El gobierno de Francia, a través de su embajada en Nicaragua, impuso la orden Legión de Honor en grado de Oficial al poeta y sacerdote trapense Ernesto Cardenal
Francia concede la Legión de Honor al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal./lainformacion.com |
La orden fue entregada por el embajador francés en Managua, Antoine
Joly, quien ofreció una recepción en su residencia a Cardenal, de 88
años y considerado actualmente como uno de los poetas vivos más
importantes de Latinoamérica.
En
su discurso, el diplomático explicó que Francia decidió otorgar la
orden Legión de Honor a Cardenal porque ha estado "siempre fascinada por
los poetas y los escritores actores de revoluciones", que también
decidieron en un momento preciso de sus vidas cumplir con sus
compromisos políticos concretos.
Cardenal (Granada, Nicaragua,
1925), poeta, sacerdote católico defensor de la Teología de la
Liberación, político -fue ministro de Cultura durante la Junta de
Gobierno de Nicaragua entre 1979 y 1988, aunque ahora está muy
distanciado del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional
(FSLN)-.
Cardenal, que agradeció la condecoración, llegó ataviado
con su acostumbrada y larga camisa blanca o "cotona" de algodón, de
confección tradicional, boina negra, y sandalias de cuero.
Siendo ministro de Cultura, Ernesto Cardenal recibió la amonestación pública del papa Juan Pablo II, al visitar Nicaragua (marzo de 1983), por mezclar la religión con la revolución sandinista.
Entre
sus obras poéticas, que han sido publicadas en 20 idiomas y en más de
200 ediciones, destacan: "La ciudad deshabitada", "Hora Cero",
"Getsemany KY", "Salmos", "Oración por Marilyn Monroe y otros poemas",
"El estrecho dudoso", "Vida en el amor", "Homenaje a los indios
americanos", "Cristianismo y Revolución", "La santidad en la revolución"
y "En Cuba".
A la condecoración del octogenario vate, que fue propuesto por la
Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) al premio nobel de
literatura 2010, acudieron el escritor y exvicepresidente Sergio
Ramírez, la poetisa y escritora Gioconda Belli y otros intelectuales
nicaragüenses.