En Cees Nooteboom confluyen dos elementos que me gustan para esta serie: ante todo su calidad literaria (pausada, limpia y reflexiva) y su inagotable y contagioso ánimo viajero
Cees Nooteboom, en Menorca / Cristóbal Manuel./elpais.com |
De la Babilonia 3.500 años atrás a la Menorca de hoy. Entre medias
Tokio, Suráfrica, Brasil, Indochina, Roma, Londres, Canadá, Nueva
Zelanda... hasta un total de 19 ciudades, regiones o países que les
hemos propuesto en la serie La vuelta al mundo literaria durante este verano que termina este fin de semana, oficialmente. Y para cerrar este periplo he elegido una isla de España: Menorca. Pero con un autor no español aunque gran parte de su alma está en este país, y en esa isla especialmente: Cees Nooteboom.
Nadie mejor que Nooteboom, uno de los escritores y viajeros
contemporáneos más relevantes, para clausurar esta primera entrega de la
serie. Él es el penúltimo gran viajero por el mundo y explorador de
sociedades y vidas humanas a través de novelas, ensayos y poemarios, que
este año celebra sus 80 años.
En Cees Nooteboom confluyen dos elementos que me gustan para esta
serie: ante todo su calidad literaria (pausada, limpia y reflexiva) y su
inagotable y contagioso ánimo viajero. Además de que Menorca es, desde
hace 40 años, su lugar elegido para veranear, la isla donde más que
descansar, el escritor holandés ordena sus pensamientos, decanta sus
experiencias viajeras de los últimos meses y convierte todo eso en
literatura.
Como un homenaje a ese lugar de sus amores, Nooteboom le ha dedicado un libro: Lluvia roja (Siruela).
Es un retrato de su vida y de la vida de la isla. Un libro hecho de
estampas visuales, emocionales e intelectuales. 202 páginas que son un
viaje al interior y exterior de Menorca. Letras hechas de recuerdos,
sueños y realidades cotidianas de forma que evoca su propio pasado, a
los vecinos menorquines, la amistad, el reposo de la creación y del
ocio, a la manera antigua de sacar el mejor provecho a la vida. (lee aquí un pasaje de Lluvia roja)
Nooteboom empezó a viajar por el mundo a los 19 años, y desde
entonces no ha parado. Aún hoy, él cuenta cada viaje, cada experiencia
como si acabara de ocurrir, con el entusiasmo de un adolescente que
acaba de descubrir el mar y quiere meterse en él cuanto antes. Lluvia roja
es un bello homenaje a Menorca y una lección de expresión de
sentimientos y sensaciones con naturalidad y de reivindicación y
exaltación de lo corriente que es donde suele estar la verdadera
belleza:
"Mi jardín se encuentra en el camino de la luna. Ello me permite
saber cuánto tiempo llevo aquí. Antes la luna llena avanzaba sobre el
muro de atrás y sobre los grandes cáctus de carpichosas formas. Ahora
se oculta detrás de la bella sombra, avanza lentamente hacia arriba
ocultándose detrás de los olivos silvestres y asoma entre los pinos que
también han crecido mucho. Para ver la luna de verdad tengo que
acercarme al mar, de donde emerge grande y dorada, o aguardar hasta más
tarde, cuando todo está en calma y silencio, y la luna ya muy alta baña
todo el jardín en plata. Y entonces, por un instante, uno se siente
capaz de beber esa luz".
Asú es Cees Nooteboom, el penúltimo gran viajero del mundo y de la vida con libros como La historia siguiente, Cómo ser europeos, El día de todas las almas, Hotel nómada, Rituales, En las montañas de Holanda. Y como él mismo escribe sobre su vivienda de Menorca: "En nuestra casa termina el camino y el mundo".