sábado, 26 de octubre de 2013

Minicuentos 75



De brujas, hechizos y vampiros                                                                                             




Palabra mágica
José Barrales V.

Ya había oscurecido y quedé en medio de las sombras. Pensé: “Parezco lechuza”.
¡Lechuza!
Y le quité los ojos al gato, me los puse y salí volando por la ventana.

Fórmula
Ovidio

Triturad también una sexta parte de libra de cuerno vivo de ciervo, del que cae al comienzo del año. Así que todo esto quede mezclado en una harina muy menuda, pasadlo inmediatamente por un tamiz de mallas muy apretadas. Agregad doce cebollas de narciso sin corteza, majadas con mano vigorosa en un mortero de mármol muy limpio, y después, dos onzas de goma con harina de trigo candeal de Toscana, y otras tantas nueve partes más de miel. Toda mujer que se frote su cara con este ungüento la volverá más tersa que su espejo.

Vampirismo evidente
Agustín Calmet

Yo sé que el señor de Vassimont, consejero de la cámara de los condes de Bar, enviado a Moravia por su alteza real el rey Leopoldo I, duque de Lorena, para asuntos del príncipe Carlos, su hermano, obispo de Olmuetz y de Osnabrueck, oyó cómo las gentes decían que en aquel país era cosa ordinaria y común que hombres muertos hacía algún tiempo, aparecieran en las reuniones y compartieran la mesa con personas que en vida conocieron. Y que aquel de los presentes al que el aparecido hacía un determinado signo con la cabeza, moría infaliblemente pocos días después. Admirado, quiso asegurarse,y recogió informaciones exactas de muchas personas, entre ellas de un anciano párroco, el cual aseguraba haber visto más de un caso.

Afrodisiaco singular
Anónimo
En su libro de penitencias, De Poenitentia Decretorum, el obispo Burchard de Worms describe una práctica medieval en la que las mujeres ponían un pequeño pez vivo en el centro de su ser. Al morir el pez, lo freían y lo daban a comer como afrodisíaco a un galán.

Filtro de amor
Pierre Mora en Zekerboni
Para hacerse uno querer, hay que tomar, a saber: el corazón de una paloma, el hígado de un gorrión, las entrañas de una golondrina, el riñón de una liebre y reducirlo todo a un polvo impalpable. Luego, la persona que combina el filtro añadirá una parte igual de su propia sangre, desecada y reducida a polvo en igual forma. Si la persona a quien se desea enamorar es inducida a ingerir este polvo en una dosis de dos o tres dracmas, un éxito maravilloso se obtendrá.

Odio
Armando J. Guerra

El vampiro decidió emigrar. Odiaba los mosquitos.

¡Qué lago!
En el libro de Lismore

Él y sus hombres se zambullen en un lago, y encuentran un país maravilloso, donde Loegaire y sus hombres gozan durante un año del amor de la hija de Fiachan y de otras cincuenta mujeres.


A distancia
Manuel Cofiño López

Esto me lo dijo el Pipe. Dice que le pasó a un vecino de Monte Grande. Que era veinticuatro, y que él estaba en eso de los puercos y ese vecino iba para casa de un familiar a una fiesta. Por el camino por donde él iba, a una distancia cerca, también iba caminando una mujer muy gorda, gordísima, que llevaba un vestido morado con muchos remiendos de colores. Dice que llevaba un pañuelo amarillo en la cabeza y que iba descalza. Y dice que se movía despacio. Y dice que trató de alcanzarla por el camino porque le llamó mucho la atención una mujer tan rara, y para verla bien, porque dice que parecía que llevaba los dedos pintados de colores, apuró el paso. Pero dice que en seguida notó que sin cambiar la mujer el paso, la distancia no disminuía. Corrió para alcanzarla. Ella seguía caminando lentamente y él llegó a su destino. Y óigame, dice que la mujer siempre estaba a la misma distancia.

Vampiro II
Ezequiel Wajncer
Según las estadísticas, existen dos tendencias bien marcadas. En la mayoría de los casos, aquellos que poseen una perenne vocación de chupasangre se hacen vampiros. Los otros, triunfan en política.