Un coleccionista paga novecientos veinte mil euros por un cartel del emblemático filme de cine futurista del director austriaco Fritz Lang
Afiche de la legendaria película de Fritz Lang |
Un coleccionista de recuerdos cinematográficos pagó el viernes 1,2
millones de dólares (cerca de 920.000 euros) por nueve raros y antiguos
carteles de cine, entre ellos el más valorado del mundo, perteneciente a
la película Metrópolis(1927), en una subasta por bancarrota en Los Ángeles.
Ralph DeLuca, propietario de la empresa de artículos de cine con sede
en Nueva Jersey Movie Archives, ganó la puja que comenzó en 700.000
dólares, dijo el fideicomisario John J. Menchaca. DeLuca superó a la
poderosa Heritage Auctions.
El póster de Metrópolis, la joya de la corona de la
colección, fue adquirido por el coleccionista de California Kenneth
Schacter por 524.000 euros en una transacción privada, cantidad que era
hasta el viernes el récord de precio de los carteles de cine. Pero
Schacter fue obligado a venderlo junto a otros ocho después de
declararse en bancarrota.
“Honestamente, creo que el póster de Metrópolis tiene más
valor que el lote completo”, dijo DeLuca después de la subasta. Y
comentó que, aunque no tenga planes de futuro próximo para la joya, cree
que se revalorizará pronto por el doble del precio que ha pagado en la
subasta del viernes.
En ese lote se incluían un cartel de King Kong y otro de El hombre invisible, ambos dos clásicos de 1933. Además estaban otro cartel de Arsénico por compasión, de Frank Capra, y la pintura original de Elvis Presley que sirvió de base para el póster de su filme El rock de la cárcel (1957).
Dirigida por el austriaco Fritz Lang, Metrópolis fue la
película muda más cara rodada en el momento de su estreno. El filme de
producción alemana, con sus efectos especiales y su trama futurista, se
considera un hito en la historia del cine.
El póster, una de las únicas cuatro copias que se sabe que
sobreviven, fue ilustrado por el alemán Heinz Schulz-Neudamm, que
reflejó un futuro terrible con imponentes rascacielos y letras
puntiagudas, para una distopía fechada en el año 2000 en un guion en el
que Lang, que fue quien encargó el trabajo a Schulz-Neudamm, adaptaba a
la pantalla la novela de su esposa, Thea Lang.
Una de las copias está en la colección del Museo de Arte Moderno de
Nueva York, que confiere al cartel el valor de arte, dice DeLuca; otra,
en la Biblioteca Nacional de Austria, y se cree que la cuarta pertenece
al actor Leonardo DiCaprio. “Es El grito, el Guernica de los carteles cinematográficos”, cuenta De Luca. “Es literalmente la Mona Lisa”.