jueves, 7 de marzo de 2013

Amazon patenta la reventa de "e-books" para hundir los precios con un nuevo mercado de segunda mano digital

La compañía registra una patente para que los particulares puedan revender sus e-books, música o videos en un nuevo circuito digital de segunda mano

Jeff Bezos, fundador de Amazon sobre el libro. "Los libros son artefactos increíbles. Son el último bastión de lo analógico". Es decir, es el único formato analógico que sobrevive a la imparable era digital./aviondepapel.tv 
Editores y escritores temen que esta nueva patente sea la fórmula con que Amazon sortee el precio fijo o les deje sin remuneración ni cobro de derechos en cada reventa.
Cada paso que da Amazon causa un gran terremoto en el sector editorial. Su nueva patente, que permitiría revender contenido digital usado entre particulares, crea preocupación en la industria, sobre todo entre editores y escritores.
La patente de Amazon –Mercado Secundario de Objetos Digitales-, registrada en Estados Unidos, no es más que una extensión de su modelo de préstamo de libros electrónicos. En dicho préstamo, el comprador inicial pierde el acceso a su lectura y cede el e-book a otra persona durante 14 días.
Ahora, la empresa de Jeff Bezos da una nueva vuelta de tuerca. Quiere crear un mercado de segunda mano digital en el que un particular que adquirió de manera legal dicho e-book podría revenderlo “usado” a un precio más económico. Presumiblemente, Amazon se llevaría comisión por cada transacción.
Muchos usuarios podrían desprenderse del acceso a la lectura de un e-book que, al ser digital, no tiene desperfectos y los nuevos compradores adquirirlo a precios más baratos. Eso sí, Amazon se reservaría la potestad de limitar el número de reventas.
De tener éxito dicho mercado, muchos libros electrónicos circularían a menor importe entre particulares, con lo que Amazon forzaría indirectamente a la baja los precios con que los editores venden su catálogo digital "nuevo".
Ataque al precio fijoAsí, la gran preocupación del sector es que la nueva patente podría reventar el precio fijo del libro, aquel que el editor establece por ley invariablemente para todo el circuito de venta y uno de factores que impide a Amazon aplicar grandes rebajas –el descuento legal es del 5%-.
“El porqué Amazon se inventa esa patente es sencillo. Lleva luchando durante años contra el precio fijo e intentando hundir los importes de los e-books, incluso por debajo de su coste, para incentivar la compra de su dispositivo Kindle”, dicen fuentes del sector editorial.
Intríngulis legalAdemás, este futurible mercado digital de segunda mano está creando alarma entre los editores y los escritores, que sospechan que también podrían quedarse al margen de remuneraciones y cobros de derechos de autor, respectivamente, en cada reventa.
Por tanto, se abre un nuevo frente, sobre todo legal. ¿Podrá Amazon crear este nuevo mercado sin contar con la autorización de editores y escritores? Las fuentes jurídicas consultadas dan opiniones a favor o en contra, y parece no existir acuerdo unánime. 
La ley de propiedad intelectual otorga a los escritores los derechos de reproducción, transformación, distribución y comunicación pública, por los cuales se les remunera, bajo contrato con su editor.
Los autores cobran regalías en la primera venta del ejemplar en papel y luego ese derecho se agota, fin. No ocurre lo mismo con una obra de arte, que reporta ingresos a su autor o herederos en cada subasta o segundas y posteriores operaciones.
En el caso del libro papel, cuando se vende en el circuito de librerías de segunda mano ni editor ni autor ven un euro. Y ahí, Amazon ha visto negocio, intentando “patentar” una tecnología para el mercado de los e-books y demás contenido digital ya consumido.
No obstante, en el ecosistema digital cuando un particular compra un e-book no adquiere su propiedad, sino la licencia de uso para su lectura. Por cada descarga o acceso en la nube, el editor se lleva una parte, el escritor otra y el intermediario -Amazon- la suya.
Las licencias sí se podrían revender siempre que se inutilice la primera copia, pero en el caso de los e-books también entra en juego la propiedad intelectual, que impediría esa segunda venta entre particulares sin la autorización del editor y del autor.
En este caso, Amazon necesitaría incluir en los contratos con las editoriales -nuevos y antiguos- esa cláusula de reventa, y si no se mencionara contractualmente es el escritor quien tiene la última palabra: su autorización es necesaria.
“Desconozco cómo hará Amazon para articular dicha reventa dentro de la legislación de la Unión Europea. Este mercado puede ser peligroso para el titular de los derechos de propiedad intelectual y el intermediario no puede apropiarse de esos derechos”, afirma Javier Díaz de Olarte, jefe de los servicios jurídicos de Cedro.
“Una vía de salida sin litigios para ambas partes sería que editores y escritores cobraran un porcentaje por la reventa, aunque no le veo futuro a este mercado. El alquiler de contenidos digitales ya existe y, además, no creo que nadie acuda a la segunda mano si los puede conseguir gratis por otros medios”, dice Pascual Barberán, abogado experto de Propiedad Intelectual.
“Amazon se inventaría un nuevo derecho. Hay debate para ambas posiciones, las que afirman que puede crear ese mercado sin autorización –la venta de la licencia agota el derecho de autor-; y las que no, bajo el amparo de la ley de propiedad intelectual –editor y autor deben dar permiso-”, explica Xavier Ribas, abogado experto en Derecho de las TIC.
Por tanto, el debate será largo y puede derivar en una guerra abierta entre Amazon y las editoriales si no logran acuerdo, sobre todo, si el ebaybook, como ya lo llaman algunos editores despectivamente, atenta contra la política de precios de las editoriales y bombardea el precio fijo. 
En última instancia, serán los editores quienes decidan si bloquean un hipotético mercado de segunda mano digital patentado por Amazon para que no compita directamente con su actual catálogo de e-books o bien negociar con la multinacional para que les ceda un porcentaje del invento llamado Mercado Secundario de Objetos Digitales.