jueves, 2 de enero de 2014

El año literario de 2013 de un fatigado lector

Memoria bibliográfica de un año leído


Todas las ramas  del árbol bibliográfico con sus libros.

Empiezo por decir que leo profusamente, porque escribo. Busco ver en la lectura cómo los escritores resuelven asuntos propios del relato, la trama, la estructura con unos personajes que se dicen imaginarios y trasladan  y  reflejan actividades de seres humanos en  este oficio de soledad. Confieso que la lectura es más grata y placentera que la propia actividad creadora de la escritura, pero si a uno lo eligió el tema le toca sentarse y escribir, así se caiga el mundo porque ese es el destino del escritor: producir obra.
Rubem Fonseca dice que el lector fanático se transforma por destino en escritor. No se equivoca porque eso soy: un escritor. Y como estuve escribiendo una novela primeriza sugerente de situaciones de humor y amor y sexo y crimen y lesbianismo: un thriller notabilísimo cuya redacción estuvo marcada de contratiempos, inconvenientes, crisis emocionales,-la muerte de mi madre-, no hay escritura sin dolor, paros laborales. 
No sé aun si logré lo que buscaba: crear un ámbito literario propio y genuino, a partir del texto con unos personajes nada edificantes pero profundamente humanos. La novela me enseñó, pidiendo a gritos que me concentrara  sólo con ella, con dedicación como si fuera mi personal religión.  Le dediqué las mejores horas, más que a la propia lectura incesante de otras novelas de autores consagrados como de aprendices como yo. 
Cuando sea un texto impreso, como pidió dejar obra don William Faulkner, la conocerán. La novela de marras se llama El sueño del perro.
El sueño del perro, mi ópera prima de novela.¡Por fin!

Una verdadera joya de relatos titulado Grieta de fatiga de  Fabio Morábito, mexicano de  adopción se lleva todas mis palmas de aplausos porque resuelve situaciones desarrolladas desde la perspectiva de las historias con una prosa seca pero lírica. Para mi es el libro del año, porque lo recuerdo vivamente.  Dediqué una de las poquísimas reseñas que hice.
 
Fabio Morábito, autor mexicano  de Grieta de fatiga.


Horacio Castellanos Moya es un escritor centroamericano de origen salvadoreño que ha vivído en Costa Rica, Honduras, Guatemala, México. Ahora parece que se radicó en EEUU. El ha construido su obra narrativa sobre un núcleo violento- qué país latinoamericano ha estado ajeno a estos avatares de la sangre desde la Independencia. Su novela La sirvienta y el luchador, nos muestra esa dura, dolorosa saga violenta entronizada como un cáncer que parece hacer metástasis, pero que sigue reapareciendo. Dura pero necesaria actividad de escribir en la violencia porque sabe por dónde van los tiros.
Horacio Castellanos Moya, autor salvadoreño de La sirvienta y el luchador.

Rodrigo Rey Rosa posee una prosa dura, seca pero muy lírica también en la novela breve Severina, donde nos cuenta una hermosa historia de amor centrada y en complicidad literaria con los libros desde una ladrona cautivante. Fascinante lectura.
Rodrigo Rey Rosa, autor guatemalteco de Severina.


México está hoy atravesado socialmente por el fenómeno violentísimo y sanguinario y por supuesto sangriento del narcotráfico. Élmer Mendoza ha creado un detective, el Zurdo Mendieta, donde en esta novela, Nombre del perro trasmuta esa realidad violenta con salidas de humor negro y cinismo. Imprescindible para comprender el fenómeno narco mexicano.Tras resolver los complicados casos narrados en Balas de Plata y La Prueba del Ácido, el detective Edgar "el Zurdo" Mendieta tendrá que sumergirse de nuevo en las redes del narcotráfico para ayudar ni más ni menos que a Samantha Valdés, jefa del Cártel del Pacífico. Y es que Valdés ha recibido un duro golpe: durante una reunión con otros jefes del narco para pactar una tregua que le siguiera el juego al Estado, han asesinado a su amante. Ahora busca venganza. Mendieta acepta ayudarla, sin imaginarse la maraña de sospechosos que lo conducirá a espacios de poder con los que ni siquiera había soñado. Mientras tanto, encontrará tiempo para investigar el asesinato de un dentista, enfrentar una acusación por tortura, "convivir" con su hijo Jason y reencontrarse con la madre de este, Susana Luján, a quien ha seguido desde Los Angeles un marine que la pretende y con quien el Zurdo saldará cuentas.Acompañado de Gris Toledo, su leal y cada vez más perspicaz ayudante, el Zurdo deberá infiltrarse en lo más hondo y oscuro de la "guerra contra el narco", sus figuras, sus traiciones y sus pactos.

