El escritor nacionalizado salvadoreño, aunque natural de Honduras, se encuentra estos días en la capital argentina, donde ha presentado su última novela, El sueño del retorno, en la Feria Internacional del Libro, Filba 2013
Horacio Castellanos Moya, autor de La sirvienta y el luchador, dura novela de desapariciones y represión política./lainformacion.com |
El escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya
asegura que la literatura "nace a partir de la infelicidad y de las
crisis", por lo que la situación que atraviesa actualmente Europa puede
representar una oportunidad para que los autores "enfrenten los momentos
extremos del ser humano".
"El
no estar acostumbrado a estar en crisis; el considerar que tu nivel de
vida era infinito, que no iba a cambiar, y de pronto las reglas del
juego cambian radicalmente, eso obliga a un autor a replantearse todo",
explicó Castellanos en una entrevista con en Buenos Aires.
El
escritor nacionalizado salvadoreño, aunque natural de Honduras, se
encuentra estos días en la capital argentina, donde ha presentado su
última novela, "El sueño del retorno", en la Feria Internacional del
Libro.
"En el caso latinoamericano, nosotros surgimos de las
crisis -prosigue Castellanos-. Yo me formé como escritor a la sombra de
una guerra civil y he vivido siempre en crisis. Que se hunda una
economía no me parece nada excepcional: he vivido muchos hundimientos y
creo que los latinoamericanos lo vemos así".
Afincado en la actualidad en Estados Unidos,
el escritor ha vivido en muchos países, a uno y otro lado del
Atlántico, y por eso analiza con perspectiva los cambios "intensos" que
se están dando en el mundo.
Unos
cambios que también afectan al mercado literario y, concretamente, al
español, "que fue durante muchos años un mercado estable y referencial, a
partir del cual se proyectaban las obras hacia los países de habla
castellana".
"Ahora eso está cambiando de una manera acelerada, porque España
ha entrado en una crisis y no se sabe quá va a suceder. La reducción
del mercado, de la capacidad de compra, es brutal", afirma.
Sin
embargo, explica Castellanos, "en la medida en que la crisis se
profundice en España, al igual que la concentración del capital y de las
editoriales y se deje de dar el nivel de consumo que existía
anteriormente, Latinoamérica tendrá una mayor presencia, porque no está sufriendo los mismos tipos de variables económicas".
El
escritor asegura que su obra no surge de ese tipo de crisis, ni de una
intensa investigación de un momento en concreto de la historia, sino de
"impresiones que afectaron a mi aparato perceptivo y me dejaron herido.
Situaciones en las que me veo involucrado emocionalmente".
"Es
como algo que empieza a sonar en el oído. Hay una imagen, una voz o una
sensación que poco a poco se va acumulando y de ahí sale una historia",
dice.
Historias como la de Erasmo Aragón, el protagonista de "El
sueño del retorno", con el que comparte anécdotas de vida, "pero no la
manera de ver y enfrentar el mundo".
"No es un libro
autobiográfico. Utilizo algunas anécdotas mías, cosas que me han
sucedido, pero distorsionadas y exageradas a partir de las necesidades
del personaje, que tiene una psicología muy particular", asegura
Castellanos.
El Salvador y la Guerra Civil que sufrió ese país
entre los años 1980 y 1992 siempre están presentes de alguna manera en
su obra, aunque sea de manera lateral, o como dice él, "por los bordes".
"Me
formé en El Salvador y viví todo mi exilio mexicano, que duró diez
años, atento a lo que pasaba con la guerra, porque era una guerra que
afectaba a todo", indica.
Por eso -añade-, "mi literatura siempre
está relacionada con esos años de mi vida, con esas experiencias y esas
situaciones. Este libro, 'El sueño del retorno', transcurre en México,
pero el personaje es un salvadoreño que está pendiente de lo que sucede
en su país".
Sin embargo, Castellanos no se anima a escribir una
novela que tenga como argumento específico la guerra que se vivió en el
país centroamericano.
"Lo de escribir una novela de guerra es algo
que mucha gente se plantea. Yo nunca lo he hecho, aunque mis historias
siempre van circulando alrededor de ella. Pasa por mi mente, pero no es
algo que me obsesione. No me lo planteo como un desafío personal",
concluye.