jueves, 8 de marzo de 2012

8 de Marzo: escritoras y editoras nos dan el día

Clara Janés, Ángeles Caso, Adela Cortina, Marta Rivera de la Cruz, Elena Ramírez, Ana Merino, Laura Freixas y Lolita Bosch reflexionan sobre la discriminación, el sexismo y las trampas del lenguaje
Edward Hopper. Compartimiento c. fuente:elcultural.es

Este jueves, 8 de marzo, vuelve a conmemorarse el Día de la Mujer Trabajadora, que en esta ocasión se presenta especialmente estimulante por el polémico informe de la RAE que estudia los excesos del lenguaje no sexista. El debate, encendido, no oculta sin embargo ni las cifras de las víctimas de la violencia machista, ni el incremento del paro de las trabajadoras (¿qué celebrarán todas las que han perdido su empleo estos años?), ni las desigualdades. Pero, ¿qué piensan ellas, las creadoras y editoras? ¿celebran el día o lo consideran discriminatorio? Ocho mujeres (poetas, filósofas, ensayistas, narradoras, editoras) toman la palabra y responden a estas preguntas.

1. ¿Aún es necesario dedicar un día a la mujer trabajadora? ¿No lo son todos?
2. ¿El ámbito de la cultura es diferente?
3. ¿Alguna vez se ha sentido discriminada, como escritora, docente o editora, por el hecho de ser mujer?
4. ¿Qué opina de la polémica sobre el informe de la RAE sobre los excesos de las guías sobre el lenguaje no sexista?
5. ¿A qué mujer le gustaría ver en la RAE y por qué?


Clara Janés (poeta y traductora)

“Siempre me he sentido discriminada, pero lo importante es seguir”

1. Es necesario, si algo es necesario, porque sigue siendo una lucha de la mujer el poder trabajar valorándose su trabajo según sus méritos.


2. No lo creo. El ámbito cultural es el que conozco más y lo veo muy cerrado, aunque parezca paradójico. Hay mucha mujer machista en él.

3. Siempre me he sentido discriminada y sigo sintiéndolo, pero como decía Rosa Chacel lo importante es seguir.

4. No entro en esa polémica.

5. Yo pienso siempre, siempre, en aquellas que lo merecieron en alta medida y ya es tarde: María Moliner, Rosa Chacel o María Zambrano.

Ángeles Caso (escritora y periodista)

"¡Ojalá pronto sea inútil y desaparezca!"

1. Me temo que todavía es importante que exista un día que sirva de excusa para hablar de toda la desigualdad que aún existe. ¡Ojalá pronto sea inútil y desaparezca!


2. No, en absoluto. Basta con ver por ejemplo la lista de los premios literarios -de editoriales o de instituciones-, en los que las escritoras apenas tenemos presencia. O con saber que, según los datos, la mayor parte de la obra artística que se compra en España está hecha por artistas varones.

3. Sí, cuando algún amigo me ha confesado que nunca lee libros escritos por mujeres. O cuando algún crítico -o crítica- se ha empeñado en decir que mi literatura es sensiblera e incluso "rosa", algo que probablemente jamás habrían dicho si yo tuviera bigote.

4. Creo que algunos de sus razonamientos son atinados. Pero también creo que la Academia podría hacer algunas cosas para terminar con el sexismo -real- en el lenguaje. ¿Es admisible, por ejemplo, que en un diccionario como el DRAE, que está organizado supuestamente en orden alfabético, todas las entradas de nombres y adjetivos estén en masculino, aunque eso subvierta el orden? ¿No debería ir "niña" antes que "niño"?

5. A alguna de esas maravillosas profesoras que lucharon hace muchas décadas por ser respetadas en el ámbito académico. Por ejemplo, Carmen Bobes, catedrática ya jubilada de Literatura comparada en la Universidad de Oviedo.

Adela Cortina (filósofa)

“En España el 8M ya no es necesario”

1. En países en desarrollo sí que sigue siendo necesario, en España, no. Lo que hay que hacer es vigilar que mujeres y varones cobren lo mismo por igual trabajo, compartir el trabajo doméstico y acabar con el maltrato.


2. En el ámbito de la cultura cada mujer tiene que ganarse su crédito, igual que los varones.

3. No, nunca. Por otras razones sí, pero no por esa.

4. Que el lenguaje no es sexista ni deja de serlo. Los géneros gramaticales no se relacionan con el sexo. Que "coche" sea masculino en español y femenino en francés, o que "niño" sea neutro en alemán no dice nada en relación con el sexo.

