Porque esa gente que ahora lee en un vagón de metro fueron niños que un día abrieron torpemente un libro
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Hay pocas cosas que me reconcilien más con la vida, con esta vida de ahora, que ver a un bebé abriendo un libro. Cómo pasa las páginas con sus manos minúsculas, torpes. Cómo mira, toca, se abstrae, se concentra. Quién sabe.
Entonces pienso que no todo está perdido. Pues aunque ningún conocimiento científico me respalde, tengo la convicción de que el papel no va a desaparecer, no puede desaparecer, porque pasar páginas, ese placer, nos viene de serie.
Necesitamos leer para completarnos (para ser quienes nunca seremos, para vivir las vidas que de otro modo nunca viviríamos), por eso lo hacemos desde niños.
Será en papel. Será en un libro electrónico. Pero será. Por eso esta idea del metro de Nueva York me pareció increíble, maravillosa. El proyecto, de unos estudiantes universitarios de Miami, consiste en que los pasajeros tengan acceso gratuito a libros electrónicos. Exactamente a una muestra que una vez finalizada informa de la biblioteca más cercana donde poder continuar leyendo esa historia.
The Underground Library from Keri Tan on Vimeo.