Un escolar lector en la Biblioteca de la Secundaria Artes Gráficas No. 10, que para la SEP es modelo de espacio como el que deberían de tener todas las escuelas en México.foto:Tanya Guerrero. fuente:eluniversal.com.mxUn diagnóstico de la Organización de Estados Iberoamericanos revela la situación en México. A pesar de las carencias, los proyectos han logrado fomentar la lectura
Sólo una de cada diez bibliotecas escolares en México es coordinada por un maestro bibliotecario designado y capacitado para tal función; en tres cuartas partes de esas bibliotecas los libros no están clasificados, por lo que hay un escaso control del préstamo a domicilio; aunque más de la mitad de las escuelas tienen un salón asignado para la biblioteca, se trata de espacios pequeños e inadecuados.
Hay otros datos reveladores: un tercio de las bibliotecas escolares no cuenta con mobiliario adecuado y si lo tienen resulta insuficiente; hay escuelas preescolares indígenas que no cuentan con bibliotecas y son muy pocas las bibliotecas escolares que se han instalado en las primarias indígenas.
Esos son algunos de los resultados del primer diagnóstico sobre bibliotecas escolares en México, que realizó la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) auspiciada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) entre 5 mil 352 alumnos, maestros, directores y responsables de las bibliotecas.
Sin embargo, aunque se trata de un estudio valioso en su tipo -nunca antes se había realizado un trabajo similar sobre las bibliotecas de las escuelas mexicanas-, es un diagnóstico basado en una muestra representativa muy simbólica, pues trabajaron sólo con 200 de las 189 mil 356 escuelas dependientes de la SEP, en los tres niveles de la Educación Básica, lo que representa el 1% del total.
Arturo Stringel Gómez, director general adjunto de Materiales Educativos de la SEP, reconoce que el alcance de este estudio es muy reducido todavía y que lo idóneo hubiera sido hacerlo más grande, pero significaba aportar más recursos y ya no tenían presupuesto.
"Nos fuimos con una muestra más reducida que no nos da el contexto pero sí nos señala cuál es la situación que tenemos", dice Stringel, y rápido agrega: "Es chica la muestra que se tomó, sin embargo, representativa de la situación que guarda la Biblioteca Escolar y la Biblioteca de Aula".
Los resultados de ese estudio están contenidos en el libro Las bibliotecas escolares en México. Un diagnóstico desde la comunidad escolar, editado por la OEI con apoyo de la Fundación SM, la SEP, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA).
Aunque la finalidad del diagnóstico es ofrecer información a las autoridades educativas e investigadores sobre las bibliotecas escolares, también se abordó el tema de las Bibliotecas de Aula, un programa que arrancó en 2001, durante el gobierno del presidente Vicente Fox, que es único en Iberoamérica y que consiste en dotar de un acervo de acuerdo al grado, en cada aula de todas las escuelas de Educación Básica en todo el país.
Cabe señalar que este diagnóstico que ofrece datos del estado actual de las bibliotecas en las escuelas mexicanas, también lo realizó la OEI en otros tres países: Argentina, Brasil y Chile, naciones donde no se han presentado los resultados, pero que cuando estén listos permitirán tener una base comparativa de nuevos modelos de desarrollo de las bibliotecas escolares en Iberoamérica.
Elisa Bonilla, directora de IDEA, asegura que se trata de un "estudio modesto pero muy bien realizado" que muestra cuál es la situación de nuestras bibliotecas escolares.
"Este diagnóstico dice cosas importantes y nos confirma que los resultados son muy semejantes con los que arrojó el estudio que se hizo en España en 2005: que el número de horas en que se abre la biblioteca es poco y que el personal para atenderla es insuficiente", señala la también directora de la Fundación SM en México.
Panorama y desarrollo
La finalidad del diagnóstico siempre fue averiguar si en México existían bibliotecas escolares y, a partir de allí, obtener información sobre cómo funcionan sus cinco componentes básicos: los acervos, el espacio y la infraestructura, el equipamiento y la tecnología que utilizan, el personal responsable y los servicios que ofrecen.
