Se trata del Tempelhof, que se usó contra el bloqueo soviético de 1948. La construcción demandará cinco años y 270 millones de euros. La monumental obra comenzaría recién en 2016
1948. Un avión de EE.UU vuela sobre el aeropuerto durante el bloqueo./AFP |
2016. AsÍ será la biblioteca, según los planos. Tendrá 3.200 asientos/REUTERS/revista Ñ |
El aeropuerto de Tempelhof, en Alemania, hizo historia cuando
los aliados occidentales lo utilizaron para romper el bloqueo soviético
de Berlín Occidental en 1948. Antes, había sido usado reiteradas veces
por Adolf Hitler, y allí aterrizó, frente a una multitud exultante, el
boxeador Max Schmeling en 1936, luego de vencer a Joe Louis en Nueva
York. Pero el aeropuerto, ubicado en el centro de la ciudad, dejó de
operar el 31 de octubre de 2008. Desde entonces, las autoridades
estuvieron sin saber qué hacer con él.
Ahora el lugar está listo para ser transformado de un monumento histórico a un centro de aprendizaje histórico:
en diciembre, el Senado de Berlín dio a conocer dos posibles diseños
para una nueva biblioteca central, al lado de la pista de aterrizaje en
desuso.
Si cualquiera de los diseños se realiza, el edificio
estará destinado a convertirse en un rival para el célebre Centro
Pompidou de París: un “edificio afirmación” de la arquitectura con 3.200
asientos para los lectores, galerías, espacios para eventos,
restaurantes y una biblioteca infantil.
El aeropuerto icónico
renacerá como un punto focal vibrante para la notoriamente dispersa vida
socio-cultural de la capital alemana.
Uno de los diseños,
realizado por la agencia Kohlmayer Oberst, fue comparado a una “nave
espacial concreta” por el diario berlinés Die Tageszeitung.
Repite la forma estirada de la antigua terminal, que se mantendrá en
pie. El segundo diseño, recogido de 40 presentaciones, fue creado por el
arquitecto de Zurich Mao y fue descrito por el Berliner Zeitung como un “vidrio de cristal”.
El
Senado de la ciudad, en las próximas semanas, evaluará las distintas
propuestas. Las obras comenzarán en 2016 y se extenderán durante cinco
años con un costo de 270 millones de euros. Los críticos ya sugirieron
que la suma final probablemente sea el doble.
Regula Lüscher,
senadora para el desarrollo urbano, dijo que el nuevo edificio –que
agruparía la Biblioteca Memorial de América y la biblioteca municipal en
Breite Strasse bajo un mismo techo– se convertiría en “un centro
abierto a la gente para la educación de todo el espectro social”. Es
probable que su construcción sea seguida por alojamiento para los
estudiantes y viviendas asequibles, de las cuales el cincuenta por ciento costaría menos
de 8 euros por metro cuadrado.
El proyecto no está exento de críticas.
Políticos de la oposición sugirieron que la biblioteca es un proyecto
vanidoso por parte del alcalde, Klaus Wowereit, y que se utilizará
principalmente para que las empresas hagan negocios sobre las tierras
que en la actualidad se encuentran vacantes. “Si se quiere construir una
biblioteca para el pueblo, ¿por qué no hacerlo un lugar donde la gente
está?”, cuestionó Alice Strover, ex secretario de cultura en el Senado
de Berlín.
El centro cultural propuesto tiene muchas expectativas
que cumplir. Las bibliotecas centrales existentes en Berlín atraen 5 mil
visitantes por día, pero el senador Andre Schmitz predice que el nuevo
edificio atraerá el doble. Unas 3,5 millones de personas al año, un
número similar al del Centro Pompidou.
The Guardian