5. A la que más se lo merezca.

Marta Rivera de la Cruz (escritora y periodista)

“En ningún sector es tan evidente la paridad como en el de la cultura”

1. Desde luego que lo son todos. Pero no me parece mal recordar, siquiera un día al año, que no siempre fue así, y que hubo muchas mujeres que jamás pudieran tener las mismas oportunidades laborales que los hombres.


2. Creo que en ningún sector es tan evidente la paridad como en el de la cultura.

3. Me he encontrado posturas de imbecilidad machista... pero eran personas que demostraban su imbecilidad mucho más allá del hecho de género.

4. Cuando acabé de leer el informe de Ignacio Bosque, le hubiese dado un abrazo. En cuanto a la polémica, muchos de quienes la alimentan están viviendo del cuento polemista desde hace siglos.

5. Se me ocurren siete nombres, y no quiero ofender a seis mujeres no citándolas... Estaba presente el día que ingresó Soledad Puértolas y se me saltaron las lágrimas. Espero que llegue pronto el día en que no tenga que emocionarme al ver entrar en la RAE a una mujer.

Elena Ramírez (editora)

Hay gestos más discriminatorios que el lenguaje

1. Porque sigue habiendo muchas diferencias entre las tasas y condiciones de empleo del hombre y las de la mujer; porque sigue requiriendo un esfuerzo ímprobo conciliar trabajo y familia para la mujer. Los días monográficos son un símbolo, y los símbolos son más importantes que nunca. Tal vez dejará de ser necesario el día que el tema no sea motivo de encuesta.


2. Es posible, en las antiguamente llamadas profesiones liberales hay mayor índice de empleo femenino que en otros campos, pero ¿en qué cargos y en qué condiciones? Las cosas han cambiado muchísimo, pero queda camino por recorrer. En franjas de población sin educación universitaria las diferencias son abismales.

3. Cuando yo comencé en el mundo editorial las mujeres comenzaban como asistentes, los hombres como editores, ese era su peldaño más bajo. Hoy en día hay asistentes editoriales hombres, o más concretamente, un ejército de becarios de ambos sexos. Nunca vi que le pidieran un café en una reunión a un compañero a mi nivel profesional, o que se elogiaran más sus piernas que su competencia. Pero de eso hace tiempo, creo que las cosas hoy, afortunadamente, han cambiado en el mundo editorial.

4. Creo que la propuesta de las guías de lenguaje no sexistas son una muestra de cómo forzar el lenguaje hasta convertirlo en parodia. Hay una clara distinción entre sexo y género en nuestro lenguaje. Por otra parte, todos debemos cuidar la forma de hablar (no sólo en este aspecto, por cierto) para no utilizar expresiones claramente discriminatorias, pero forzar un doble uso del lenguaje, para hombres y para mujeres no tiene sentido. Hay gestos y actitudes cotidianas mucho más discriminatorias, mas fáciles de señalar y solventar y menos controvertidas.

5. Imposible decir una sola, la RAE tiene mucho que hacer en este sentido. Rosa Montero, Elvira Lindo o Ana María Moix son mujeres con una probada trayectoria de creación literaria, enorme sentido común, y un extremadamente hábil manejo del lenguaje.

Ana Merino (poeta)

“El informe de la RAE es una reflexión necesaria”

1. El día Internacional de la Mujer nos recuerda la necesidad de defender los derechos de la mujer y el esfuerzo global que debemos hacer para que alcancen la igualdad en todo el mundo.


2. Dependerá del país. El contraste entre países es abrumador. En España la democracia facilitó que el espacio cultural femenino se consolidara. Eso ha permitido que las mujeres tengan una importante proyección en el ámbito cultural, no solo como creadoras, también como intermediarias de la producción cultural, destacando como agentes literarios o galeristas en el mundo del arte.

3. No.

4. El informe de la RAE es una reflexión necesaria que dialoga con la realidad y los usos políticos del idioma en España. Toda transformación se consolida a través de sus hablantes. Cualquier imposición suele fracasar porque no cuaja entre la población y creo que es lo que transmite ese informe. Se está polemizando sobre puntualizaciones técnicas de un lingüista que explica por qué la sociedad no puede asimilar recomendaciones no sexistas impuestas. En este caso el español tiene la peculiaridad del género masculino y femenino, y eso ha ocasionado un entramado fascinante de pasiones ideológicas. Tal vez no estoy siendo neutral, por un lado mi padre es académico, y por otro soy una de las grandes defensoras y promotoras del español en Estados Unidos. En mi país de adopción este idioma al expresarse tiene otras connotaciones, otros retos y otras preocupaciones.

