El II Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ) comenzó hoy en Bogotá con el objetivo de analizar los retos del sector y reivindicar su capacidad de transformación social en la región
"La literatura infantil y juvenil tiene muchas posibilidades, en el
presente y el futuro, de ser un instrumento de transformación social",
explicó en la rueda de prensa de presentación el presidente de la
Fundación SM, Leoncio Fernández, organizador del evento.
Fernández
indicó que "las sociedades iberoamericanas necesitan niños y niñas que
recuperen la lectura como placer de creación de ciudadanía, de saborear y
descubrir sentimientos, como creación colectiva que les transforme a
ellos en la relación con otros niños y niñas".
Asimismo resaltó la
importancia del progreso de este género, que, a su juicio, ha alcanzado
una personalidad propia que le ha merecido un lugar en las bibliotecas y
librerías de todo el mundo.
"Durante
muchos años a nuestra región se nos negó (el liderazgo). Hemos sido muy
imitadores de otras culturas, pareciera que la literatura infantil y
juvenil iberoamericana tenía poco que decir. Nuestra pretensión es decir
que tenemos fuerza y protagonismo", resaltó.
Bajo el lema "Escribir, ilustrar y leer libros infantiles y juveniles hoy en Iberoamérica",
la segunda edición del CILELIJ, que se celebrará hasta el 9 de marzo,
se estructura alrededor de conferencias y mesas redondas que buscan
abordar el futuro de este género y defender "su mayoría de edad".
Con
este propósito, la presidenta del comité académico del congreso,
Beatriz Helena Robledo, insistió en la importancia de establecer "un
diálogo con otras disciplinas" mediante ponencias articuladas alrededor
de la vida privada, pública.
Uno de los objetivos es que los niños combinen el desarrollo de la narrativa, la poesía y la ilustración.
Este
congreso representa así una radiografía de cómo este género está
interpretando el mundo de los niños y jóvenes de hoy a partir de los
distintos ámbitos que marcan su desarrollo personal y busca reflexionar
sobre los nuevos retos, como la eclosión de las nuevas tecnologías.
"La
literatura infantil y juvenil tiene un corpus muy amplio", enfatizó
Robledo, quien insistió en la importancia de determinar el futuro de un
género tan influyente en materia educativa.
El II Congreso se
celebra en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá con la
participación de 50 invitados, entre ellos la argentina María Teresa
Andruetto, la colombiana Yolanda Reyes, la brasileña Marina Colasanti
(Brasil) o el español Alfonso Ruano.
Las exposiciones "Los niños que fuimos: huellas de la infancia en Colombia"
y "Rafael Pombo, 100 años", que se exhiben en la Biblioteca Luis Ángel
Arango y la Biblioteca Nacional, respectivamente, completan el congreso.