sábado, 19 de octubre de 2013

El Festival de la Palabra cierra sus puertas rompiendo barreras lingüísticas

Cómo Cervantes fue reivindicado antes en Latinoamérica o el boom literario latinoamericano devolvió a una España franquista la pasión por autores en su idioma fueron algunos de esos "viajes de ida y vuelta" que se trazaron hoy en Nueva York en la jornada de clausura del Festival de la Palabra

El Festival de la Palabra cierra sus puertas rompiendo barreras lingüísticas./lainformacion.com


"América latina: un viaje literario de ida y vuelta" era el título del debate al que acudieron los escritores españoles Cristina Fernández Cubas, Ricardo Menéndez Salmón y José Manuel Fajardo, así como los puertorriqueños Carlos Vázquez Cruz y Roxana Matienzo.
"En la literatura debemos adoptar la mirada de pájaro. Nunca vamos a ver una línea fronteriza. Es una quimera inventada por el hombre", aseguró Fajardo, completado por Matienzo, quien explicó cómo "la geografía interna es lo único relevante en la literatura, pues explora el mundo interior".
El centro de la discusión fue tanto el español, como lengua que aglutina infinidad de culturas o variables, como esa "palabra" escurridiza y polivalente que da título al festival, celebrado entre Nueva York y Puerto Rico.
"Si escribo desde el español común estoy quitándole referentes y subestimando al lector", aseguró Vázquez Cruz, escritor de libros como "Malacostumbrismo", y atrapado o liberado dentro de ese crisol lingüístico que es Puerto Rico, con la convivencia del inglés, el español y su hijo natural, el "spanglish".
Vázquez Cruz, llegado el momento, confesó que tomó la decisión de usar el primero para su trabajo y el segundo para su literatura. "Fue una decisión política", aseguró.
Fajardo, amante de los viajes y cuya última novela publicada es "Mi nombre es Jamaica", señaló la importancia de entender cómo el español de España "es solo una de las variantes entre las 22 variantes de español que existen", dijo, indicando que "Cervantes es casi más latinoamericano que español, porque en España no le hicieron caso hasta el siglo XIX".
Cristina Fernández Cubas añadió que "'Tirano Banderas', de Valle-Inclán, es la novela más mexicana que existe'" y reconoció que, durante la España franquista, ella y otros colegas "recobramos el placer de leer autores en nuestro idioma gracias al 'boom de la literatura latinoamericana'".
Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar o Carlos Fuentes les sacaron "del aislamiento político español y del desprecio que hacía que solo se leyera literatura francesa", prosiguió la autora de la novela "El año de Gracia", la biografía de Emilia Pardo Bazán o el cuento "Los altillos de Brumal".
Así, con la amalgama de autores que el Festival de la Palabra ha reunido (con puertorriqueños como Eduardo Lalo o Rosario Ferré, argentinos como Diego Fonseca o Josefina Licitra, la brasileña Ana María Goncalves o el haitiano Louise Philippe Dalember), Fernández Cubas definió el certamen como "un festival de acentos" que se ha dejado sentir en las charlas y lecturas públicas.
"Creo que, por el origen de nuestra lengua, todos los hispanohablantes hemos acabado desarrollando una predisposición para entender al otro", concluyó Fajardo.