La violencia suscitada en su país a raíz de la lucha contra el narcotráfico no se trata de un problema de seguridad nacional, sino de salud pública
Juan Villoro advierte que la violencia en México es un problema de salud pública./lainformacion.com |
En una entrevista con Efe, Villoro (México 1956), que se
encuentra en Chile para recibir este mismo viernes el Premio
Iberoamericano de Letras Jose Donoso 2012, se mostró muy crítico con la
"cruzada" que el presidente Felipe Calderón emprendió para combatir el tráfico de drogas.
"Es
un tema de salud pública, no es un tema de seguridad nacional y eso no
lo pudo entender el actual Gobierno; esperamos que con el cambio de
Gobierno haya una nueva política al respecto", precisó.
En este
sentido, el autor de novelas como "Materia dispuesta" o "Arrecife"
señaló sentirse "relativamente optimista" ante el nuevo proyecto del
presidente electo Enrique Peña Nieto,
que asumirá su cargo el próximo 1 de diciembre después de obtener la
victoria en las elecciones que se celebraron el pasado julio.
"Cerca
de mi casa hay un grafiti que dice: que se vayan los ineptos y que
vuelvan los corruptos", relató para resumir el momento de transición
política en la que se encuentra México.
Añadió que la actuación de la etapa Calderón fue tan decepcionante que, en su opinión, México "ya tocó fondo".
Según medios mexicanos, la violencia del crimen organizado
ha causado cerca de 57.500 muertos en México durante los seis años de
presidencia de Felipe Calderón, algo que para el escritor demuestra que
ha sido una guerra "presidencialista" en la que "toda bala fue una bala
perdida".
Por ello, Villoro está elaborando "Alfombra roja", una
obra que agolpa crónicas relacionadas con el arrebato de libertad
durante este periodo violento de su país.
Mientras acaba de
completar su último libro, este apasionado del fútbol y articulista ha
encontrado un espacio en su agenda para visitar Chile y recoger el
galardón José Donoso a su "extensa y "versátil obra" en el marco de la
XXXII Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa).
"Me hace
sentir un poquito viejo, porque es un premio a la trayectoria, pero
espero que no sea una nominación a la jubilación, sino a sentir
estímulos y desafíos en la tercera edad" enfatizó.
Su visita al país austral es especial, ya que se trata de la primera vez que desembarca en Chile después del terremoto
del 27 de febrero de 2010, un suceso que Villoro vivió en primera
persona y que le sirvió para relatar su vivencia en el libro "8.8: El
miedo en el espejo".
Dos años y nueve meses después Villoro
considera que Chile continúa con la misma capacidad de respuesta y de
organización al asegurar que los "terremotos son inspectores de la
honestidad arquitectónica" de un país.
"Los edificios son una
prueba de la resistencia que tiene este país. Ahora encuentro nuevamente
un país pujante con expectativas electorales interesantes, como el
regreso de la presidenta Bachelet", explicó.
Asimismo,
Villoro se refirió al artículo que remitió a la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara (FIL) para que hiciera marcha atrás y no entregara
su galardón más importante al peruano Alfredo Bryce Echenique,
involucrado en casos de plagio, porque, según dijo, "violaría las normas
éticas".
Villoro advirtió junto a otros escritores mexicanos, que
premiar con dinero público al autor peruano perjudicaba al premio, a
las instituciones convocantes y a la cultura del país y supondría una
"bofetada" para "las víctimas de los plagios".
El mexicano negó
que tenga algún tipo de problema personal con Bryce Echenique, si bien
defendió que no se puede falsear la ética.
"Es un contrasentido
que se castiguen los plagios de los alumnos y que premies a un escritor
que ha cometido plagio. Había un problema ético", concluyó.