El autor de Ardiente paciencia, uno de los narradores chilenos más conocidos internacionalmente, era el gran favorito al premio
Antonio Skármeta fue elegido el nuevo ganador del Premio Nacional de Literatura de Chile/latercera.com |
Era el favorito de las apuestas. Un nombre que generaba consenso más
allá de la discusión literaria y también un escritor que ha logrado
incursionar en otras disciplinas como el cine. Antonio Skármeta fue elegido hoy el nuevo ganador del Premio Nacional de Literatura.
La decisión de esta tarde en el Ministerio de Educación se resolvió con expectación, por la fuerza de sus contendores,
en especial la figura de Pedro Lemebel, el último candidato que entró
por los palos y que generó un apasionado apoyo de ciertos sectores.
El jurado liderado por el ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre (cuya elección
se produjo con cuatro votos a favor y una abstención), fue conformado
por Ennio Vivaldi (rector de la Universidad de Chile), Jaime Espinosa
(rector de la UMCE, en representación del Consejo de Rectores), Pedro
Lastra (por la Academia Chilena de la Lengua) y Óscar Hahn (último
galardonado). Skármeta fue definido por este comité como "importante en
la trascendencia en muchos géneros narrativos".
La candidatura de Skármeta fue respaldada por instituciones como la
Universidad de Viña del Mar, de Magallanes y el Consejo Académico de la
Umce. El autor de Match ball llegaba con el peso del favoritismo
cimentado en su imagen internacional y sus conexiones políticas (fue
embajador en Alemania durante el gobierno de Ricardo Lagos).
Es, probablemente, después de Pablo Neruda, Isabel Allende y Roberto
Bolaño, el escritor chileno más conocido internacionalmente, en gran
parte gracias a las adaptaciones fílmicas que se han hecho de sus obras:
El cartero de Neruda (basada en Ardiente paciencia, 1994), El baile de la Victoria (2010), No (2012), basada en su obra teatral El Plebiscito, hasta la próxima A movie life,
adaptación de su novela Un padre de película y que dirigirá el
brasileño Selton Mello. Además de la ópera El cartero de Neruda,
protagonizada por Plácido Domingo.
Nacido en Antofagasta, Skármeta egresó del Instituto Nacional y es
parte de la llamada Generación de los 60, junto a Poli Délano, Oscar
Hahn y Claudio Bertoni. "Es irónica contra los ampulosos manipuladores
del vacío burgués. Es una generación de escritores que ama su oficio y
no lo bastardean, que entiende el lenguaje de los hippies, de los
yippies, de los jóvenes de Mayo de Francia, que creó la mejor música del
siglo y que no abomina de la alegría de vivir", dijo una vez el
escritor según consigna el sitio Memoria Chilena.
En 1967 publica su primer libro, El entusiasmo. En 1969, con su
segunda obra, Desnudo en el tejado, gana el prestigioso Premio Casa de
las Américas de Cuba. De su período previo al Golpe de Estado destaca
Tiro libre (1973). Su exilio -unos meses en Argentina, luego en Alemania
Oriental- lo comienza en 1975 con la novela Soñé que la nieve ardía, y
destaca No pasó nada, lanzada en 1980. En la década del 80' comienza a
flirtear más de lleno con el cine, primero con la dirección del filme
Ardiente paciencia (1983), que descubrió a una adolescente Marcela
Osorio, y luego con su colaboración con el cineasta alemán Peter
Lilientahl, quien en 1985 filmó en el país El ciclista del San
Cristóbal, según el cuento homónimo de Skármeta. Con Lilientahl había
comenzado a trabajar antes, durante el gobierno de Salvador Allende,
cuando en 1972 este le encargó el guión de su documental La victoria.
A nivel masivo, el conocimiento de Skármeta suma un nombre capital:
El show de los libros. El recordado espacio de inicios de los noventa se
ha convertido en un hito de la televisión cultural chilena (1992-2002) y
catapultó el nombre del escritor como un apasionado impulsor de la
literatura hacia terrenos masivos.
El peso del premio también se explica por sus reconocimientos
internacionales como el citado Premio Casa de las Américas por Desnudo
en el Tejado. También el Premio Unesco en 2003 y el Premio al Mérito
Literario Internacional Andrés Sabella 2011. Los más importantes son,
sin embargo los dos premios Planeta que ha recibido: en 2003 por El
baile de la Victoria, y en 2011 por Los días del arcoiris.