Con base en el estudio realizado en 2005 en las bibliotecas escolares en España, la OEI hizo un levantamiento de datos entre el 4 de diciembre de 2008 y el 14 de enero de 2009, en escuelas de Educación Básica, en todas sus modalidades: preescolar general, preescolar indígena, primaria general, primaria indígena, secundaria general, secundaria técnica y telesecundaria.
Los resultados del estudio demuestran que no es suficiente la selección y dotación de materiales para modificar las prácticas lectoras de la comunidad escolar y que la dotación de libros es una condición necesaria pero no significa automáticamente un acercamiento equitativo y apropiado a los libros ni su uso cotidiano.Entre las problemáticas más urgentes está la necesidad de impulsar el papel del maestro bibliotecario o al menos, un responsable de la biblioteca escolar, definir su perfil y sus funciones, pues el estudio muestra que aunque 69% de los responsables son licenciados o profesores, la mayor parte de la capacitación ha sido en fomento a la lectura, mas no en biblioteconomía.
Otro foco de atención está en el acervo; por ejemplo, las Bibliotecas de Aula cuentan con un acervo de apenas 50 libros, cantidad muy inferior a la que deberían tener, pues se estima que en cada grupo debería haber, en promedio, tres libros por niño; lo que significaría contar con bibliotecas de entre 100 y 120 títulos en cada salón.
Según los datos arrojados por el diagnóstico que ya ha sido entregado a los directivos en las escuelas, sea en formato impreso o en versión CD ROOM y que ya se encuentra en línea, el 70% de los bibliotecarios o responsables dice contar con inventarios de sus materiales, pero el 30% carece de inventario, lo que es preocupante pues esto es básico para el mantenimiento del acervo.
Según el estudio, el 30% de las escuelas tiene sus acervos en muebles bajo llave; es decir, no están al alcance de los estudiantes. Pero además, son acervos conformados principalmente, en un 97%, por las dotaciones que les llegan a través del Programa Nacional de Lectura; incluso, el 70% de los directivos respondieron que nunca habían recibido ninguna donación privada.
Para Elisa Bonilla y Arturo Stringel Gómez, el panorama de las bibliotecas escolares no es tan malo. Bonilla asegura que al comparar este diagnóstico con el que se realizó en España hace seis años muestra que "no estamos peor de cómo estaba ese país europeo".
Hablando de retos
El diagnóstico de 94 páginas que está dividido en nueve apartados, también señala que tres cuartas partes de los bibliotecarios dicen que no cuentan con un presupuesto específico para la mejora de la biblioteca escolar.
A pesar de ese dato, Elisa Bonilla es optimista, dice que este año o a más tardar durante los primeros meses de 2012, España dará a conocer su segundo diagnóstico en el que, al parecer, ya se nota un movimiento en las bibliotecas escolares respecto a lo que había cinco años atrás.
"Para lo que deben servir estos estudios es para orientar las políticas, ver qué está funcionando y que no está funcionando. Por supuesto que entre los logros se ven avances importantes en el programa de Bibliotecas de Aula; ahora esperamos que el estudio se lea con mucho cuidado y sirva para orientar a quien tenga que tomar las decisiones al respecto de qué sigue", asegura la directora de Fundación SM.Por su parte, Stringel Gómez dice que desde 2009, luego del levamiento de datos y de que comenzaron a analizarlos, en la SEP arrancaron una serie de proyectos para trabajar en las debilidades y darles la mejor solución.
"Puedo decir que en la actualidad, la gran mayoría de las escuelas ya tienen responsable; también teníamos una meta de nombrar a 145 mil maestros bibliotecarios y estamos en un 85 o 90%; en cuanto a la capacitación, desde antes de este estudio ya estábamos dando cursos y acompañando a los profesores", señala Arturo Stringel.
A la par, han realizado dos cursos a distancia para profesores y aspiran a que en todas las escuelas instalen su biblioteca, lo malo es que se han encontrado con un problema, que en algunos casos ya se acabó el crecimiento de la escuela y no tienen más opción que mantener el acervo en la dirección.
Aunque saben que este diagnóstico es vital para saber cómo van, aún no saben si será un estudio que tenga continuidad y que dentro de cuatro o cinco años la OEI lo repita, es un asunto pendiente, tiene que ver con presupuestos y eso es cosa complicada en México.