Un ciclo de conferencias diseñado por el autor de Aura, convertido en su homenaje póstumo
El escritor mexicano Carlos Fuentes. / Daniel Mordzinski./elpais.com |
Antes de morir el 15 de mayo de este año,
Carlos Fuentes diseñó a principios de 2012 el programa de un ciclo de
conferencias para debatir y reflexionar, a través de las aportaciones de
siete autores, sobre la nueva narrativa latinoamericana. El encuentro,
que se celebra hasta mañana en El Colegio Nacional
de la capital mexicana, institución a la que perteneció Fuentes desde
1972, se ha convertido en un homenaje póstumo al escritor.
“Cuando era niño, me escapaba de clase para ir hasta el Nacional a
ver al maestro”, recuerda el escritor Xavier Velasco. El escritor
mexicano, premio Alfaguara 2003 por Diablo guardián, es uno de los autores elegidos para participar en el evento. “Lo que más me atrae de estas conferencias es que Carlos Fuentes
me escogiera para ello. Dos meses antes de morir me llamó para
invitarme. Así que no es un compromiso ni una obligación, es una
oportunidad, una alegría. Estoy nervioso”, reconoce entre risas en
conversación telefónica cuando todavía ultima su ponencia de esta tarde.
La participación de cada uno de los escritores en las charlas es moderada por el autor y crítico literario peruano Julio Ortega.
Además de Velasco, la lista de autores la completan los colombianos
Juan Gabriel Vásquez y Santiago Gamboa; los chilenos Carlos Franz y
Arturo Fontaine; la escritora y periodista argentina Matilde Sánchez, y
el mexicano Ignacio Padilla.
La finalidad del ciclo La Nueva Novela Latinoamericana no es otra que
debatir sobre la importancia de la narrativa hispana en el escenario
mundial. “Es un buen momento para la creación en español. Hay mucha
gente que se está atreviendo a muchas cosas, creo que ya no existen
complejos a la hora de escribir sobre un sitio, no se ponen límites por
ser de otra parte”. Para Xavier Velasco, el maestro Fuentes “es el James Bond” de las letras mexicanas, “él nos puso en el mapa”, recalca. El autor de Diablo Guardián o su más reciente La edad de la punzada
no se considera parte de ninguna corriente literaria. “Soy un heredero
del ‘boom’ como lo somos todos o casi todos, pero la creación actual es
tan diversa que no creo que pueda englobarse en un movimiento”, señala
serio antes añadir ya en tono jocoso: “Bastante problema tengo con ser
parte del mundo como para pertenecer a ninguna corriente, además, no
tengo pandilla desde que iba al colegio”, concluye.