Leer
no soluciona los conflictos del mundo, no acaba con el cáncer ni el
hambre, pero dedicar nuestra atención consciente a la lectura nos
modifica y nos hace más atentos a nuestra experiencia de la vida
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Leer te amplia el conocimiento del mundo, y sobre todo de sí mismo./pijamasurf.com |
Puede decirse con seguridad que en
nuestros días los lectores tienen más opciones que nunca para satisfacer
su curiosidad y pasión, pero también que tienen más distracciones y
dificultades para leer con verdadera atención. Con el internet no se
trata solamente de la cantidad de información disponible, sino del
esfuerzo suplementario del lector en organizarla y volverla transitable.
Leer en internet, por ejemplo, se parece
a una carrera de obstáculos donde el lector debe fijar su atención en
el texto que tiene frente a sí, mientras numerosos paratextos (links,
imágenes, ads, pop-ups, notificaciones del sistema, etc.) se pelean por
robarle la atención. Los paratextos 2.0 sirven para decirte que
deberías estar leyendo otra cosa o para proponerte navegar hacia otros
rumbos una vez que acabes de leer pero forman, en suma, un ruido de
fondo.
La mayoría de las páginas web (la
nuestra incluida) utilizan el espacio alrededor del texto para sugerir a
los lectores cosas que podrían interesarles, pero desde la perspectiva
del lector, se trata de ruido de fondo, y nuestra atención se divide
entre leer un texto (este, por ejemplo) y curiosear en las columnas
laterales. Es decir, las páginas web están diseñadas para aprovechar
todo el espacio disponible de la pantalla o del navegador para ofrecer
al lector rutas de cosas que podrían interesarle, pero es nuestra responsabilidad como lectores decidir en dónde enfocamos nuestra atención.
¿Es esta una defensa de la lectura
offline? No necesariamente. En contraste con los programas de lectura
rápida (esa forma de spam) que prometen hacerte un devorador de páginas,
varios grupos de “lectores lentos” han aparecido en diversas ciudades
de Estados Unidos para escenificar las “antiguas” prácticas de lectura:
en libros impresos o en e-readers con el Wi-Fi apagado, en fin,
lejos del internet y sus placeres y sus distracciones, con el teléfono
apagado o en modo Silencio para no atender notificaciones de ningún
tipo.
No se trata de una forma nostálgica de lectura: varios estudios avalan que leer es bueno para tu cerebro y
que leer lentamente y sin distractores mejora la comprensión de lo
leído, además de retrasar el proceso de pérdida de memoria en personas
de la tercera edad. Otros estudios
afirman que leer ficción narrativa promueve la empatía con visiones de
mundo diferentes a la nuestra, además de promover habilidades que nos
ayudan a construir mejores relaciones.
Se suele representar a la lectura como
una panacea: como un acto civilizatorio en sí mismo, que resuelve todos
los males y que conquista posiciones más elevadas en la escala humana.
Aunque las expectativas que la sociedad asocia con la lectura en
realidad estén muy lejos de ser viables, lo importante de leer es
dedicarle tiempo a estar con nosotros mismos y nuestros intereses, que
es otra forma de cultivar el hábito de conocerse a sí mismo.