo carecen de sentido del humor y no entienden el auténtico valor de la risa”, dice Ferrer, como abrebocas de esta entrevista sobre su primera vez en el Hay Festival, como invitado.
Ferrer, también ilustrador de libros, participará en el evento ‘Colores que reparan’, que apoya la empresa Pinturas Tito Pabón, en el que pintará un mural con niños de la comunidad de Puerto Rey, a 10 minutos de Cartagena; y de otra charla sobre el mundo de la ilustración.
Fundador de una ‘Editorial de Objetos Singulares’ e ilustrador de libros de autores como Pablo Neruda o Eduardo Galeano o Rafael Alberti, habla sobre los libros como objetos y del momento que vive la ilustración:
¿Podrá la ilustración salvar al libro impreso?
No exclusivamente, pero sí que ayuda a significar el libro desde un territorio diferente, no solo desde la lectura sino desde la pieza objetual. Cuando hablamos de libro electrónico estamos usando mal los términos. El libro es el soporte, la literatura está al margen del libro, lo que ocurre es que la literatura se concreta muchas veces en el libro, pero este no necesita de la literatura para existir.
¿No lo amenaza la tecnología?
Lo que va a hacer la tecnología es limpiar mucho el espacio editorial, porque hoy se está editando mucho, cosas a veces sin sentido. Hay una sobredosis enorme de libros. Cuando toda esta información se puede dar de una manera más razonable y económica en un entorno digital, el libro se va a tener que repensar y resituar en el territorio que siempre ha tenido, que es el objetual. El libro es un espacio físico y como tal va a recuperar la dignidad que le correspondía.
¿Y cómo podrá recuperarla?
Para que otra vez el libro exista como espacio físico tendrá que cuidar el papel, la impresión, los márgenes, los elementos compositivos que se habían olvidado. La imagen también va a recuperar un espacio en el libro, pero fundamentalmente este va a tener que estar bien hecho como objeto.
¿De qué forma la ilustración se ha reinventado en los formatos digitales?
Estamos todos perdidos, todo va tan rápido que no podemos vaticinar lo que va a suceder. A quienes trabajamos con la comunicación, la ilustración o el diseño gráfico, que todo cambie a esa velocidad nos lleva a una neurosis y una pérdida de perspectiva en la que estamos intentando mantenernos a flote, para ver de qué manera nos ajustamos a esa realidad cambiante.
¿Pero es un buen momento para la ilustración?
Hasta hace no muy poco se pensaba que la ilustración solo podía estar dirigida a un público infantil o que era un adorno de la lectura seria. Se pensaba que la lectura seria no debería venir acompañada de imágenes que endulzaran el hecho lector; pero, poco a poco, se ha ido comprendiendo que el leer no es exclusivamente para el entorno literario ni ensayístico, sino que también contempla otros espacios de manifestación y uno de ellos es la ilustración. Que se convierte en una expresión también.
Hoy, de hecho, toma fuerza la novela gráfica...
La novela gráfica ha ido invadiendo el mercado y al mismo tiempo dignificando la ilustración y la propia profesión de ilustradores muy serios que tienen a la imagen como parte fundamental en el relato de sus historias. Es una categoría nueva que viene del cómic, bebe de la literatura y de muchas otras circunstancias que están ahora en el entorno de la creación contemporánea.