El autor italiano dice que lo más excitante que ha hecho es crear la Escuela Holden para escritores
El novelista Alessandro Baricco. /Joan Sánchez./elpais.com |
Entre las pasiones de Alessandro Baricco
(Turín, 1958) están la música, los coches, el mundo de Homero y los
cuentos exóticos que le llevaron en una etapa de su vida a crear un
libro como Seda, con el que se consagró a nivel mundial. Pero
si algo supera todas las aficiones de este italiano inquieto y vital es
la enseñanza. Hace 20 años, Baricco montó en su ciudad la Escuela
Holden, de la que han salido talentos como el de Paolo Giordano, hoy
también maestro de dicho centro. Ahora se ha sentido en la necesidad de
renovar aquello a fondo y ampliar las miras y los límites de su centro
de enseñanza. Con ello da impulso a lo que según sus propias palabras ha
sido "el proyecto más excitante de toda mi vida".
Tanto como escribir un libro o como hacer una película. "Es necesario
el talento y el esfuerzo común de mucha gente en torno a una idea
común", afirmó el escritor en la sede madrileña del Instituto de Cultura Italiano.
Holden no es un centro de escritura puramente literaria. "Enseñamos a
contar historias y a formar talentos que pueden acabar en la televisión.
Muchos de nuestros alumnos iban para escritores y hoy son guionistas o
creadores de interesantes y terribles reality shows".
O forjadores de best sellers como Paolo Giordano, autor de La soledad de los números primos
(Salamandra), formado en Holden, hoy profesor del centro y conejillo de
indias para proyectos multimedia. "Hará un programa en el que podremos
seguir cada paso de su método de creación por Internet. No aparecerá él,
pero sí la evolución de sus textos en word, será como estar observando a un autor por encima del hombro".
Giordano es el más reconocido de sus alumnos a nivel internacional.
Pero no quien, a juicio de Baricco, más talento tenía. "El éxito es algo
extraño. En la historia de la escuela ha habido casos de gran talento,
alumnos capaces de escribir grandes libros, otros de hacerlos buenos y
el resto normales. Los chicos con mayores aptitudes fueron dos que
finalmente acabaron de manera distinta: uno como camarero y otro abogado
en el bufete familiar. Para escribir buenos libros no sólo basta el
talento, necesitas determinación", asegura Baricco.
O suerte para caer en según qué épocas. Para el autor de Seda,
esta presente es una oportunidad. "Yo se lo digo a los alumnos, vivimos
la época más difícil que nos ha tocado desde que nací, es una gran
suerte para los creadores". El arte nace del conflicto y de eso se
ocuparán los alumnos y profesores de este centro de Turín que reabre
renovado en octubre con plazas para 200 alumnos en una nueva etapa en la
que se unen los esfuerzos del escritor y la editorial Feltrinelli en un
proyecto común.