Un
libro cada 1.87 días es lo que toma darle la vuelta al mundo por medio
de la literatura. Ann Morgan leyó 196 libros en un año y con ello
conoció cada país en voz de sus nativos
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Leer es la clave para el conocimiento, y por supuesto viajar con la imaginación./pijamasurf.com |
Dicen que Emilio Salgari jamás salió de
Italia, sin embargo es uno de los más grandes viajeros de la era
moderna. Fue y vino con los piratas por los mares malayos, indios,
borneos, y todo desde la comodidad de su casa. Él es uno de los mejores
ejemplos para ilustrar la literatura como viaje: para él, como para los
antiguos, la imaginación era el medio esencial del conocimiento.
Pero la literatura puede tomar la forma
que uno quiera. Puede ser algo que nos forme (de-forme y transforme) o
un mecanismo de evasión del mundo real, donde hay muchos acontecimientos
pero, al mismo tiempo, casi nada pasa. Así, si escogemos a la
literatura como un medio de conocimiento podemos, por ejemplo, conocer
todos los países del mundo sin tener que ir físicamente a los lugares,
que por lo demás sería complicado. Esto lo hizo en 2012 una escritora
llamada Ann Morgan; se propuso el reto de leer un libro de cada país del mundo en 1 año.
Morgan relata que antes de empezar el
proyecto se sentía bastante “cosmopolita”, pero sus anaqueles contaban
otra historia. Su literatura consistía de títulos británicos (como ella)
o norteamericanos. Ni siquiera tenía traducciones de otros idiomas.
Cuando creo el blog A Year of Reading the World
y abrió un fórum para que gente de todo el mundo le recomendara
títulos de su país (que tuvieran traducción al inglés), las sugerencias
comenzaron a derramarse. Incluso, un escritor de Turkmenistán y otro de
Panamá le enviaron manuscritos de sus novelas inéditas.
Pero el promedio de traducciones de
obras en el Reino Unido es solo de 4.5%, así que tuvo ese grado de
dificultad, y muchos de los libros que leyó de países en vías de
desarrollo como Madagascar, Guinea-Bissau o Mozambique fueron
manuscritos no publicados. No obstante la complicación lingüística,
Morgan logró leer un libro cada 1.87 días y llegar a su meta de 196
libros, uno por nación. No sólo viajó a los paisajes literarios de todo
el planeta sino también a la psique de cada uno de los escritores (lo
cual probablemente le tome más de 1 año digerir).
Todos los amantes de la lectura hemos
querido dedicar un año entero a leer. Sólo leer. Lo avasallador es pensar
qué leer. Qué método temático o histórico usar, qué ritmo, qué géneros.
El ejercicio ecuménico de Morgan ayuda en esto. Su año como exploradora literaria dejó una invaluable lista
de títulos que quizá podemos aprovechar si queremos saber algo de un
país (o de todos) desde la perspectiva de sus escritores nativos.
Recientemente también publicó un libro de su experiencia de viaje. Estos son algunos títulos (la lista completa en el link).
Afganistán:
Khaled Hosseini, The Kite Runner; A Thousand Splendid Suns.
Argentina:
Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel / Ernesto Sábato, El túnel / Matías Nespolo, 7 maneras de matar un gato/ Manuel Puig / Ricardo Piglia / Alicia Steimberg / Jorge Luis Borges…
Burundi:
Chile:
Roberto Bolaño, Los detectives salvajes / Alejandro Zambra, La vida privada de los árboles.
Iraq:
Samuel Shimon, An Iraqi in Paris / Ali Bader, The Tobacco Keeper.
México:
Juan Pablo Villalobos, Down the Rabbit Hole / Octavio Paz, The Labyrinth of Solitude (trad. Lysander Kemp) / Laura Esquivel, Like Water for Chocolate (trad. Carol Christensen y Thomas Christensen) / Martín Solares, The Black Minutes /
Carlos Fuentes / Jorge Volpi / Rosario Castellanos / Carmen Boullosa
/ Mario Bellatín / Elena Garro / Juan Rulfo / Elena Poniatowska / Sergio
Pitol / Juan Rulfo, Pedro Paramo.