La muerte de Carlos Fuentes
El escritor mexicano Carlos Fuentes, fallecido a los 83 años, fue un intelectual extraordinario
El escritor mexicano Carlos Fuentes durante una entrevista realizada en su casa, en el 2001.foto:Reuters.fuente:eltiempo.com
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Este escritor cuestionó durante toda su vida a su país, México, por ser incapaz de construir una democracia más auténtica y, desde la literatura, encaminó la narrativa en lengua española hacia la modernidad. (Lea: Murió el escritor mexicano Carlos Fuentes)
Crítico del nacionalismo oficial mexicano, cosmopolita, Fuentes (Ciudad de Panamá, 1928) ejerció una notable crítica contra su país,
en particular invocando una y otra vez su incapacidad para convertirse
en una sociedad moderna. Además, se empeñó en desvelar los misterios del
alma mexicana.
Su concepción de la lengua era que la misma
era "como un río caudaloso a veces, apenas un arroyo otras, pero
siempre dueño de un cauce (...), toda una profusa corriente de oralidad
que corre entre dos riberas: la memoria y la imaginación". (Muestras de respeto y dolor en Latinoamérica por la muerte de Fuentes)
Amante del idioma en que escribía,
llegó a decir que su lucha por conservar el español duró toda su niñez,
pues estuvo "a punto de perder su idioma nativo cada 24 horas". "El
idioma quería decir para mí nacionalidad: era un conjunto opresivo de
significados sujetos siempre a lucha, a reconquista", apuntó.
Considerado el fundador de la novela modernista en México,
el intelectual cursó estudios superiores en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y en el Instituto de Altos Estudios
Internacionales de Ginebra (Suiza).
Fue desde muy joven cuando su valía
literaria comenzó a sobresalir y a contribuir a la universalidad de una
generación de escritores extraordinarios que formarían el llamado "boom
latinoamericano". (Vea la galería Recordando el paso de EL TIEMPO...Carlos Fuentes).
Admirador de autores como los británicos D.H. Lawrence (1885-1930) y Aldous Huxley (1894-1963), Fuentes consideraba pertinente la ficción para responder a las preguntas de cómo éramos y cómo seremos, y para conocer el mundo estando desprovistos de la racionalidad.
"Ni la ciencia, ni la lógica, ni la
política nos darán una respuesta. Tampoco nos la dará la novela. Lo que
hace la novela es plantear la pregunta de una manera equívoca, de una
manera cómica, transgresiva que las otras disciplinas no nos permiten",
llegó a decir.
A su obra narrativa el propio Fuentes la llamó la 'Edad del tiempo',
e incluye títulos como 'Los días enmascarados' (1954), 'La región más
transparente' (1958), 'La muerte de Artemio Cruz' (1962), 'Gringo viejo'
(1985), 'La silla del Águila' (2003) y 'La voluntad y la fortuna'
(2008), sobre la violencia ligada con el narcotráfico. (Vea una galería con las diez obras inolvidables de Fuentes)
Entre sus ensayos destacan títulos como
'Cervantes o la critica de la lectura' (1976), 'Los 68' (2005), y 'La
gran novela latinoamericana' (2011).
En 2008, el español Juan Goytisolo dijo que
Carlos Fuentes logró junto con García Márquez y el resto de los
llamados autores del "boom latinoamericano" "que entroncara de nuevo la
literatura española con la modernidad" después de que España diera la
espalda a la cultura universal durante siglos. (Lea lo que Carlos Fuentes dijo en una charla sobre la realidad)
Para el crítico literario mexicano Christopher Domínguez, "la obra de Fuentes es el conjunto más complejo y variado de la narrativa mexicana", y en la misma estuvieron "todas las conquistas y tendencias de la literatura contemporánea".
Señala que "el desarraigo" es el punto de
partida permanente de Fuentes, un escritor que llegó a describir su
quehacer literario como una lucha de un boxeador con las palabras, a las
que siempre trató de no dejarlas entrar en su acepción común y
corriente.
Domínguez destaca entre toda su obra la
novela 'Terra Nostra' (1975), "el único de sus libros que puede ser
leído más allá del horizonte mexicano y la novela que lo sobrevivirá".
De esa novela dice que está hermanada con 'Rayuela', de Julio Cortázar;
'Cien años de soledad', de Gabriel García Márquez, y 'Conversación en La
Catedral', de Mario Vargas Llosa, y la considera el más alto exponente
del "gran
Fuentes".
Fuentes".
Sobre la transición que comenzó en 2000 en
México con la llegada al poder de Vicente Fox de la mano del conservador
Partido Acción Nacional (PAN), Fuentes dijo que el mandatario "llegó
con una ola de entusiasmo renovador que no se podía cumplir".
En ese mandato, que duraría hasta 2006,
hubo, según el escritor, un "Gobierno holgazán" en México, que "dejó
pasar el momento histórico" que le correspondía tras sacar al Partido
Revolucionario Institucional (PRI) de 71 años consecutivos en el poder. ('Sí estamos preparados para la despenalización de la droga': Fuentes)
Entre los muchos premios que ha recibido
destacan el Cervantes (1987), el Príncipe de Asturias de las Letras
(1994), el de Biblioteca Breve por 'Cambio de piel' (1967), y el
Nacional de Literatura de México (1984).
Además, se hizo acreedor a distinciones
tales como la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, otorgada
por el Gobierno sandinista (1988); la Orden al Mérito en Chile (1993) y
la española Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (2008).