Para compartir literariamente el amor en su día, que debe ser una celebración de cada día, cada instante...
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Cada día, cada instante no dejan de quererse.../lavanguardia.com |
-Tristán e Isolda (principios del siglo XII),
anónima. Leyenda medieval de raíces vikingas que cuenta la historia de
amor -más allá de la muerte- entre el joven Tristán y la princesa
irlandesa Isolda la Blonda. Texto con múltiples versiones, fue escrito
originalmente en francés, y se considera una de las bases de la
narrativa amorosa romántica, que la reivindicó en el siglo XIX. La
versión más conocida es la que fijó el romanista Joseph Bédier en el año
1900. La pintó Dalí y Wagner la convirtió en ópera.
-Romeo y Julieta
(1597), de William Shakespeare. Aunque no sea novela, sino obra de
teatro, es la historia de amor más conocida de todos los tiempos. En
Verona, hay dos familias enfrentadas a muerte, los Capuleto y los
Montesco. Romeo es Montesco y Julieta, una Capuleto, así que se casan en
secreto. Él es condenado a destierro. Julieta, para evitar el
matrimonio con otro hombre, ingiere un bebedizo que le da el aspecto de
muerta durante algo menos de dos días. Los malentendidos se suceden y no
queda vivo ni el apuntador.
-Madame Bovary
(1857), de Gustave Flaubert. Publicada originalmente por entregas, la
protagonista es Emma, una mujer de provincias casada con un médico gris,
que le ofrece una cotidianidad aburrida, muy lejana a las pasiones que
ella ha devorado en las novelas de amor y aventuras. Acabará buscando
consuelo en Rodolphe, el donjuán oficial del lugar, y en León, el
reservado ayudante del notario. Flaubert causó escándalo al describir a
esta heroína hermosa que lleva hasta el final sus deseos.
-Lolita
(1955), de Vladimir Nabokov. "Lolita, luz de mi vida, fuego de mis
entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende
un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en
el borde de los dientes. Lo. Li. Ta". ¿Quién no conoce este fragmento de
una novela que ya forma parte del imaginario colectivo? Prohibida en
varios países, narra la obsesión de un hombre de mediana edad por su
hijastra de 12 años. Creó el término "lolita", que designa desde
entonces a las adolescentes atractivas.
-Te deix, amor, la mar com a penyora
(1975), de Carme Riera. Estas 17 narraciones de hálito poético, con un
cierto realismo onírico, fueron todo un fenómeno. La chica que, una vez
acabada una relación, se dirige al mar para evocar momentos de
intensidad pasada simboliza los dos denominadores en común de los
cuentos, la mujer y el mar. Además de la temática amorosa, aparecen
asesinatos, recuerdos de infancia... “Jo sí que sabia, amb tota certesa,
que l’única finalitat del nostre amor era, senzillament, l’amor”.
-La tía Julia y el escribidor
(1977), de Mario Vargas Llosa. Una de las obras más divertidas del
Nobel peruano. Narra, con abundantes dosis autobiográficas, el idilio
que mantuvo con su tía política -su primera esposa- diez años mayor que
él, frente a la oposición familiar. La historia amorosa se alterna con
las peripecias del joven protagonista en unos estudios radiofónicos
donde se radian telenovelas. Existe hasta una versión de Hollywood, Realidad y ficción (1990) con Keanu Reeves y Barbara Hershey.
-El amor en los tiempos del cólera (1985), de Gabriel García Márquez. A caballo entre los siglos XIX y XX, en Cartagena de Indias, la carrera de Florentino
Ariza en los negocios va viento en popa y, aunque sostiene 622 pequeños
romances, su corazón aún pertenece a Fermina Daza. Cuando, al fin, el
esposo de ella muere, Florentino acude al funeral con todas las
intenciones, cincuenta años, nueve meses y cuatro días de haberle
profesado amor por primera vez, sin haber sido correspondido.
-Los puentes de Madison (1992), de Robert James Waller. Robert Kincaid, un célebre y enigmático fotógrafo viajero del National Geographic,
llega a la localidad de Madison (Iowa) para fotografiar sus famosos
puentes. Allí, a sus 52 años, va a conocer a Francesca Johnson, que vive
con su marido e hijos pero que esa semana se encuentra sola en casa.
Ambos serán invadidos por emociones que creían olvidadas. Inolvidable
película de 1995 con Clint Eastwood y Meryl Streep.
-Expiación
(2001), de Ian McEwan. Una romántica historia de amor imposible que
principia en una casa de campo inglesa en 1935 y que será sacudida por
la guerra mundial. La familia Tallis se compone de un padre
ausente, una madre depresiva y tres hijos acostumbrados a la vida
sencilla que conviven en la casa con tres primos que acaban de sufrir la
separación de sus padres. Entre el servicio, destaca la mirada de
Robbie, hijo de una de las criadas, hacia la hija mayor, Cecilia. Versión fílmica del 2007 con Keira Knightley.
-Blitz
(2015), de David Trueba. Un arquitecto español acude a Múnich, capital
real de la nueva Europa, a un congreso profesional. Le acompaña su novia
pero un mensaje de móvil dirigido a la persona equivocada acabará con
su relación. Lo que no se esperaba el treintañero Beto Sanz es el
fogonazo que va a cambiar su vida, y que le lleva a acostarse con una
traductora alemana que casi le dobla la edad y que le hará cuestionarse
profundos aspectos de sí mismo.