miércoles, 9 de octubre de 2013

Las letras brasileñas en Francfort

Brasil en Francfort

Brasil llega a la feria del libro más importante del mundo con 70 escritores y 170 editoriales Una decena de actos escogidos entre los programados en la Feria permiten hacerse una composición de la vasta riqueza de las letras del país invitado

 Pabellón de Brasil en la Feria de Francfort./elpais.com
Al parecer, el escritor más vendido de las letras brasileñas, Paulo Coelho (150 millones de ejemplares en todo el mundo; traducido a 80 idiomas) ha decidido a última hora no acudir a la Feria del Libro de Fráncfort que arranca hoy y que tiene a Brasil como invitado de honor. El motivo: no está de acuerdo con la selección de 70 autores que las autoridades de Brasil han decidido llevar a la ciudad alemana como representantes de la literatura de su país. “De los setenta sólo conozco a veinte; los otros deben ser amigos de amigos”, ha asegurado al diario alemán Die Welt. Es una hipérbole; quizá no estén todo los que deberían pero en cualquier caso, el exhaustivo programa presentado durante los cuatro días de la feria por el país invitado (que presenta 170 editoriales) permite repescar una decena de encuentros y charlas que dibujan un perfecto planisferio de la realidad de las letras brasileñas, tanto en nombres como en temáticas y estilos. Pero también de los problemas que afectan a una de las sociedades más pujantes hoy del globo.
Los sueños de los niños brasileños.
Desde los bagajes culturales nativos ancestrales al clima, pasando por la postmodernidad contemporánea conforman un particular imaginario en los niños brasileños. Lo analizarán la escritora e ilustradora Angela Lago y la dibujante Marina Colasanti hoy mismo (10.30 horas).
La memoria literaria.
La reina de las letras brasileñas, Nélida Piñón, comparte también hoy mismo, con Carlos Heitor Cony, sus largas vivencias, que han convertido en la memoria literaria del país. Imprescindible entre los imprescindibles.
¿Esto es Brasil?
No hay un solo Brasil. Imposible en 8,5 millones de kilómetros cuadrados. Sobre cuáles son y qué influye en las que son (o deberían ser) las señas de identidad de Brasil reflexionan un poeta y un ensayista, ambos de postín: Carlos Drummond de Andrade y José Miguel Wisnik (hoy, 13.30 horas).
Ciudades inhóspitasQuizá nadie mejor que un poeta, como el paulista Heitor Ferraz Mello, para retratar una Brasil muy alejada dela modernidad y el glamour turístico. Lo más inhóspito y oscuro de las megaurbes del país dejan huella en las composiciones de este influyente escritor, a punto de llegar al medio siglo de vida (jueves, 12.30 h.).
Narrativa bizarra. Andréa del Fuego (el autor de Os Malaquias, premio Saramago 2011) y Marcelino Freire son dos de las voces más interesantes de la narrativa brasileña actual. Novelista y cuentista, respectivamente, comparten intersección en el retrato más bizarro (y en algún punto, fantástico) de su sociedad. De ello prometen hablar (jueves, 14.30 horas).
Orden poético contra el caosCurioso que los bardos Alice Ruiz i Paulo y Paulo Henriques Britto, ambos desde el verso más formal (a la manera de haikus o de sonetos, respectivamente), combatan el desorden del mundo, que en Brasil es palmario en sus contrastes. Por eso la feria los ha unido (viernes, 12.30 horas).
Clásica revividaSólo un nombre de las letras brasileñas concentra ambos aspectos. Sí, a pesar de una ausencia de 36 años, Clarice Lispector también será invitada de honor de las letras brasileñas en Fráncfort. Su biógrafo estadounidense, Benjamin Moser, es el encargado de revivirla para los lectores alemanes, por ello el acto se realiza el primer día de acceso abierto para el público no profesional (sábado, 11 horas).
Toda la violencia La realidad de Brasil no puede despegarse de una notable violencia. Está la de las favelas, pero también la de las corbatas (como refleja la escritora de novela negra Patrícia Melo en, por ejemplo, Ladrón de cadáveres) a la más despiadada depravación financiera (Ferréz, en Déux fois almorçar). Así lo explicarán (sábado, 11.30).
Choque de culturasLa emigración procedente del nordeste del país, especialmente seca, es de las más grandes y duras que sufre Brasil. Las consecuencias son económicas, pero también culturales, como demuestran en su furtiva prosa las obras de Adriana Lisboa (escogida entre las 39 mejores escritoras menores de 39 años de Suramérica) y Ronaldo Correira de Brito (domingo, 11.30 horas).
‘Jogo bonito’La programación cultural brasileña está salpimentada de referencias a la gastronomía y, claro, al fútbol. De todas las sesiones dedicadas al deporte rey, la mejor jugada estará en la charla múltiple por la que a lo largo de 90 minutos irán desfilando una treintena de autores brasileños, encabezados por el escritor y periodista deportivo Marcelo Moutinho y el antropólogo Marcos Alvito, a cual más prestigioso (domingo, 14 horas).

