Fuerzas especiales, de la chilena Diamela Eltit, es una lacerante metáfora sobre la pobreza y la indefensión
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La escritora chilena Diamela Eltit, en el centro Matadero de Madrid./elpais.com |
En uno de sus últimos libros (el ensayo La gran novela latinoamericana), Carlos Fuentes
incluía, mediante una fórmula metodológica muy cercana a la puesta en
práctica por el hispanista británico Donald L. Shaw para los estudios
literarios, a una serie de novelistas chilenos bajo el capítulo titulado
‘El post boom’. Marcela Serrano, Isabel Allende, Carlos Franz, Arturo
Fontaine (a estos dos últimos les dedica extenso espacio), Alberto
Fuguet, Ariel Dorfman y Diamela Eltit eran sus elegidos para esa
clasificación. Pero curiosamente de Eltit no dice una palabra. Sin
embargo, Donald L. Shaw sí le dedica un espacio amplísimo en sus muchas
veces reeditado Nueva narrativa hispanoamericana.
Hasta donde he leído de la escritora chilena,
su literatura era lo más cercano a un debate a tumba abierta entre el
estatuto tradicional de la manera de contar y su férrea negación a
respetarlo. Estamos hablando de novelas como Lumpérica (1983) y Por la patria
(1986). Con esa filosofía, Diamela Eltit se fue ganando fama de
indescifrable. O dicho de otra manera, autora para epígonos. Lo cierto
es que la escritora ensayó siempre un experimentalismo con un altísimo
grado de verosimilitud ética. Si en algunos lugares del mundo se
ensayaba (y se ensaya todavía) una manera muy sutil de hacer imposible
la vida a millones de personas, en otras (Chile entre ellos) se ensayaba
una manera violentísima de reprimirlas. Cuando se llega a esas
situaciones, viene a indicar la autora, el modelo tradicional de
comunicación narrativa mediante la ficción se hace ineficaz. Pero además
Diamela Eltit agregaba otra cuestión a su literatura: la situación de
la mujer bajo regímenes autoritarios. Aquí debemos citar una novela
paradigmática en este sentido: Los vigilantes (1994).
Diamela Eltit inspiró siempre uno de los grandes debates literarios:
el de su legibilidad. Su rotundo desapego a la narrativa testimonial
agregó más argumentos a la polémica. Mientras esto sucede y seguirá
sucediendo, al margen de lo que siga haciendo nuestra autora, ahora se publica su nueva novela, Fuerzas especiales, limada su antigua programática oscuridad, pero no menos transgresora en su forma y en su discurso.
Fuerzas especiales es una de las mejores novelas escritas en
castellano que he leído en los últimos tiempos. Lo es por su excelencia
narrativa y por la perspectiva desde la que está narrada. En este
último sentido, estoy tentado a decir que esta es una novela
aristotélica, una novela profundamente ética en tanto la ética del
estagirita nos enseña la búsqueda de la felicidad propia y el bien de
los demás. En Fuerzas especiales todo lo que sucede es casi
imposible de concebir, no porque lo que se nos narra sea ficcionalmente
inverosímil, todo lo contrario. Lo es porque tanta bajeza moral, tanta
agresividad física de un régimen, no se la merece nadie. De ahí esa
sensación, esa atmósfera lindando con la novela de antelación que rezuma
la historia de Diamela Eltit.
El cuerpo de carabineros y la policía chilenos (también podrían ser
fuerzas militares o fuerzas paramilitares de otro país) tienen cercado
un barrio de gente trabajadora. Todo lo que sabemos, toda la ingente
materia inhumana, la zozobra, la sórdida celda en que se convierte una
barriada entera, es vista e interiorizada desde la voz de una mujer que
tiene que prostituirse para sobrevivir. Con el horizonte lejano de la
felicidad y una bondad futuras. Fuerzas especiales es una
lacerante metáfora sobre la pobreza y la indefensión cívica. Un relato
sobre la violencia institucionalizada y el fracaso de las ilusiones
domésticas y las grandes ilusiones, para decirlo con palabras de Balzac.
Invito al lector a leer esta novela. Nos habla bastante del mundo en
el que vivimos. Puede que nos parezca una historia muy lejana en el
tiempo y en el espacio, incluso para un lector chileno. Pero estas cosas
sucedieron y suceden. El mundo todavía nos sigue siendo muy ancho y
ajeno.
Fuerzas especiales. Diamela Eltit. Periférica. Cáceres, 2015. 176 páginas.