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Fotograma de Los miserables.Fuente Universal./elpais.com |
Según Adam Gopnik de The New Yorker, el estreno en cines de Los miserables
es un acontecimiento digno de celebración porque significa que la
"continuidad de la cultura" persiste, "que las viejas historias pueden
seguir siendo las mejores historias". La novela de Victor Hugo es un buen ejemplo. También Orgullo y prejuicio de Jane Austen,
que el próximo mes de enero cumple su segundo centenario sin haber
perdido un ápice de frescura. Todavía es pronto para saberlo pero,
nunca se sabe, y quizás alguno de los escritores y libros
protagonistas de 2013 sean capaces de igualar las hazañas de Hugo y
Austen... Empezamos.
ESTADOS UNIDOS
¿Por qué Los Miserables y Orgullo y prejuicio son eternas? ¿Por qué no nos cansamos de leer estas viejas historias? Dos artículos en The New Yorker y The Smart Set celebran la vigencia de ambas:
- Sobre la perdurable grandeza de Los miserables de Victor Hugo: "No es una sorpresa que Los miserables todavía sea capaz de seducir a la audiencia. Sólo Dickens, con Oliver Twist e Historia de dos ciudades,
puede competir con Hugo en esa categoría de poeta popular y gran
escritor. Dickens, con todo su radicalismo, siempre se encontró cómodo
dentro de la sociedad reformista de la Inglaterra victoriana, pero no
fue el caso de Hugo, quien escribió desde el exilio en una época de
tiranía en Francia. Dickens fue el narrador de una nación; Hugo, la
conciencia de un pueblo. […] Hugo creía en la contradicción, se
deleitaba en ella, se regocijaba en ella: pensaba que nos mostramos como
verdaderamente somos cuanto más hemos de enfrentarnos a nuestra doble
naturaleza. Este tipo de caracterización es la esencia de la novela
clásica del siglo XIX, pero esa ambivalencia generalizada es muy difícil
de dramatizar, y parte de la sabiduría del drama popular consiste
precisamente en simplificarla". (vía The New Yorker)
- Sobre ese "fenómeno posmoderno" llamado Orgullo y prejuicio. Paula Marantz Cohen argumenta en diez puntos por qué la novela de Jane Austen sigue siendo tan popular. Un par de razones:
1) Su potencial visual: "La cultura posmoderna es visual y aunque Jane
Austen sea una consumada estilista, sus novelas son extraordinariamente
cinematográficas, sobre todo Orgullo y prejuicio. Es como si
Austen lo tuviera todo controlado: la trama es sencilla y fácil de
traducir a la pantalla; hay protagonistas enérgicos y secundarios
jugosos; los escenarios de época son relativamente sencillos de recrear
y de apariencia suntuosa y los diálogos son abundantes y concisos".
Además, "si Jane Austen fuese una marca y Orgullo y prejuicio su producto mejor vendido, Colin Firth sería el comercial estrella".
2) Tiende un puente entre alta y baja cultura: "En una sociedad muy dividida [como la americana], Orgullo y prejuicio
es una obra que une. Es cierto que la novela exige un cierto nivel de
competencia lectora y una paciencia que muchos estadounidenses no
tienen, pero ver las adaptaciones cinematográficas es una actividad
verdaderamente igualitaria. Las películas atraen a quienes normalmente
ven películas subtituladas y a quienes suelen optar por la comedia
romántica". (vía The Smart Set)
Dennis Lehane, autor de Mystic River o Shutter Island,
ha perdido a su perra Tessa. ¿Qué ofrece como recompensa? Quien la
encuentra será uno de los personajes de su próxima novela. Así lo
anunció en su página de Facebook. (vía Jacket Copy)
ESPAÑA
Ya saben cuáles son los mejores libros de 2012, y el miércoles podrán leer en Papeles Perdidos la lista de los escritores y libros que protagonizarán 2013.
FRANCIA
Pullus Nicolellus, es decir, la traducción al latín de El Pequeño Nicolás es un pequeño gran éxito de ventas. Aymar du Chatenet, director de IMAV editions,
lo tuvo claro: en Francia más de 500.000 alumnos estudian latín y era
hora de darles textos más modernos y cercanos y menos Catilinarias.
(vía Le Nouvel Observateur)
REINO UNIDO
El número de librerías británicas se ha reducido a la mitad en sólo
siete años: en 2005 había 4.000, en 2012, 1.878. ¿Las causas? El auge
del libro electrónico y el descenso de las ventas porque los
consumidores prefieren comprar sus libros en supermercados o en
internet, aseguran en The Telegraph.
En el mismo reportaje varios escritores lamentan que se pierda la
"experiencia de la librería", pero otro artículo publicado en The New York Times
sugiere que no hay de qué preocuparse porque serán las bibliotecas las
que ocupen su lugar: "Cada vez más [las bibliotecas] adaptan sus
colecciones y servicios en función de la demanda de sus usuarios, a
quienes empiezan a denominar clientes". (The Telegraph y The New York Times)
NORUEGA
Uno de los libros más vendidos en Noruega, junto a Cincuenta sombras de Grey o las últimas novelas de Jo Nesbø o Ken Follet,
es la Biblia. Sí, una nueva traducción del texto sagrado al noruego ha
vendido 157.000 ejemplares en los últimos catorce meses. Según Dag Smemo, de la Norwegian Bible Society,
este inesperado éxito se debe a la calidad de la traducción. "La
gente asegura que es muy buena, lo dicen tanto colectivos
conservadores como seculares. No sólo la compran los cristianos,
también los ateos. La Biblia es importante para nosotros, para nuestra
cultura, para la nación". La clave está en que esta nueva versión es
más fácil de leer porque utiliza un noruego moderno y, además, es más
fiel a los textos originales en griego y en hebreo que las
traducciones anteriores. (vía The Guardian)
ISLANDIA
En Islandia el mejor regalo de navidad siempre ha sido y será un libro.
Se publican más libros per cápita que cualquier otro país, aseguran en
NPR, y la mayoría de ellos se venden entre septiembre y noviembre. Es una tradición denominada Jolabokaflod –literalmente, la avalancha navideña de libros- y arranca con la publicación del Bokatidindi, un catálogo con todas las novedades editoriales que se distribuye gratuitamente a todos los hogares islandeses. La Jolabokaflod
se remonta a la Segunda Guerra Mundial, época en la que imperaban
fuertes restricciones para todos los artículos de regalo. Los controles
sobre la importación de papel no eran tan severos, de ahí que el libro
se convirtiera en el regalo preferido de los islandeses. (vía NPR)