Sin Paulo Coelho

Francho Barón
Paulo Coelho, el autor brasileño que más libros ha vendido en la historia de la literatura en portugués (100 millones en más de 150 países) y tuitero consumado con una cuenta que supera los 8,5 millones de seguidores, ha decidido plantar a su país con motivo de la Feria del Libro de Frankfurt, la más reputada del mundo en su categoría, en la que este año Brasil es el país homenajeado.
Según el célebre autor de El Alquimista, la lista elaborada por el ministerio brasileño de Cultura de 70 escritores que compondrán la delegación verdeamarela no incluye suficientes nombres conocidos. Coelho expone sus argumentos en una extensa entrevista concedida al rotativo alemán Die Welt, en la que no se anda por las ramas: “Dudo que todos sean escritores profesionales. De los setenta, sólo conozco a veinte. De los otros cincuenta nunca he oído hablar. Presumiblemente son amigos de amigos. Nepotismo. Lo que más me molesta es que actualmente hay una nueva y vibrante escena literaria en Brasil. Pero muchos de esos jóvenes autores no están en la lista”.
En estos días, el autor de best sellers se despacha a gusto con mensajes en Twitter como “Frankfurt2013, más payasadas. En mi opinión, el criterio de selección ha sido: mis amigos van”, o “de los 70 escritores mostrando la diversidad cultural de Brasil, la curaduría sólo escogió a un negro y un indio”. Paulo Coelho, que está en la lista de escritores invitados a Frankfurt, apoya su decisión de no integrar la delegación brasileña en el hecho de que otros autores comerciales como Eduardo Sphor, Carolina Munhoz, Thalita Rebouças, André Vianco, Felipe Neto o Raphael Draccon no han sido convocados. Coelho hizo gestiones para que su Gobierno garantizase que estos nombres estuviesen presentes en Frankfurt, pero todo fue inútil. Su mejor manera de protestar ante lo que considera una injusticia es boicotear a la delegación de su país en la feria literaria. Según ha declarado la ministra de Cultura, Marta Suplicy, los criterios de selección se limitaron a la calidad de la producción literaria y no tanto a consideraciones étnicas o comerciales.
Según el periódico digital brasileño 247, la decisión del escritor también se debe a sus exigencias no atendidas de no compartir mesas de debate con otros autores brasileños o de ser orador en el acto de inauguración del evento. También habría exigido un auditorio para 2.000 personas, cuando en el pabellón brasileño el mayor espacio para conferencias sólo podrá albergar a 180 asistentes.
Brasil desembarca en Frankfurt con 33 autores de prosa, once de poesía, ocho de literatura infantil y juvenil, cinco de crítica, nueve de ensayo y biografía, y cuatro de cómic.