La Asociación de Casas-Museo y Fundaciones de Escritores cumple veinte años con la vista fijada en Portugal y Latinoamérica. Recorremos los hogares de Cervantes, Unamuno, Valle Inclán, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez
Don Sancho y El Quijote, a la entrada de la casa de Cervantes, en Alcála de Henares./elcultural.es |
Hace veinte años, en un congreso galdosiano celebrado en las Palmas de Gran Canaria, surgió la iniciativa de formar una entidad que acogiera a las casas-museo españolas. Rosa María Quintana, directora de la casa-museo del autor de Fortunata y Jacinta, consciente de que este tipo de instituciones existían desde hacía tiempo en Europa, favoreció junto con otras cinco casas-museo el nacimiento de ACAMFE (Asociación de Casas-Museo y Fundaciones de Escritores) en 1993. Desde entonces ha ido creciendo a razón de unas cuatro casas-museo cada año. ACAMFE tiene ahora puestas sus miras en Portugal, explica su presidente, Antonio González Padrón, director además de la casa-museo León y Castillo en Telde, Gran Canaria. “Tenemos vocación iberoamericana e hispanolusitana, en el sentido de que queremos llegar a todos los países herederos de la cultura española y portuguesa". Este deseo de expansión se puso de manifiesto hace algunos años, y ha dado como resultado el primer congreso ibérico de casas-museo, organizado en Santiago de Compostela y Guimarães. En septiembre se organizará el segundo congreso, anuncia González.
La asociación parece una gran familia, unida por la pasión por la literatura y el afán por generar conocimiento. Cada año reciben unos 2-2,5 millones de visitantes, y acogen a casi 10.000 investigadores, sobre todo universitarios. “Las ilusiones que pusieron los creadores hacen que ahora estemos recogiendo frutos”, declara, aunque reconoce que los tiempos no son los mejores. El Ministerio de Cultura había arropado tradicionalmente a ACAMFE a base de subvenciones, que no llegan desde hace dos años. Por suerte cuentan con grandes patrocinadores, como la Residencia de Estudiantes, que también acoge su sede, y la Real Academia de la Historia, “cuyo director se ha desvivido por nosotros”. “Estamos recibiendo solicitudes. Tenemos como norma no ir a buscar a la casa-museo, sino que unas inviten a otras de la región”. La última que entró fue la Fundación Eça de Queiros. Ya son 46. Y sumando.
Ramón María del Valle-Inclán
En A Pobra do Caramiñal (A Coruña) se alza el Museo Valle-Inclán, un monumental edificio renacentista en el que se albergan y conservan objetos y testimonios vinculados a la vida del escritor. Fundado en 1981, fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, y desarrolla la Semana Valle-Inclán, en torno al aniversario de su nacimiento.
Miguel de Unamuno
Miguel de Cervantes
Lope de Vega
Miguel Hernández
Federico García Lorca
Juan Ramón Jiménez
Benito Pérez-Galdós
Entrevista con Antonio González Padrón, presidente de ACAMFE y director de la casa-museo León y Castillo en Telde, Gran Canaria - ¿Cómo surge la iniciativa de formar la asociación?
- En un congreso en la casa-museo de Galdós en las Palmas de Gran Canaria, su entonces directora, Rosa María Quintana, junto con Gonzalo Rey Lama, de la Fundación Rosalía de Castro, y las casas Museo de Unamuno, Lorca, Juan Ramón Jiménez y Azorín, se reunieron para lanzar la idea de crear una asociación. En Europa existían desde hacía tiempo. Tras esa reunión informal, se formalizaron unos estatutos y se llevó a cabo una búsqueda de otras casas-museo, para que no fueran tan pocas. A partir de ahí ha ido creciendo con una media de cuatro casas anuales hasta el día de hoy. En la actualidad seguimos recibiendo solicitudes. Tenemos como norma no ir a buscar a la casa-museo, sino que unas inviten a otras de la región. La última que entró fue la de Eça de Queirós. De Portugal hemos recibido interés de unas diez, pero hay una cuota y algunas no se lo pueden permitir.
- ¿Qué balance hace de estos 20 años?
- Las ilusiones que pusieron los creadores, las voluntades, hacen que estemos recogiendo frutos. Somos una asociación sin ánimo de lucro, con un carácter de servicio público. Intentamos aunar esfuerzos para que nuestros autores sean leídos, y tenemos una inercia de colaboración entre todas las casas-museo. Nos conocemos con nombres y apellidos, sabemos cómo somos, y esto nos permite trabajar como un equipo compacto. Es una labor de años.
- ¿A qué tipo de público atrae una casa-museo?
- Movemos entre dos millones y dos millones y medio de visitantes. Los inmuebles en sí ya son una bellísima lección de historia de la arquitectura, pero ademas atesoran pinturas, esculturas, porcelanas... Y lo más importante, el legado de nuestros autores: bibliotecas, libros antiguos... Acogemos a casi 10.000 investigadores, sobre todo universitarios, que viene para documentarse sobre nuestros escritores.
- La documentación a nivel biográfico y bibliográfica será extensísima.
- Sí, porque además de casa-museo, somos centros de estudio de nuestro personaje, de primera mano. También colaboramos con universidades y formamos a estudiantes de museología.
- ¿Cómo se financia la asociación?
- Tradicionalmente el Ministerio de Cultura nos ha arropado mediante subvenciones para proyectos. Los dos últimos años no hemos recibido esa ayuda directa, pero nos aporta cobertura legal y asesoramiento, cosas que no se cuantifican con dinero. También hemos contado con grandes patrocinadores, como la Residencia de Estudiantes y la Real Academia de la Historia, cuyo director se ha desvivido por nosotros. Y por supuesto “los clásicos”, personas básicas para el desarrollo de ACAMFE durante años. Tenemos acuerdos con la Asociación de Archiveros de Aragón, con la Fundación San Pablo CEU y estamos comenzando una cooperación con Instituto Cervantes.
- ¿Cómo se perfila el futuro?
- Desde hace unos años se ha mostrado el deseo de crecer hacia Iberoamérica, especialmente hacia Portugal. Se organizó el primer congreso ibérico de casas-museo, organizado en Santiago de Compostela y Guimarães. Santiago, porque gracias al Camino ha sido la ciudad más internacional de España, y Guimarães, porque es la cuna de Portugal y en 2012 fue capital cultural europea. Para septiembre habrá un segundo congreso. Tenemos vocación iberoamericana, vocación hispanolusitana, en el sentido de que tenemos que llegar a todos los países que son herederos de estas culturas. Nos interesan Timor, Filipinas, Angola... porque cuando hablamos de Iberoamérica tenemos que pensar que nuestros idiomas se hablan en los cinco continentes, y nuestros autores son leídos en todas partes del mundo. Protegemos la literatura en cualquier idioma de España y Portugal, y queremos fomentar la riqueza lingüística.