¡400 libros en 40 años! Y 10 milllones de ejemplares vendidos. El escritor barcelonés desarrolla su currículo en sus memorias literarias
Jordi Sierra i Fabra, en 2011. / Alberto Cuéllar./elmundo.es |
"Mis colegas suelen reírse siempre, de buen rollo, de mis excesos.
Por eso son colegas. Otra cosa son los intelectuales fatuos que asocian
cantidad con obras malas. Ray Bradbury decía que cantidad es igual a
calidad, porque cuanto más escribes, más sabes escribir. También decía
que cuanto más rápido eres, más sincero resultas. Y yo
suscribo ambas cosas. No tengo estudios, no soy hombre de carrera, sólo
he leído (mucho) y he escrito (muchísimo), así que he aprendido solo.
Cada cual ha de aceptar sus limitaciones, quién es y qué es. Yo sólo
quiero ser feliz. Hago lo que me gusta, mi vida ha sido la que elegí de
niño. ¿Qué más puedo pedir? Lo demás son comidas de tarro, paridas y
grandilocuencias de los que siempre se miran su propio ombligo sentando
cátedras. Si la vida fuera un circo, yo sería la mujer barbuda. Pues
vale, ¿y qué?"
El que habla tan pinturero (en realidad, escribe, en un correo
electrónico) es Jordi Sierra y Fabra. Y los "excesos" a los que se
refiere son sus estadísticas, que casi parecen las de un jugador de
baloncesto: 40 años publicando, 400 libros editados y 10 millones de
ejemplares vendidos. Sierra i Fabra, obsesivo, no ha perdido nunca la
cuenta ni los archivos que explican cada título, sus circunstancias y y
el sabor de boca que le dejó. Así que ahora, para celebrar la cifra
redonda, el autor hace recopilación y lanza 'Mis (primeros) 400 libros'
(editado por SM). La verdad, ojear sus páginas impresiona.
¿Qué ocurre cuando Serra i Fabra se encuentra con alguien que no sabe
nada de él y le pregunta a qué se dedica? "Le diría que soy escritor
todoterreno, que me encanta encadenar palabras, que no importa la
historia, sino el sentimiento con el que la escriba. Para mí, escribir es el arte mas supremo, el que lo tiene todo, pintas con las palabras, haces actuar a tus personajes...".
"Nunca he parado de escribir", continúa el autor barcelonés, "y eso
se demuestra en mis 'Memorias'. Desde la niñez ya me hice un libro al
año, y desde hace 40, que publique mi primer libro, no ha habido día sin
una idea, algo. Vivo conectado con mi cabeza, mis ideas, los libros que
nacen constantemente. Siempre digo que ya descansaré cuando me muera. Antes, ¿para qué?".
El catálogo de Serra i Fabra incluye mucho libro de rock, mucho libro
infantil, un montón de novelas para adolescentes, algunas intrigas
políticas, alguna pieza de ciencia ficción... En cada ficha, aparecen notas sobre el momento de la composición y redacción de cada libro.
Por ejemplo: "Guión previo: 7-9 de junio de 2003; escrito: 18, 25 y
27-28 de junio de 2003; publicado abril de 2005 por Edelvives...".
Aquí se intuye un método muy serio, ¿verdad? "Si,
riguroso, disciplinado, sin dar nunca cinco minutos por perdidos. La
prueba son estas memorias. En ellas se entiende bien la clase de pasión
creativa que siempre me ha dominado. Primero están las ideas, después la
creación mental de la historia, la investigación, viajar a los lugares
donde ocurre todo (si es necesario), finalmente hacer el guión previo,
donde está todo. La parte más sencilla es la final: escribir el libro".
¿Y siempre funciona ese sistema? ¿Hay libros fallidos, libros que le den un recuerdo ingrato? ¿Nunca asaltan las dudas? "Tengo
la suerte de haber escrito siempre lo que he querido, y para mí, cada
libro que he hecho ha sido siempre el primero, el mejor, el todo. Nunca
podría escribir algo que no sintiera profundamente. Así que si un libro
falla, no gusta o no se vende, es tan por azar como cuando uno llega a las 70 ediciones y no sabes por qué.
Esos son misterios de la vida. Yo no considero un fracaso que un libro
no se venda, o no guste. Es una circunstancia, nada más. Intento ser
sincero. Es todo lo que importa. Contar una historia de la mejor forma
posible. En el arte no hay errores, hay gustos".
Y de despedida, una proclamación de plenitud: "Desde 2000-2001 mi vida ha sido muy luminosa, es cuando mejor he escrito,
es cuando más feliz he sido porque me he sentido muy realizado, es
cuando he creado mis dos Fundaciones, es cuando me he consolidado como
escritor de más o menos prestigio, ganado libro a libro, es cuando me
han llegado los premios y reconocimientos, es cuando he empezado a
recoger los frutos de toda una vida de vocación literaria y trabajo, es
cuando he sido abuelo.. A eso me refiero cuando hablo en el libro de
'los años de la luz'. Hablo de la luz de la felicidad, del sentir que lo
que has hecho tambien tiene un sentido para los demás. Nadie vende 10 millones de libros en España por ser guapo. Toda esa gente me ha leído por algo. Mis 'memorias literarias' son un homanaje a todo esto".