Élmer Mendoza, autor  mexicano de Nombre de perro.


Otro libro completo que leí fascinado fue El hombre que amaba los perros de Leonardo Padura Fuentes. Sobre la larga mano vengativa del poder del estalinismo en pleno furor revolucionario del bolchevismo y la creación del estado soviético con la persecución y asesinato de León Trosky. Debo la reseña.
Leonardo Padura Fuentes, autor cubano de El hombre que amaba los perros.

Un escritor israelí Amos Oz me dejó tramado con una historia sobre un escritor en  Versos de vida y muerte, una novela donde se cuestiona el papel del escritor y su público. 
Amos Oz, autor israelí de Versos de vida y muerte.

Simplemente el descubrimiento del año es de Aleksandar Hemon escritor bosnio que escribe en inglés. Picotié varias novelas. Debo volver a leerlo con juicio de entomólogo, es decir mirarlo por cada parte de su expresividad sobria pero cruda y directa con calculado humor negro sobre la guerra de su país descuadernado por la guerra Bosnia-Hersegovina, y el sitio de Sarajevo. La novela que leí completa se llama Hombre de ninguna parte.
Aleksandar Hemon, autor bosnio de Hombre de ninguna parte.

Otro descubrimiento de escritor es Gabriel Janer Manila, español que escribe en catálan, se lo traduce al  castellano español y su temática es poderosamente contemporánea y se concentra en literatura juvenil. Dos novelas: Acuérdate de los dinosaurios, y Daniel y las brujas salvajes.
Gabriel Janer Manila, autor español que escribe en catalán literatura infantil

Otro escritor centroaeuropes, se llama Slwomir Mrozek. Polaco para más señas. Una deliciosa colección de relatos llamada La vida difícil, donde se burla con parodias sobre la vida en su país sitiado por el estalinismo del fracasado comunismo.
Slwomir Mrozek, autor polaco de La vida difícil.

J.K. Rowling escribe para leer despacio pero no me descrestó su bestseller Una vacancia imprevista. Otro libro obligado.
J.K. Rowling, autora inglesa de Una vacancia imprevista.

De las lecturas oficiosas, ociosas del Café Literario Bibliófilos, se destacan El anatomista del escritor argentino Federico Andahazi, una novela sobre el descubrimiento del kleotoris, en plena Edad Media, que sirve al autor para realizar una reflexión libertaria sobre la represión política extendida a lo sexual. Me divertí muchísimo.
Federico Andahazi, autor argentino de El anatomista.

De las lecturas notables brilla Las intermitencias de la muerte de José Saramago. Una novela sobre la extinción de la muerte donde esta decide dejar de obrar. Este escritor portugués vuelve a poner en situación sus facultades sociales y filósficas para reflexionar si un día la muerte no ocurre qué ocurría en la finitud humana: más viejos pero más achacosos con la desesperación para que vuelva a obrar. Una novela excepcional.
José Saramago, autor portugués de Las intermitencias de la muerte.

Volver a leer Crimen y castigo, afiló el conocimiento sobre lo oscuro que guardamos cuando aparece en nosotros un potencial criminal. Definitivamente Fiódor Dostoyvesky, un clásico eterno.
Fiódor Dostoyevski, autor ruso de Crimen y castigo.

Leer a Patricia Highsmith es siempre inquietante: su prosa a ratos anodina, donde guarda sorpresas con la creación de su personaje amoral Tom Ripley, que leímos El talento del señor Ripley, y encontramos las influencias dostoyesquianas y amorales y criminales de su personaje de esta saga. Perturbadora la estadounidense.
Patricia Highsmith, autora estadounidense de El talento del señor Ripley.

David Markson es un escritor raro, en el sentido que dejó dos libros construidos a partir de citas literarias como de información íntima y datos de otros escritores clásicos como famosos pintores. La novela, si se le puede decir así, La soledad del lector es un ejemplo de erudición tramadora con dos personajes El Lector y El Protagonista. Se lee como un ensamble o un collage. Fascinante lectura.
 
David Markson, autor estadounidense de La soledad del lector.
 


