Por años, Felipe Nieto investigó la vida de Jorge Semprún en relación con sus etapas en el Partido Comunista, trabajo que concluyó en un libro que el año pasado recibió el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, La aventura comunista de Jorge Semprún
Jorge Semprum, autor español, fuerte activista en la orilla del Partido Comunista en la dura época franquista./pagina12.com.ar |
Una historia personal del escritor
español pero también ineludible indagación de un período histórico que
abarcó los avatares de varios países y etapas del pensamiento y la
praxis de la izquierda
Afirmar que la vida de Jorge Semprún (Madrid, 1923 - París, 2011)
resume perfectamente los avatares históricos y políticos de la Europa
del siglo XX es casi un lugar común, algo que ha sido repetido
innumerable cantidad de veces tanto por la prensa como por los
comentarios académicos especializados. Pese a este diagnóstico, no
sorprende encontrar todavía publicaciones que indaguen en una figura que
parece haberlo vivido todo y que ha sobrevivido para contarlo. La
aventura comunista de Jorge Semprún, de Felipe Nieto es, sin lugar a
dudas, un original acercamiento a la vida de un hombre que, con el paso
de los años, parece erigirse como un símbolo que no sólo funciona dando
testimonio de una época sino que, como todo símbolo, como todo “lugar
común”, todavía es parte de numerosas polémicas.
El recorte de este arduo trabajo de investigación es claro: esta
“aventura” comunista comienza desde la afiliación al partido entre
1942-1943 y finaliza con su expulsión en 1964. Ese acercamiento al
comunismo ya está sumergido en la médula misma del siglo XX, anticipada
por los hechos españoles de la década del ’30: hijo del intelectual
republicano José María Semprún Gurrea, el joven Jorge Semprún y su
familia se vieron forzados a abandonar España en 1936 luego de los
acontecimientos que derivarían en la Guerra Civil. Ya en París, y con la
carrera de filosofía comenzada, decide ingresar, una vez iniciada la
Segunda Guerra Mundial, al Partido Comunista Español en el exilio y de
ahí, directamente, a la guerrilla antifascista organizada por el PC
Francés, los “maquis”. Jorge Semprún, ahora Gérard Sorel, tenía 19 años.
Sin embargo, el momento más significativo y trágico de la vida de
Semprún estaba todavía por venir. Capturado el 7 de septiembre de 1943,
el joven español es enviado al campo de concentración de Buchenwald el 4
de enero de 1944, un campo de grado II, según la tipificación
burocrática nazi, llamado en la jerga Konzentrationslager. Será en ese
lugar en donde el biografiado obtendrá un número (el 44.904) y un título
del cual se sentirá orgulloso, fruto de la obsesiva clasificación de
los encerrados en el infierno: desde ese momento y hasta su muerte,
Semprún será un Rotspanier, un rojo español.
Felipe Nieto logra en este libro condensar los principales hechos de
la vida de Jorge Semprún en un registro que excede lo biográfico y
trasciende la recolección de anécdotas para colocarlas en una serie
crítica que pasa de lo más personal a lo general, como si el verdadero
objetivo no fuese tanto recuperar la vida del escritor como relatar las
“aventuras” del Partido Comunista Español, desde el exilio de sus
miembros luego de la derrota en la Guerra Civil hasta su reorganización y
lucha contra el franquismo en la clandestinidad. Así, la reconstrucción
del contexto histórico y político en el que se desarrollarán los
eventos que tienen a Semprún como protagonista son notables análisis de
la coyuntura histórica que el partido debe interpelar e interpretar para
poder generar una estrategia acorde a la situación y cumplir con su
objetivo: instalar la sociedad por venir.
El libro, claro, no está desprovisto de polémicas. Dos son las más
destacables y en donde el propio Nieto busca generar una intervención.
