"El proceso de paz es muy valeroso porque, además, las operaciones militares continúan y no se van a cometer los errores de ocasiones anteriores", señaló Gamboa
Gamboa presenta en Santiago, su última novela Plegarias nocturnas./lainformacion.com |
El escritor colombiano Santiago Gamboa, que se encuentra en Chile para presentar su última novela, "Plegarias nocturnas", en la Feria del Libro de Santiago (FILSA), considera que el proceso de paz entre el Gobierno de su país y las FARC es "una victoria de la sociedad colombiana".
El autor de obras como "Hotel Pekín" o "El síndrome de Ulises" cree que es "muy difícil llegar a una solución" y que hacerlo "sería "extraordinario".
Para Gamboa, que aún llora la muerte de su amigo, el escritor mexicano Carlos Fuentes, el mero hecho de que las FARC se sienten a dialogar indica que "tienen interés por estar en el proceso, quieren ser escuchados, tienen ganas de parlamento".
Según el colombiano, su país vive ahora mismo un "aire completamente diferente" a la época del expresidente Álvaro Uribe. Aunque reconoce que no creía y no apoyaba a Juan Manuel Santos, asegura también que el actual presidente de Colombia "no es la continuación de Uribe" y que entre otras realizaciones, "solucionó los problemas con Ecuador y Venezuela".
"Se ha producido un vuelco. Los que votaron y apoyaron a Santos, ahora no lo hacen. Es el caso de Uribe. Mientras que los que no lo apoyaron ahora sí que lo apoyan", dice, instantes antes de calificar la presidencia actual de "notable".
"Plegarias nocturnas", la novela que Gamboa presenta este mismo lunes en el centro cultural Estación Mapocho, de Santiago, cuenta "una historia de amor no convencional entre dos hermanos en un momento complicado con Uribe", quien gobernó en Colombia durante ocho años (2002-2010).
Una época en la que está ambientada su novela y que Gamboa critica con fiereza, a través de personajes que, como todos los de sus obras, están basados en sus experiencias personales.
"Con él (Uribe) hubo más seguridad, menos actos terroristas, pero hubo un aumento de la violencia invisible. Todo se polarizó: o eras 'uribista' o eras terrorista", asegura a Efe. Y agrega: "Durante el Gobierno de Uribe hubo más desapariciones que durante la represión chilena", aludiendo a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Santiago Gamboa, ganador en 2007 del premio La otra Orilla", por su novela "Necrópolis", adelanta además que está trabajando en un nuevo libro, en el que los protagonistas son dos personajes procedentes de la novela que presenta hoy en FILSA.
La escritura de "Plegarias Nocturnas" fue "una experiencia muy intensa, con unos personajes muy fuertes". Tan fuertes que le siguieron rondando en la cabeza y quería "seguir interrogándolos y así conocerlos mejor".
"No es una continuación. Son dos de los personajes, el cónsul y la hermana, unos tres años después", asegura el bogotano sobre su primera incursión de este tipo.
Santiago Gamboa no sólo habla de la situación de su país o de sus libros, sino que también conversa sobre el legado de Carlos Fuentes o el panorama literario actual en Chile y en el mundo.
A punto de cumplirse seis meses de la muerte de Carlos Fuentes, icono del Boom Latinoamericano, Gamboa asevera que el autor de "La Muerte de Artemio Cruz", "sigue un proceso de canonización muy merecido porque es un grandísimo autor. Era un intelectual de los que ya no existen".
Fuentes es para Gamboa, "literatura con mayúsculas" y que contrasta con lo que él considera "entretenimiento" y pone de ejemplo la trilogía "50 sombras".
"Las editoriales, las librerías, la gente... confunden estas obras con literatura. Luego leen a Javier Cercas o Enrique Vila-Matas y se aburren", explica.
Sobre la situación del mercado chileno, Gamboa apunta que "es el único país de Latinoamérica con dos premios Nobel, Pablo Neruda (1971) y Gabriela Mistral (1945)" y con grandes autores contemporáneos como el ya fallecido pero vigente Roberto Bolaño, Alejandra Costamagna o Jaime Collyer, pero en el que se consumen pocos libros. Es a su juicio, un mercado literario "bajo".
"En Chile los libros son carísimos, no hay ningún tipo de incentivo. Se encuentran dentro de las leyes del mercado", concluye.