Amélie Nothomb, una escritora que basa su escritura de alto vuelo lírico en su fecunda autobiografía de su paso por distintos países, pues es hija de diplomaticos belgas. El sabotaje amoroso describe con ironía muy lírica los amores de dos niñas fecundamente lésbicas.
Amèlie Nothomb, autora belga de El sabotaje amoroso.

Milan Kundera será siempre uno de los escritores que tengo de culto, y su novela El libro de la risa y el olvido es de los libros que más quiero de su producción literaria. Me cautivo desde cuando leí  por primera vez, donde cuenta como un estado y su omnipotencia tan poderosa y absorbente sobre el ser humano decide cambiar la historia y borrarlo, desaparecérselo. Me impresionó  pensando en una ficción. Pero la mano maestra de la sabiduría literaria de Kundera  nos sumerge en la propia historia de su país y esa posibilidad humana de borrar para así cambiar la Historia. Pero no es posible, porque como dice Mirek: La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el ol­vido. Además, esta novela es ejercicio de tono  donde toca temas, que después va a desplegar hasta su últimas consecuencias literarias en su novela inolvidable La insoportable levedad del ser.
Milan Kundera, autor checo de El libro de la risa y el olvido.


Veit Heinichen es un escritor alemán de novela negra. Leí dos de su saga de novelas policiacas: La muerte en lista de espera, y A cada uno su propia muerte. Me gusta.
 
Veit Heinichen, autor alemán de novela negra.

Manuel Rivas leí: Los libros arden mal. Pero su libro de cuentos ¿Qué me quieres, amor? sorprende por la economía de palabras y la sugerencia poética. Excelente escritor español que escribe en gallego. Así mismo la película de José Luis Cuadra basada en tres relatos que integran el largo La lengua de las mariposas.
Manuel Rivas, autor español que escribe en gallego.

Colombia es un país extraño pero mágico. Leí Memoria por correspondencia de Emma Reyes, una artista que no era escritora y que cuenta la minucia de su orfandad de sus primeros años de penuria de su adolorida infancia. Libro conmovedor. Les cuento que me sacó lágrimas.
Emma Reyes, autora colombiana de Memoria por correspondencia.

Juan David Correa ha venido escribiendo. Tiene una novela que pretende ser una novela negra como es Casi nunca es tarde. Simplemente me gustó. Aquí está mi reseña.
Juan David Correa, autor  colombiano de Casi nunca es tarde.

Piedad Bonnett es poeta y escritora. Sufrió la perdida-el suicidio de su hijo Daniel- Basado en esta dolorosa experiencia construye un testimonio poético pero también dramático. Lo que no tiene nombre.
Piedad Bonnett, autora colombiana de Lo que  no tiene nombre.

Laura Restrepo nos entregó, por fin Hot Sur. Es dolorosa sobre los avatares de los inmigrantes latinos y trata de ser un alegato contra el sueño americano. Se le nota su oficio de cronista consumada. Se me hizo: mamotreto.La leí porque cayó en mis manos.
Laura Restrepo, autora colombiana de Hot Sur.

Evelio Rosero, nos queda debiendo su versión sobre Bolívar y sus tropelías regionalistas en la novela La carroza de Bolívar. Simplemente la leí también muy obligado.
Evelio Rosero, autor colombiano de La carroza de Bolívar.

José Libardo Porras Vallejo escribió una novela basada sobre la vida criminal del tristemente célebre Pablo Emilio Escobar Gaviria, llamada Happy Birthay, Capo. Donde recrea la vida trasmutada de este genio del mal: industrial del narcotráfico que puso en jaque a un estado: el colombiano, que se inventó un modo de ser: el traqueto, que sobrevive en cierto personaje paisa aquí innombrable que pretende ser un Mesias  para Colombia. Me gustó está novela colombiana en clave histórica.
 
José Libardo Porras Vallejo, autor colombiano de Happy Birthay, Capo.


Óscar Bustos es un escritor colombiano prestado al periodismo,  y en diciembre lanzó su libro de crónicas Colombia Crónica, donde reúne sus trabajos construidos desde sus cuadernos de campo durante veinticinco años de duras labores de trasiego periodístico, pues su oficio de realizador audiovisual en diversos medios, le ha permitido conocer esta Colombia de contrastes llena de historias.
Óscar Bustos, escritor colombiano prestado al periodismo, con su libro de crónicas Colombia crónica.


Les ahorro las relecturas de Rulfo, García Márquez, Borges, Cortázar, Onetti, ¡Vargas Llosa! Padura Fuentes y su saga del capitán Mario Conde. Caballero, Carpentier;  Bolaño; y por supuesto Fonseca…