Al finalizar un año hacemos un balance sobre nuestras más
queridas actividades, ya nos den para comer, o simplemente sean un pasatiempo
inútil del cual sólo nos desprenderemos definitivamente cuando nos alcance la
muerte.
Mi actividad esencial, cuasi laboral, sin ningún pago ni
pecunio, menos honorarios, ni que decir
de beca o un estímulo económico personal, o como muchos se han creído el cuento
de vivir de mi cuento, con una pensión imaginaria: sobrevivir como sea para
continuar mi accionar literario. Sé que para muchos esto es un suicidio, una
proeza poética de la que algunos se alarman momentáneamente a tal grado que su
pánico no pasa de ser una ligerísima efusión emotiva y de admiración, que de
ahí nunca pasa a mejores resultados con verdaderas ayudas contantes y sonantes,
es decir con el vil metal del dinero cautivo para sobrevivir el escritor
bloguero. Que he podido y puedo seguir haciendo milagros para cubrir mis
imperiosas necesidades de supervivencia sin putearme y adelante con esta vida
literaria…
Los resultados están en las lecturas que me dejó el año, que
las hice, a lado de la consagración mística con la escritura de la novela, como
una actividad paralela, cuya función es más pausada, tranquila, y rica porque
su activo se refleja en descubrir nuevas formas con el lenguaje, con historias
que si me cautivaron las digo a los cuatro vientos para que otros lectores,
descubran lo mismo, o de pronto no sientan la misma emoción pueril de mis
gustos. Y éstas fueron…
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Gao Xingjian, primer premio Nobel Chino. Vive en exilio en Francia. |
*Revisión de Gao Xingjian, el primer Nobel Chino,
sus dos novelas autobiográficas,
La
Montaña del alma, e Historia de un hombre solo constituyen un testimonio
existencial de denuncia frente al dirigismo socialista chino en pleno auge
revolucionario de los excesos de la Revolución Cultural. Además de su obra dramática:
La Huida, sobre la matanza de Tianammen:
una dolorosa y sangrienta piedra en el zapato del régimen comunista, que le
resbaló su escritura contestataria como el otorgamiento del premio. Su discurso
de aceptación del galardón, es una manera muy didáctica de cómo asume su oficio
de escritor. Su cuento
Calambre, es
una trasmutación poética muy lograda de cómo sufrió cuando el Partido lo llamó
al orden. Recomendable. De hecho este escritor vive en el exilio francés desde
antes de recibir el premio.
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Imre Kertész, premio Nobel Húngaro. En su momento causó polémica por su reconocido sionismo. |
Imre Kertész, premio Nobel
Húngaro a pesar de su talante sionista, suscitó una polémica que aún resuena.
Independientemente de su postura política, le reconozco su poder narrativo en
la novela Fiasco, es una divertida y
mordaz crítica al régimen totalitario
del estalinismo burocratizado húngaro.
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Herta Müller, premio Nobel Rumano- Alemana. Costó leerla. |
Herta Müller, premio Nobel Rumano alemana. Con esta escritora
sucede una dicotomía especial, escribe en alemán, pero se siente rumana, y
trata de rescatar el idioma de sus ancestros:
el sabo. Es de un pesimismo urticante. Nunca
pude
terminar un libro completo. La
reseño, a pesar de este escollo que nunca superé como lector.
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Orhan Pamuk, premio Nobel Turco.Disfruta escribir como yo leerlo. |
Orhan Pamuk, disfrute a este premio Nobel Turco, con su
novela, Me llamo rojo, donde rastreé,
las influencias garciamarquianas, lo cual, le agregó más interés sobre el resto
de su obra como Nieve.
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Patricia Highsmith. Escritora estadounidense. Creadora del personaje amoral Tom Ripley. |
Patricia Highsmith, escritora estadounidense. Tiene en su
haber literario crear al perturbador personaje amoral Tom Ripley. La novela
Carol la escribió bajo seudónimo, donde
explora su clara tendencia lésbica. Compartir públicamente su lectura y una
interpretación del texto, sirvió para reconocer fans mujeres ambiguas de su
tendencia sexual. Qué desperdicio para nosotros hombres heterosexuales, aunque
de consolación me suena delicioso un posible trío.
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Reinaldo Arenas. Escritor cubano. Hizo de su homosexualidad, una militancia política anticastrista delirante. |
Reinaldo Arenas, escritor cubano. Alcanzó notoriedad mundial
cuando salió de Cuba amparado y ampliado con la mediática de la derecha
internacional para denunciar el régimen de represión política y, por supuesto
sexual.
Antes que anochezca, me costó
leerlo, es un “semen-terio”. Su militancia homosexual, la convirtió en un
activismo político anticastrista delirante. Se suicidó, después de padecer los
embates incurables del sida.
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Virgilio Piñera. Escritor cubano. Rehabilitado, valorizando su obra dramatúrgica, narrativa y poética. |
Virgilio Piñera, escritor cubano. Este año se lo rehabilitó
como uno de los grandes escritores cubanos. Su novela,
Carne, cuenta la vida de iniciación de un adolescente, por supuesto
homosexual. Independiente de la tendencia homoerótica, es una novela que
debe leerse, pues trasluce una prosa poderosa y lírica.