La primera está relacionada con la estancia de Semprún en Buchenwald:
Carlos Semprún Maura, hermano de Jorge, denunciaría en su segundo libro
de memorias, A orillas del Sena, un español..., aparecido a finales de
los ’90, la vinculación de Jorge con los grupos de resistencia
comunistas y españoles en el interior del campo que pasaban listas de
prisioneros que deberían ser enviados a la cámara de gas, protegiendo
así a los miembros de la organización. Carlos Semprún, indirectamente
mencionado en este trabajo, llegó hasta el punto de llamar en sus
memorias a su hermano “el único kapo conocido, o sea con éxito de
ventas, que ha escrito sus memorias de deportado”. Nieto es muy
cuidadoso al insertarse en este complejo episodio, señalando la
“ignorancia” y la “mala fe” de estas declaraciones.
El otro gran asunto es su clara adscripción al stalinismo durante
los años de trabajo clandestino en España, ya liberado del campo y luego
de algunos años perdido entre los círculos de intelectuales franceses
de la posguerra. De los varios episodios en donde Semprún demuestra una
fe ciega en el partido, quizá los más relevantes sean su polémica con
Marguerite Duras –que lo consideraba un “soplón” que la había denunciado
a las altas cúpulas del PC Francés– y su falta de testimonio frente al
falso proceso y posterior ejecución del checo Josef Frank en 1952,
acusado de haber sido cómplice de la Gestapo, cosa imposible
considerando que fue compañero de Semprún durante su encierro en el
campo de concentración. Aun así, Nieto recalca que es desde su fuerte
compromiso con el partido y la causa comunista de donde emerge este
comportamiento, transformándose luego en una suerte de glaciación
intelectual que también puede servir para entender el largo silencio que
lo separa de la publicación de su primer libro, El largo viaje (1963),
aparecido cuando comenzaban las acusaciones y los enjuiciamientos que
terminarían en la expulsión de Semprún del PC, por esos años, escondido
tras el alias de Federico Sánchez y responsable de un lento y notable
trabajo de infiltración y reorganización de la lucha antifascista en
España.
El incipiente escritor que debe enfrentar en 1963-1964 las
acusaciones hechas por los principales dirigentes del PCE, el secretario
general Santiago Carrillo y la líder Dolores Ibárruri, conocida con el
nombre de “Pasionaria”, demuestra una maduración que lo aleja de esa
ciega fe a los dictados de la URSS y lo vuelcan cada vez más al rol
crítico de un escritor, aunque “espiritualmente” comunista, no alineado.
En su defensa, Jorge Semprún/Federico Sánchez dejó bien en claro qué
era lo que le criticaba a la gestión de ese momento: su fuerte
“subjetivismo”, que olvidaba las condiciones objetivas necesarias para
la revolución y que enviaba a muchos miembros a una muerte inútil; su
apego al “personalismo”, que todavía producía las mismas condiciones que
habían llevado a un dictador como Stalin al poder; y su errónea
interpretación de la coyuntura histórica, que no podía ver que el fin
del franquismo no era el fin de la sociedad capitalista en España.
Este largo trabajo de investigación iniciado en 2007 con motivo de
la tesis doctoral de Felipe Nieto y finalizado en este libro,
galardonado en septiembre del año pasado con el XXVI Premio Comillas de
Historia, Biografía y Memoria, recorta el denominado “período comunista”
de Jorge Semprún y ahonda no sólo en las luchas del hombre sino en los
conflictos del PCE luego de la etapa heroica de su actividad en la
Guerra Civil. El autor de La escritura o la vida (1994) o Autobiografía
de Federico Sánchez (1977), entre muchos otros trabajos, muestra en su
propia vida las complejidades, las contradicciones y las luchas de un
tiempo que, bien mirado, sigue siendo el nuestro. El ejercicio de Nieto,
en este sentido, es clave: no nos queda más que volver a esta época
para repensarla.
La aventura comunista de Jorge Semprún: exilio, clandestinidad y ruptura. Felipe Nieto Tusquets. 632 páginas