Era el folclorista más importante de Venezuela y el principal impulsor de la recuperación música popular llanera
Fotografía de noviembre de 2012 del cantante y compositor venezolano Simón Díaz. /Paul Buck./elpais.com |
Mientras dos maneras de entender a Venezuela protagonizan una batalla
campal en las calles de todo el país, Simón Díaz, a los 85 años, dijo
basta, y se desaferró ayer de ese pedazo de terruño tricolor al que
logró unir durante décadas con un inagotable cancionero inspirado en las
fábulas del campo adentro. Aunque su descubrimiento al mundo se produjo
tardíamente, luego de que su himno Caballo viejo,incluido en
el homónimo álbum de 1980, fuera versionado por Celia Cruz, Julio
Iglesias, Joan Manuel Serrat, Ray Cooder o Plácido Domingo, su legado
tiene la misma proyección, magnitud y brillo que el de iconos
universales como Atahualpa Yupanqui y Violeta Parra. Y es que el
folclorista aragüeño no sólo se dedicó a la preservación del joropo (el
ritmo nacional venezolano), de la copla y del pasaje, sino al rescate de
la tonada, género cuya expresiva inmensidad llanera deslumbró de la
misma forma a Caetano Veloso y a Devendra Banahrt, quienes la
revisitaron en sus respectivos repertorios.
A pesar de que hizo su carrera en Caracas, metrópolis caribeña a la
que se mudó en 1949, Díaz, aparte de su cuatro, el instrumento que lo
acompañó siempre en la intimidad de la creación, trajo consigo una
maleta llena de ropa y de historias sobre la vida ganadera de Barbacoas,
su pueblo natal, que comenzó a universalizar primero en la radio, con
la que se introdujo en el mundo artístico. A la que luego le siguieron
el cine (su última incursión en la Gran Pantalla, tras su debut en 1963
en la cinta Cuentos para mayores, sucedió en 1978 en La empresa perdona un momento de locura de Mauricio Walerstein),
y la televisión, en la que mostró también su veta humorística junto a
uno de sus ocho hermanos, el comediante Joselo Díaz, quien falleció el
año pasado. No obstante, el tándem hizo reír a varias generaciones de
venezolanos, entre la década de los setenta y los ochenta, con sus
discos navideños Las Gaitas de Simón Díaz y Jodelo, proyecto que el folclorista inició en 1968 con el productor Hugo Blanco (autor de la memorable canción Moliendo café).
Pero Díaz, quien comenzó en la música en 1948, iniciado por su padre,
que falleció cuando él tenía 12 años, por lo que tuvo que trabajar
también como cabestrero, repartidor de periódicos y vendedor de
empanadas para mantener a su familia, logró, en una época en la que el
folclore era sinónimo de anacronismo y campesinos, inculcar la tradición
en los niños mientras condujo el programa televisivo Contesta por Tío
Simón. Por lo que a lo largo de los setenta y del ochenta, el espacio,
transmitido por la señal estatal Venezolana de Televisión, a partir de
las 5:30 de la tarde, le permitió ganarse al autor de clásicos del
temperamento de El becerrito, Luna de Margarita y Sabana
(partícipes de un repertorio conformado por más de 200 canciones) el
apodo de "Tío Simón". Desde entonces, era imposible no pensar en uno de
los alumnos más celebres del maestro Vicente Emilio Sojo sin su traje de
liquiliqui beige y sombrero de llanero, no sólo su uniforme, sino su
identikit.
Dos años antes de que el Mal del Alzheimer lo alejara de los
escenarios, Simón Díaz, que siempre apeló por la humildad, en 2006 actuó
por primera vez en el Carnegie Hall de Nueva York, lo que desprendió la
euforia y el asombro sobre un artista al que el reconocimiento mundial
le llegó tras 60 años de carrera. Lo que fue confirmado por el Grammy
Latino que recibió en 2008 por su trayectoria artística. Sin embargo, si
en algo fue consecuente el legendario folclorista, que 2005 lanzó su
último álbum de estudio, Mis canciones (el primero apareció en
1963), a lo largo de su vida musical, además de afirmar que "su
querencia es el monte", fue intentar que los jóvenes continuaran su
legado. Lo que consiguió ver en vida, incluso a través del tributo que
le rindió la escena de la música electrónica nacional, con el
recopilatorio Simón Díaz Remixes (2005).
fuente:youtube.com