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Virginia Woolf. Escritora inglesa. Siempre vigente con su obra perdurable, Orlando. |
Virginia Woolf, escritora inglesa. Su novela
Orlando, es de una delicia imaginativa y
poética, donde lo andrógino prevalece por encima de la historia. Este relato le
enseñó a nuestro García Márquez, el truco con el manejo del tiempo.
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Marcelo Ferroni. Escritor brasileño, autor de su celebrada ópera prima de novela Manual práctico de la guerrilla. |
Marcelo Ferroni, escritor brasileño. Su
ópera prima de novela,
Manual práctico de la guerrilla, se vale de testimonios, de memorias para reconstruir
los últimos días de soledad de Ernesto Guevara de la Serna. También llamado El
Che. Su lectura suscita las eternas preguntas sobre la utopía del activismo
guerrillero, que aún subsiste en nuestra patria de miserias. Excelente.
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Yasunari Kawabata, premio Nobel Japonés, autor de Historias en una palma de la mano. |
Yasunari Kawabata, escritor japonés. Premio Nobel. Su prosa
es poética y concisa. Una delicia su novela
Historias
en una palma de la mano. Su novela
La
casa de las bellas durmientes inspiró a García Márquez,
Memorias de mis putas tristes.
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Yukio Mishima. Escritor japonés. Se suicidó cometiendo chapuceramente el seppuku. |
Yukio Mishima, escritor japonés. Prolífico, misógino y de
origen samurái. Se suicidó chapuceramente cometiendo el
seppuku, ritual suicida de honor como protesta de la decadencia de
su país, el Japón occidentalizado. Recomiendo
El Pabellón de oro. Y varios cuentos.
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Hiromi Kawakami. Escritora japonesa. Autora de El cielo es azul, la tierra blanca. |
Hiromi Kawakami, escritora japonesa. Escribe de lo cotidiano
de una forma concisa y lírica. Me tramó El
cielo es azul, la tierra blanca, una historia de amor sui generis entre un
profesor viejo, y su joven discípula, con un contenido erotismo
militante. Deliciosa y bonita historia de amor.
*Relecturas
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Gustavo Álvarez Gardeazábal. Escritor colombiano. Autor de Condores no entierran todos los días. |
Gustavo Álvarez Gardeazábal, escritor colombiano. Su novela
Cóndores no entierran todos los días,
se ha convertido ya en un clásico que explora desde lo real del personaje, Carlos Lozano, apodado
El Cóndor la
violencia partidista de liberales y conservadores, que degeneró en esta espiral
de violencias endémicas sin cuento que vive y padece el país colombiano.
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Santiago Gamboa. Escritor colombiano. Autor de Perder es cuestión de método. |
Santiago Gamboa, escritor colombiano. Su novela
Perder es cuestión de método, es un buen
intento de novela negra, que se cae por la intención de querer narrarlo todo.
Entretiene.
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Ricardo Piglia. Escritor argentino. Autor de La ciudad ausente. |
Ricardo Piglia, escritor argentino. Siempre vuelvo a su
novela política,
La ciudad ausente,
pues hace planteamientos originales sobre la validez de lo narrado en un relato
como las formas con el lenguaje. Siempre vuelvo a ella por su contenido lirismo
gaucho.
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Rubem Fonseca. Escritor brasileño. Autor de El caso Morel. |
Rubem Fonseca. Escritor brasileño. Vuelvo siempre a su
ópera prima de novela
El caso Morel, porque siempre me dice
algo que no tuve en cuenta antes.
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Gabriel García Márquez. Premio Nobel 1982. Homenaje: 85.45.30. Autor de Cien años de soledad. |
Gabriel García Márquez, escritor colombiano, el mejor de
todos los tiempos. Creo que de esta vida y la otra. Premio Nobel de Literatura 1982.
Homenaje *85.45.30. Se revisó en las relecturas:
El coronel no tiene quien le escriba, novela breve magistral y de
personajes, además de homenaje.
La increíble y triste historia de la cándida
Eréndira y de su abuela desalmada, ejercicios de tono de lo que después
desplegaría en
El otoño del patriarca.
Crónica de una muerte anunciada, el
antipolicíaco con la indeleble impronta de la marca García Márquez. Según el
mismo autor, esta es su novela negra. Y las treinta veces leído y releído con
el magnífico libro, y mi favorito de la saga de los Buendía, con la creación,
desarrollo y decadencia del maravilloso
pueblo de Macondo, en
Cien años de soledad.
*85 años de Gloria. 45 años de la publicación de Cien años de soledad. 30 años del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura.
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Portada de Cien años de soledad. Clásico Latinoamericano del Boom. |
Confieso que sigo leyendo… En la lista de espera, están:
Georges Simenon, El Gato. Mo Yan, el
flamante premio Nobel Chino. Una de sus novelas, Rana; La carroza de Bolívar
de Evelio Rosero; la obra completa de Aleksandar Hemon, escritor serbio que
escribe en inglés…