El premio Nobel de Literatura cree que actualmente a través de internet se pueden bloquear sistemas completos
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El escritor alemán Günter Grass. / Christian Charisius./lavanguardia.com |
El premio Nobel de Literatura Günter Grass dice que a
veces se pregunta si la Tercera Guerra Mundial no ha empezado ya hace
mucho, aunque con formas distintas a las de las dos conflagraciones del
siglo XX.
En una entrevista que publica hoy el diario "Neuen
Westfalischen", Grass declara que "últimamente se habla mucho del
peligro de una Tercera Guerra Mundial. A veces me pregunto si no empezó hace
tiempo de una forma distinta a la de la primera y la segunda guerra".
Grass
opina que desde 1945 las formas de combate han cambiado y que
actualmente a través del internet se pueden bloquear sistemas completos y
llevar adelante guerras económicas.
"Todo eso ocurre paralelamente a conflictos bélicos como los que observamos en Ucrania, Siria y otros lugares", agrega.
Grass
se muestra escéptico con respecto al acuerdo alcanzado en Minsk y dijo
que tiene dudas acerca de que éste pueda llevar a una paz duradera.
"No
creo que vaya a llevar a una paz duradera porque tengo la impresión de
que ni Ucrania ni Rusia tienen control pleno sobre las tropas que
combaten", dice el escritor, de 87 años.
Grass lamenta además que
en Europa no haya actualmente un grupo de líderes con capacidad
suficiente para asegurar la paz en el continente y recordó con nostalgia
los tiempos de políticos como el alemán Willy Brandt o el sueco Olof
Palme.
"Hubo un tiempo que teníamos a Olof Palme en Suecia, Willy
Brandt en Alemania y Bruno Kreisky en Austria, tres políticos europeos
que actuaban como verdaderos hombres de Estado. Hoy nos faltan políticos
de ese calibre", opina.
El escritor critica a la canciller
Angela Merkel por ignorar las iniciativas políticas de jóvenes
escritores y no responder al manifiesto, dirigido a ella, sobre el
espionaje de Estados Unidos en Alemania lanzado por Ilija Trojanov y
Juli Zeh.
"Es un escándalo que la señora Merkel no les haya dado una respuesta", señala.
Grass celebra que escritores jóvenes como Zeh y Trojanov se impliquen en política.
"El
periodismo cultural trató de convencer a muchos escritores que se
apartaran de la política porque se supone que daña el estilo. Eso es
absurdo", dice el escritor.