Sólo se salva el cómic, que se mantiene, y la novela erótica, que experimentó un crecimiento del 1.921 por ciento
Un visitante de la Feria del Libro de Palma./Jordi Avellá./elmundo.es |
La venta de libros sigue cayendo en picado, a pesar de puntuales recuperaciones. En el año 2013, el sector editorial español facturó un 11% menos que en el año anterior,
que ya había sufrido un descenso similar. "Desde que comenzó la crisis,
las ventas han descendido más de un 30", casi un tercio del total,
aunque los dos últimos años han sido lo más duros", señaló ayer Rosalina
Díaz Valcárcel, que ha sido reelegida presidenta de la Asociación de
Editores de Madrid.
El número de títulos sigue estable (en torno a los 80.000), pero
también ha bajado la tirada media, que en el último año ha sido de
3.349, ejemplares; una cifra que puede resultar engañosa, ya que aquí se
incluyen los libros de texto y los libros de bolsillo (cuya media es de
6.296 por título). A pesar de la crisis, el número de editoriales apenas ha variado, ya que siguen abriéndose nuevas empresas.
Las editoriales infantiles y juveniles están notando la crisis, pero
no de un modo tan agudo. Hay algunos títulos y fenómenos que ayudan a
salvar los resultados, como el auge de la novela romántica joven, las
trilogías derivadas de Crepúsculo, o fenómenos puntuales como Los juegos del hambre, Diario de Greg o la serie de George R. R. Martín que comenzó con Juego de Tronos.
En cuanto a temas, los cómic y la novela gráfica experimentan, año tras año, un progresivo y seguro avance en
cuanto a títulos y tiradas. Lo que más llama la atención es la
explosión de la novela erótica en los últimos 20 meses, como
consecuencia del desmesurado éxito de la trilogía E. L. James, iniciada
con Cincuenta sombras de Grey, novela que apareció en España a mediados del 2012.
Ese año se vendió un 1.921% más de libros eróticos que el anterior.
Un crecimiento de vértigo, ya que se pasó, en un año, de 140.000
ejemplares a 2.826.000 libros. No es de extrañar, por lo tanto, que
todas las editoriales importantes hayan apostado por su trilogía erótica
y Tusquets reabra la veterana colección La sonrisa vertical, que fue pionera en España en literatura libertina.
Signos alentadores puntuales
Los signos alentadores sobre la posible recuperación editorial se
refieren a hechos puntuales, como la Feria del Libro de Madrid y la
campaña de Navidad, donde las ventas de libros superaron a las del año
anterior. Sin embargo el futuro no se tiene claro. Así lo afirma
Rosalina Díaz Valcárcel: "No hemos hechos cálculos, pero nuestra
industria sigue la tendencia del país y dependerá de cómo evolucione la
situación económica en general. Se prevé que mejorará, lo que también
será bueno para nosotros".
Además de la recuperación del país, el futuro de la industria del libro (que representa casi el 1% del Producto Interior Bruto) está muy ligada a cómo
evolucionen los dos grandes problemas que tienen los editores, y que
llevan años tratando de solucionar con los sucesivos gobiernos: la bajada del IVA en el libro electrónico y la protección de la propiedad intelectual, un tema muy poco popular.
El IVA digital es de un 21%, y sigue las directrices comunes de la
Unión Europea: si bien Francia y Luxemburgo se han desmarcado de esas
líneas y lo han bajado al 3%. Este elevado IVA influye en la venta de
libros digitales, que en Estados Unidos significan ya un 40% del total,
mientras que en Europa tan solo el 4%, y en España, el 2%.
En cuanto a la piratería, los editores están cansados de pedir al Gobierno medidas eficaces para luchar contra las descargas gratuitas de libros.
"Hasta ahora lo que se ha hecho es insuficiente", señala Rosalina Díaz
Valcárcel. "Se han cerrado pocas páginas web y se tarda mucho en
hacerlo, con lo cual, se hiere de muerte a una novela de actualidad. Hay
que buscar otras medidas, entre ellas, penalizar a esos infractores que
se descargan muchísimos archivos. Otros países ya lo están haciendo".