Tras el atentado a Charlie Hebdo,
muchos museos y galerías de Europa y Estados Unidos tienen miedo porque
cuentan con imágenes del profeta
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La censura en museos por Charlie Hebdo./semana.com |
En algunas, como la que posee El Louvre, las pinturas de Mahoma tienen
el rostro cubierto por un velo blanco. En otras, como las miniaturas que
posee el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, su cara es por el
contrario perfectamente visible. Y aunque en todas aparece en contextos
religiosos, muy lejos de las representaciones burlonas del semanario
francés, hoy los curadores de las colecciones no saben si mostrarlas o
no. El caso más llamativo es el del Museo Victoria & Albert de
Londres, cuyos responsables negaron tener en su colección imágenes
suyas. Sin embargo, un experto estadounidense encontró una en la versión
digital (foto) y la encargada del área de comunicaciones se disculpó
por el “error honesto”, alegando razones de seguridad. Y aunque sus
temores pueden estar fundados es muy inquietante que hasta los
encargados de difundir el arte y la cultura censuren obras de gran valor
artístico.