Presentado en Delaware el diario perdido del ideólogo nazi. Las autoridades lo describen como "una ventana al alma oscura"
Páginas del diario de Alfred Rosenberg, presentadas hoy en Delaware (EE UU). / Mladen Antonov/elpais.com |
“En una de las partes del diario, Alfred Rosenberg cuenta cómo Adolf
Hitler le pide que le acompañe al jardín. Una vez fuera, Hitler le dice:
¡Por fin ha llegado tu momento!”, según ha explicado Henry Mayer,
asesor del Museo del Holocausto, durante la rueda de prensa sobre el
hallazgo del diario de Rosenberg, asesor y confidente del genocida nazi.
“Rosenberg no desarrolló esta frase", ha continuado el experto, “lo que
dijo Hitler fue tan grande que no podía dejar de leerlo”. “Nuestro
trabajo es encontrar evidencias del Holocausto y este documento es uno
de esos objetos que ha salido a la luz tras una larga búsqueda que ha
durado más de 10 años”, ha explicado con sosiego Mayer en Delaware. El
diario pertenece al Gobierno de EE UU, que pretende exponerlo en el
Museo del Holocausto, situado en Washington para que sea accesible al
público, a los investigadores y a los estudiantes.
Las páginas abarcan desde el año 1936 a 1944, un periodo en el que
Rosenberg era el responsable del saqueo de objetos en los países
ocupados por los nazis y de planificar la invasión de los territorios
soviéticos. “Como ministro del Reich, él jugó un papel decisivo en los
asesinatos masivos de miles de judíos que ocuparon los territorios del
Este y en el envío de civiles, forzados a trabajar en los campos de
concentración para apoyar los esfuerzos de Alemania en la guerra”, han
continuado las autoridades.
“El diario es una ventana al alma oscura de uno de los grandes males
de la historia de la humanidad”, ha dicho John Morton, director de
Inmigración de EE UU, presente también en la rueda de prensa. Según han
explicado las autoridades, se conocía de la existencia de estas memorias
porque fueron citadas en los juicios de Núremberg, un conjunto de
procesos jurídicos emprendidos por iniciativa de las naciones aliadas
vencedoras al final de la Segunda Guerra Mundial, en los que se
determinaron y sancionaron las responsabilidades de dirigentes,
funcionarios y colaboradores con el régimen nazi. Pero el diario
desapareció tras la guerra.
Durante mucho tiempo se creyó que el documento estaba en manos de
Robert Kempner, uno de los fiscales de Estados Unidos que participó en
estos juicios contra crímenes de guerra. Kempner murió en 1993. Varios
años después, el Museo del Holocausto llegó a recuperar hasta 150.000
documentos, pero el diario seguía desaparecido. El FBI abrió una
investigación sobre el caso, aunque no se presentó ningún cargo.
Morton no ha querido desvelar la identidad exacta de la persona que
tenía las memorias, tan solo ha dicho que era un amigo del secretario
personal de Kempner, Margot Lipton. A principios de 2013, el museo y un
agente de Investigación y Seguridad Nacional de EE UU empezaron a buscar
las páginas desaparecidas. Fue recuperado finalmente el pasado cinco de
abril.
Rosenberg (1893-1946) fue un ideólogo nazi, así como autor de libros como El mito del siglo XX
(1930). Ejerció de jefe del Departamento de Asuntos Exteriores del
Partido Nazi en 1933. En 1940, fundó una organización denominada Imperio
Rosenberg, cuya misión era saquear y confiscar los tesoros culturales
de toda Europa. Juzgado como criminal nazi ante el Tribunal Militar
Internacional en Núremberg en 1945, Rosenberg fue declarado culpable y
condenado a muerte. Fue ahorcado en 1946, junto a otros nueve altos
dirigentes.
“El descubrimiento de este diario va a otorgar un nuevo punto de
vista sobre la política de los dirigentes nazis y de los perpetradores
del Holocausto”, han afirmado. Los fragmentos están en muy buen estado y
son una pieza fundamental para entender los juicios de Nuremberg. “¡Qué
este diario esté en buenas manos es una victoria!”, ha dicho con
énfasis el asesor de la pinacoteca. A pesar de que se realizará un
análisis más en profundidad del hallazgo, “sabemos que estas páginas dan
mucha y nueva información sobre los líderes del partido nazi y su
relación con el Estado”, ha concluido Mayer.