5. A toda aquella mujer que esté muy bien cualificada, que tenga ganas de trabajar y quiera dedicarse de lleno a su sillón, cumpliendo con el compromiso que implica formar parte de la RAE. Estoy segura que a esta nueva generación de académicos ya no se les escaparán mujeres como María Moliner.

Laura Freixas (escritora y periodista)

“El ámbito cultural es tan desigual como el que más”

1. La desigualdad de género es un problema sangrante y que se da prácticamente en todos los ámbitos: el trabajo, la política, la economía, la vida cotidiana, el trabajo doméstico, la cultura, los medios de comunicación... Bienvenido sea el 8 de marzo si sirve para que al menos una vez al año, recordemos cuánto queda todavía por hacer para alcanzar una sociedad en la que todo el mundo, sea mujer u hombre, tenga las mismas oportunidades.


2. Contrariamente a lo que suele creerse, el ámbito de la cultura es tan desigual como el que más. Algunos ejemplos: en los catálogos de las principales editoriales, las escritoras representan en torno a un 20 % de los autores publicados; solo un 7 % de las películas españolas de los últimos años son obra de directoras; la mayoría de Premios Nacionales (Cervantes, Velázquez, Nacional de Música, de Narrativa, de Ensayo...) han sido y siguen siendo concedidos a varones en un 90 % de los casos...

3. Pienso que las escritoras, y las intelectuales y artistas en general, estamos discriminadas. No se trata de actos concretos, sino de un favoritismo difuso, pero evidente, hacia los varones, por parte de quienes tienen el poder en el mundo cultural. Se trata también de los prejuicios que distorsionan la recepción de las obras femeninas: éstas son vistas, automática e inconscientemente, como algo marginal, desprovisto de autoridad y de universalidad, algo que sólo puede interesar a las mujeres, mientras que se supone que las obras masculinas nos interesan a todos y encarnan lo humano en general. Véase por ejemplo la tan utilizada expresión “literatura de mujeres, sobre mujeres, para mujeres”, mientras que nadie califica las obras masculinas, incluso las que nos presentan solo o principalmente a personajes masculinos, como "literatura de hombres, sobre hombres, para hombres”.

4. Estoy muy contenta de que por fin haya una polémica abierta, racional, con argumentos -en vez de insultos y descalificaciones- sobre un tema cuya importancia es evidente, como lo demuestran las pasiones que suscita. Y por supuesto estoy a favor del lenguaje no sexista, aunque hay que decidir, y no es fácil, en qué consiste en cada caso, cuál de las distintas opciones posibles es la más adecuada.

5. A Amelia Valcárcel, a Belén Gopegui, a Cristina Peri Rossi, tres mujeres de una inteligencia y un carácter fuera de lo común.


Lolita Bosch (escritora)

“Hay problemas relacionados con la mujer mucho más urgentes que el lenguaje no sexista”

1. Totalmente necesario. Sólo falta sacar un pie fuera de casa y mirar qué hay en otros lugares, revisar los salarios, el trabajo doméstico y familiar, las oportunidades laborales.... En fin, avanzamos pero es tan lento....


2. Creo que un poco el ámbito editorial, no sé si el de la escritura. Hay menos escritoras que escritores, y entre lectores se considera que hay mejores escritores hombres que mujeres. Creo que ocurre por la ignorancia por la que ocurre todo lo que tiene que ver con el machismo, sumado a que las mujeres tenían y tienen un género que aparentemente les es propio y efectivamente es menor: la novela romántica. Como siempre, eso desacredita al grueso del género femenino.

3. Yo trato de no permitir que nadie me haga sentir discriminada, por nada. Me irrita y me defiendo.... Normalmente no llega ni siquiera a la necesidad de defenderse. Pero claro que sé que muchas veces me invitan a cubrir cupo. Entonces, rechazo la invitación.

4. El lenguaje no sexista es muy incómodo, eso sí lo acepto. Soy feminista y no lo uso ya que a veces raya lo ridículo. Pero es cierto que asumir un género que no nos es propio es extraño y conflictivo. Sin embargo hay problemas relacionados con la mujer mucho más urgentes. El lenguaje es elástico y está vivo.

5. A mí la RAE nunca me ha interesado en absoluto. En todo caso, confiaría más en un parlamento de artistas que en uno que se empeña en llamar “mexicanismo” a una expresión que usan 112 millones de personas. No comparto su solemnidad, su colonialismo ni su pasión por la gramática.