La literatura trata sobre los individuos, y cuando se ven afectados por grandes fenómenos sociales que irrumpen en su vidas, adquieren categoría literaria, según señaló
Sergio Ramírez, autor nicaragüense, se nutre de la realidad social para escribir./lainformacion.com |
La literatura latinoamericana actual se nutre de la normalidad y
refleja situaciones como el narcotráfico o la inmigración hacia Estados
Unidos, mientras antes se inspiraba en dictaduras personales como las de
Trujillo o Somoza, afirmó hoy el escritor Sergio Ramírez.
La creación literaria "siempre ha estado vinculada a la realidad
latinoamericana, se ha convertido en una cámara de resonancia de esa
realidad, es un mundo
aparte, una realidad paralela", pero toma todos los elementos del
exterior, considera el escritor, de visita en la isla española de La
Palmas de Gran Canaria, invitado por la Cátedra Vargas Llosa.
La
literatura trata sobre los individuos, y cuando se ven afectados por
grandes fenómenos sociales que "irrumpen en su vidas, adquieren
categoría literaria", según señaló el también exvicepresidente de Nicaragua durante una rueda de prensa.
Ramírez se considera a sí mismo un escritor realista, "al estilo de
Flaubert".
Porque, agregó: "no puedo desvincular la literatura de lo que está
sucediendo a mi alrededor o de lo que ocurrió alguna vez en la Historia,
de donde salta un personaje o salta algún acontecimiento novelable, se
trata de vestir y desvestir a los seres humanos".
"Las
pasiones humanas son siempre las mismas, el amor, la locura, los celos,
la ambición de poder", y para un escritor no se trata más que de tomar
sus modelos contemporáneos y traspasarlos a otras épocas.
En su
obra "Margarita está linda la mar" (1998) quiso reflejar la soledad y el
poder a través de dos acontecimientos históricos, el regreso de Rubén
Darío a Nicaragua y la conspiración contra el dictador Anastasio Somoza.
Son
hechos que en la obra literaria se alteran y algunos de ellos "están
mejor en la novela que en la realidad", a juicio de Ramírez.
En
cuanto al protagonismo social de los escritores, considera que "los
modelos políticos han fracasado, o no son como los veíamos antes", lo
que ha llevado a una crisis de compromiso por parte de los
intelectuales, aunque siempre se debe defender la democracia.
Ramírez se refirió a la situación política actual de Nicaragua y la
perpetuación en el poder con un régimen presidencialista que mina la
democracia.
Preguntado
sobre los recortes económicos que se aplican a la cultura, Ramírez cree
que "es lo más débil que hay, nadie la defiende" y en Latinoamérica
sufre las políticas que impone el Fondo Monetario Internacional.
A
su juicio, la premisa económica según la cual "sin disciplina fiscal no
puede haber desarrollo, es una gran falacia", porque en Nicaragua, por
ejemplo, se mantienen los ajustes pero no hay una redistribución de la
riqueza y en los últimos años han crecido las grandes fortunas mientras
que la pobreza ha aumentado
"No hay cambios estructurales, eso de
que los planes de ajuste automáticamente van a producir bienestar es una
gran falacia", aseguró el escritor.